Capítulo ⅩⅩⅤⅠ

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Los días parecían volar, cada uno más frió que el anterior. Navidad estaba a la vuelta de la esquina y todo el mundo estaba ansioso de que llegaran sus merecidas vacaciones.

El elenco y todos los miembros que participaban para la creación de la nueva película de Marvel no eran la excepción. Hoy se dedicarían a celebrar, por fin habían terminado de rodar y agregar los efectos especiales de la cinta.

La emoción era palpable en el ambiente. Todos tenían una sonrisa en el rostro, completamente orgullosos de lo que habían logrado.

—¿Pasarás navidad con tu familia?—Miras a Tom con una pequeña sonrisa.

Se veía radiante, mucho más luminoso que otros días. La linda expresión de su rostro causó una tierna calidez en tu interior. Te sorprendía que pudiera lucir cada día más y más hermoso.

—Si, hace mucho que no los veo, los extraño—. Una sonrisa llena de nostalgia surca por sus rosados labios.

—Me imagino—. En cierto modo, envidiabas al inglés.

Tenía una linda relación con sus padres y sus hermanas. Recordabas las innumerables llamadas que él había tenido con ellos en tu presencia. Te derretía de ternura la forma en que les hablaba, lleno de amor y aprecio hacía las personas que lo habían visto crecer y convertirse en el hombre que ahora era.

En cambio, tú sólo tenías a tu padre. No es como si pensaras que él no era suficiente, al contrario, no creías que existiera alguien mejor que él. Pero a veces deseabas poder sentir el afecto de una madre y unas bromas pesadas por parte de algún hermano o hermana.

Te dolía que eso tan solo fuera un sueño que jamás llegaría a cumplirse hicieras lo que hicieras.

Tu madre había tomado su decisión años atrás, fue ella quién desmoronó el concepto que tenías de familia perfecta. Aún así, a pesar de todo lo que le hizo sufrir a tu padre y a tí, no le guardabas rencor. No eras capaz de algo así.

Al fin y al cabo, era quién te había dado a luz. Aquella mujer que había preferido una aventura en lugar de su familia era tu madre.

—¿Y tú? ¿Estarás con tu padre?

Muerdes tu labio con fuerza.

Esa era la idea, una tranquila cena en el hospital junto a él. Pero hace unos días tu madre te llamó, diciendo lo mucho que tu "familia" te extrañaba.

Mentiras.

Solo venían a por dinero. Lo sabías bien, cada vez que venían aquellas personas a verte solo traían problemas y con solo una idea en la cabeza, dejarte sin ningún centavo en tu cuenta bancaria.

Es por ellos que hace unos años, cuando tu madre era quién manejaba tu dinero al ser aún menor de edad, apenas y podías cubrir tus necesidades básicas.

Cuando tu padre se enteró de ello lloró de la impotencia que sentía. Estaba atado a aquella camilla de hospital, junto a un balón de oxígeno para poder respirar con naturalidad. Se encontraba débil y sin poder cumplir con su deber de padre.

No podía proteger a su niña y esa era la peor sensación que cualquier padre podría tener.

En un desesperado momento, te pidió que vendieras el auto que por tanto tiempo había estado ahorrando para conseguir, no podía soportar que su única hija estuviera cada vez más y más delgada.

Aquellos tiempos fueron los más bajos y oscuros por los que ambos tuvieron que pasar. Te planteaste cientos de veces dejar la universidad y trabajar en algo, pero tu padre no lo permitió.

Solo dame un minuto (Tom Hiddleston y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora