Domingo 21 de diciembre de 1975
James lanzó un ataque cuando Sirius no llamó.
-¡Lo prometiste maldito hijo de puta! ¡Me diste un infarto, incesante pedazo de mierda!
Sirius solo esperó con calma mientras su amigo despotricaba y seguía, la pequeña imagen de James paseando por su habitación a través del espejo con su cabello revuelto y maldiciendo su nombre con cada mala palabra en el libro. Fue bastante divertido, de verdad.
-¡Estaba a punto de usar la conexión flu y venir a buscarte! ¡No puedes simplemente NO llamar, tú lo prometiste Sirius!
Él inhaló. -Lo sé.
James miró, luciendo como si estuviera a punto de estallar. -¡¿Lo sé?! ¡¿LO SÉ?!
Sirius no podía pronunciar una frase sin ser interrumpido o sofocado como la quema de un cigarrillo en un cenicero por la histeria de James. Había visto venir la reprimenda; toda la noche había escuchado la voz nerviosa de James a través del espejo llamándolo por su nombre, preguntando una y otra vez, "¿Sirius? ¿Estás bien?" Pero no pudo responder, no podía moverse. Sus brazos eran como palos a los costados, tensos e inmóviles, envueltos en vendas.
Regulus había insistido en quedarse a pasar la noche, pero Sirius le dijo que se fuera, temiendo que si su madre venía lo atacara. También insistió en que estaba bien, sonriendo débilmente y levantando sus manos flácidas para demostrarlo. No lo estaba.
-Algo pasó.
-No pasó nada- negó Sirius, tratando de interpretarlo con frialdad.
-¿Por qué no llamaste?
Tuvo que morderse la lengua para no admitir que había estado un poco preocupado con una madre psicópata y dos manos rotas para tomar un maldito pedazo de vidrio y hablar con él. -Me fui a la cama temprano.
James se echó hacia atrás y soltó una carcajada. -Por el amor a Merlín
El golpe en la puerta de Sirius fue un salvador, pudiendo excusarse de la conversación con la promesa de que volvería a llamar esa noche. Esta vez lo haría.
El golpe en la puerta de Sirius fue un salvador, pudiendo excusarse de la conversación con la promesa de que volvería a llamar esa noche. Esta vez lo haría.
Su puerta crujió al abrirse y Regulus asomó su cabeza de cabello desordenado dentro de la cama, con el rostro cansado y medio despeinado. -¿Cómo están tus manos?
Sirius trató de moverlos solo para sentir los dolores agudos y punzantes de sus huesos cambiando. Hizo una mueca, los dedos se debilitaron. -Sí, lo están haciendo bien.- Notó los ojos llenos de culpa de su hermano y trató de aliviar la incomodidad. -Pero se ven malotes todos envueltos- reconoció Sirius, levantando sus manos con tanta fuerza que pudo convocar, dándoles la vuelta a la luz. -Bella ni siquiera se acercará a mí en la fiesta de Navidad cuando los vea. Podría pensar que finalmente me volví loco y le di una paliza a alguien-.
Regulus permaneció inexpresivo, pero sus labios se movían lentamente hacia arriba. -No eres gracioso.
-Entonces, ¿por qué estás sonriendo?
-No
-Lo haces
-Vete a la mierda.
-Nunca
A Sirius le gustaba cuando discutían, era divertido y Regulus era bueno con respuestas rápidas. Puede que no hayan sido los más originales, pero sorprendieron a Sirius cada vez. Después de todo, había aprendido del mejor.
ESTÁS LEYENDO
See The Rainbows In My Eyes [Traducción]
Fantasy[EN PAUSA] Historia hecha por themarauderz -Pero a veces se necesita angustia para que alguien se dé cuenta de lo bien que lo tuvo ... ADVERTENCIA: lenguaje, menciones de abuso, violencia, uso de drogas y alcohol, depresión, 18+ Fanfic de la era de...