See The Rainbows In My Eyes [Traducción]

Quinto año: Graves errores Parte 3

Jueves 24 de junio de 1976

Para dejar de pensar en toda esta mierda de broma, James propuso una tarde en el jardín, calentándose en el sol y sumergiendo los pies en el lago a pesar de que harían mucho de eso durante las vacaciones de verano. Sirius solo estuvo de acuerdo porque pensó que Remus también estaría allí. Sirius encontró, sólo Peter y una canasta de bocadillos.

-¿McGonagall ha hablado con alguno de ustedes sobre el próximo año?- Preguntó James, alzando la cabeza para mirar a sus amigos que se relajaban en la hierba bajo la sombra de un haya¹ a la orilla del lago. Negaron con la cabeza. Él gimió y se dejó caer. -Ayer me llevó a su oficina y me dijo: 'Toma una galleta, Potter' y luego me encontré accediendo a dar clases particulares de revisiones de Transfiguraciones para el próximo año y enseñar en algún seminario de Quidditch. Quiero decir mierda, ¡creo que le puso una poción a esas galletas o algo así!

-Solo admítelo, eres su perra- suspiró Sirius.

-Estás celoso de que le guste más que tú- replicó James, metiendo la mano en el bolsillo y sacando una Snitch dorada que se agitaba.

-¿De dónde sacaste eso?- Peter preguntó con curiosidad.

-La agarre- dijo casualmente. James comenzó a jugar con la Snitch, permitiéndole volar hasta un pie de distancia antes de agarrarla de nuevo; sus reflejos eran excelentes. Peter lo miró asombrado.

La luz del sol deslumbraba sobre la superficie lisa del lago, las chicas estaban sentadas en la orilla sin zapatos y calcetines, refrescando sus pies en el agua. Sirius miró a los estudiantes que se movían sobre la hierba, bastante altivo y aburrido. Aunque vio a una de las chicas con una camiseta de Bowie, específicamente The Rise and Fall of Ziggy Stardust, que era el álbum favorito de Remus. Emocionado, se volteó hacia el tronco donde Remus generalmente se apoyaba con un libro en sus manos, pero se detuvo a mitad de camino, recordando que no había nadie allí.

Su entusiasmo se desvaneció y su sonrisa se deshizo. ¿Los días serían siempre así, tan aburridos, sin color? Sirius se acostó, cerró los ojos, la hierba le hizo cosquillas en los oídos. James seguía jugando con la Snitch, dejando que se alejara cada vez más, casi escapando pero siempre agarrada en el último segundo. Peter lo miraba con la boca abierta, jadeando y aplaudiendo cada vez que atrapaba uno particularmente difícil.

Fue padre, al principio, pero se volvió incesante, molesto, el rápido zumbido de las alas de la Snitch, los odiosos elogios de Peter. Sirius encontró que su paciencia se estaba agotando desde que las cosas se pusieron feas con Remus. -Guarda eso, ¿quieres?- dijo, finalmente, cuando James hizo una buena atrapada y Peter soltó un grito. Él puso los ojos en blanco. -Antes de que Wormtail se orine de emoción

El chico rubio se puso ligeramente rosado pero James sonrió, imperturbable por su temperamento. -Si te molesta- suspiró, guardando la Snitch en su bolsillo.

-Estoy aburrido- resopló Sirius, metiendo los brazos debajo de la cabeza como almohada.

-Por supuesto que lo estás, Remus representa la mayor parte del entretenimiento- dijo Peter, improvisado, pero rápidamente selló sus labios y se alejó. Sacar a relucir a Moony siempre agitaba la olla.

-¡Oh, maldita sea!- James dijo en voz alta, levantándose, haciendo que los demás se giraran. -Tienes algo de descaro apareciendo aquí

La cabeza de Sirius se volteó, luego se quedó muy quieto. Severus emergió de las sombras de los arbustos y se dirigió a través de la hierba hacia ellos. Peter permaneció sentado, mirando de James a Snape y a Sirius con una mirada de ávida anticipación en su rostro. Sirius también se quedó quieto, incapaz de mirar a Snape a los ojos. Por sorprendente que parezca, se sintió mal. Había enviado egoístamente al chico a que lo mataran sin darse cuenta hasta que fue casi demasiado tarde.