Jueves 15 de abril de 1976
Sirius se encorvó en la escalera de su dormitorio, sorbiendo y con la nariz mocosa de llorar por todo con Evans. Fue un momento en el que acordaron no volver a discutir nunca más, pero Lily siempre tendría eso con él, su colapso era un precioso chantaje.
"Cuanto menos dices, menos saben ellos", fue algo que sus padres le habían inculcado en la mente, también a Regulus. Claro, no le había dicho mucho a Lily, pero había llorado y ese era un tipo especial de vulnerabilidad que las palabras nunca podrían enfrentar.
Empujó la puerta para abrirla con el hombro, secándose los mocos con el dorso de la manga y los ojos. James estaba allí, sentado en su baúl con una pierna que rebotaba y los brazos descansando sobre sus rodillas.
Joder, las revisiones. Se había olvidado y sabía lo mucho que se sentía su amigo por las promesas incumplidas.
James se giró ante el sonido de Sirius pateando sus docs. -¡No apareciste!- exclamó, triste y decepción en sus ojos. -Tienes suerte de que Evans tampoco lo hizo o de lo contrario me habría puesto completamente en ridículo.
Sirius se quitó la chaqueta de cuero y la tiró sobre su cama, tan enfermo y cansado de montar un espectáculo. ¿Por qué la gente esperaba tanto de él? ¿No podrían lidiar con su propia mierda para variar?
-James, vete a la mierda- gruñó, rebuscando en el cajón de su mesita de noche en busca de su paquete de cigarrillos. Eso fue un poco duro, pero no estaba de humor para payasadas y juegos bruscos. Su comentario fue rápido y directo como arrancar una tira de cera, pero aun así dejó un aguijón.
James captó el mensaje, sellando sus labios y no molestó a Sirius por el resto de la noche.
***
El insomnio lo consumió hasta pasada la medianoche mientras su estómago gruñía suplicante ya que todo lo que había comido eran galletas saladas y un pastel de jaffa. Estar drogado y solo con tus pensamientos era una combinación peligrosa porque comienzas a creer cada mentira que te dices a ti mismo.
No hay ningún guardia que impida que entren las cosas malas. Estás flotando en una nube y soñando tontamente, incluso si puede ser un trueno.
Una fría corriente de aire entraba por sus cortinas y sin quererlo, Elio vino a su mente, y todo se repitió desde el principio. ¿Cuánto tiempo se torturaría a sí mismo, se castigaría a sí mismo por momentos ya escritos en la historia?
Cuanto más recordaba, más sin aliento se sentía. Elio. Es como si tuviera un nudo en la garganta. La chica. El poco aire que pudo captar se volvió delgado y rancio. El beso. Sus pulmones se agrietaron. El vacío.
Explicar literalmente cada emoción que Sirius comenzó a sentir mientras se retorcía y jadeaba en su cama sería demasiado complejo para que alguien más que él mismo lo entendiera. Pero en términos figurados, fue como ahogarse, pero no morir.
Comenzó como si estuviera flotando en el océano y se volvió para ver una enorme ola que se elevaba sobre él, a punto de estrellarse. La furtividad del momento lo tomó desprevenido y fue tragado por la monstruosidad antes de que pudiera gritar pidiendo ayuda.
Lo hundieron, lo voltearon y lo arrojaron por el suelo arenoso como un saco de basura. Era impotente pero se retorcía, desperdiciando un aire precioso luchando contra una fuerza desconocida. Su corazón late más rápido de lo que pueden soportar sus pulmones envenenados, golpeando como puños enojados hasta que los nudillos se magullan.
Ahí es donde estaba ahora, muriendo bajo las olas, sintiendo todo a la vez como un golpe en la cabeza. Apretando su sábana, suplicó en su mente, respira, respira, respira, pero todo lo que respondió fue, no puedes respirar, no puedes respirar, no puedes respirar.
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See The Rainbows In My Eyes [Traducción]
Fantasy[EN PAUSA] Historia hecha por themarauderz -Pero a veces se necesita angustia para que alguien se dé cuenta de lo bien que lo tuvo ... ADVERTENCIA: lenguaje, menciones de abuso, violencia, uso de drogas y alcohol, depresión, 18+ Fanfic de la era de...