El trayecto fue levemente largo, silencioso e incómodo, al menos para ti.
Thomas no había dicho ni una palabra desde que ambos subieron al auto negro, lo mirabas por el rabillo del ojo de vez en cuando, como si de ese modo conseguirías leer sus pensamientos.
Su cansancio y preocupación plasmados en su rostro solo provocaban que tu ansiedad creciera más y más, ¿qué cosa había causado que su reluciente sonrisa se apagara de esa forma? No estabas acostumbrada a esa expresión en su carita y tampoco sabías como manejar la situación.
No lo conocías lo suficiente como para consolarlo, si es que era necesario.
Te sentías tan impotente, tan inútil, tan tú. Lo tenías a tan solo unos escasos centímetros, pero tu cobardía no te permitía decir ni una maldita palabra, la rabia que se estaba creando dentro de ti crecía con el pasar de los segundos.
Jugueteas con tus dedos. Necesitabas respuestas, ya.
El actor condujo el auto hasta un estacionamiento subterráneo, el cual se encontraba debajo de un gigantesco edificio. La oscuridad los invadió por completo, ¿dónde te estaba llevando?
Cuando encontró un sitio libre, el rubio estacionó el vehículo.
Como de costumbre, al menos para él, te abrió la puerta para que bajaras, solo en ese momento, milagrosamente, abriste la boca para agradecerle.
Era la primera palabra que se oía en ese ambiente después de varios minutos. Al momento en que sus zapatos tocaron el frio pavimento del estacionamiento, el británico buscó tu mano sin pensarlo y te condujo hacia el ascensor que se encontraba a tan solo unos metros de ustedes.
El treinteañero tenía la cabeza trabajando a mil por hora, se estaba planteando una y otra vez como debía decirte la "noticia". No quería alarmarte, no quería que te alejaras de él, no quería que aquella bonita relación que estaban formando se acabara por su culpa.
De tan solo pensar que volvería a su rutina de siempre se le formaba un nudo en el estómago. Hace meses que no se reía del modo en que lo hacía contigo, no tenía muy en claro que es lo que exactamente sentía por ti, pero de una cosa si estaba seguro, no quería perderte.
Se sentía algo desorientado a causa de todos los pensamientos, emociones y reacciones que tú le provocabas, porque, demonios, solo te conocía hace un mes, no recordaba que su corazón fuera tan sensible y fácil de conquistar.
¿Qué pasaba con él? ¿Acaso estaba volviéndose loco? ¿Acaso eras una hermosa hada que vino con el simple objetivo de hechizarlo?
Por tu parte, tus pensamientos perdieron sentido al momento de sentir la cálida mano del actor sobre la tuya. Si te hubieran preguntado cual era tu nombre difícilmente hubieras conseguido responder correctamente.
Sentías como si flotaras, como si el hombre que te arrastraba detrás suyo fuera un mismísimo ángel caído del cielo para tu mero deleite, era como si el tiempo se hubiera detenido y solo estuvieran ustedes en el mundo.
El tintineo de las puestas del elevador abriéndose reventaron la burbuja llena de fantasías que estabas creando.
Thomas no soltaba tu mano a pesar de que ya no era necesario, pero siendo sinceros, nunca fue algo necesario.
Gracias a los espejos podías apreciar a la perfección al londinense desde todos los ángulos, su seria mirada te provocó un escalofrío.
Cuando el artefacto se detuvo, el inglés se limitó a sacar sus llaves que estaban en el bolsillo del pantalón que traía encima, abrió la puerta que se encontraba enfrente de ustedes y los adentró al espacioso apartamento.
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Solo dame un minuto (Tom Hiddleston y tú)
Fanfiction-Mientes-. Reunes todas tus fuerzas para que tu voz no tiemble.-¡Estás mintiendo! Los azules ojos que alguna vez habías visto con amor se encontraban llorosos y desesperados. Arrugas el entrecejo al notar un fuerte dolor en tu pecho. A pesar de todo...