Capítulo ⅩⅤ

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El frió atroz de Londres te azota con furia.

Puta madre—. Sueltas. Este día no podía ser peor. Apresuras tus pasos mientras tomas tu teléfono del bolso que cuelga de tu hombro, eran las diez de la noche.

Puedes divisar a unas cuantas calles las escaleras que te dirigirían a la estación de trenes. Apretas con fuerza tus brazos al rededor tuyo, otra vez te habías olvidado tu estúpida chaqueta. 

De repente, sientes una cálida tela cubrir tus hombros y brazos. Tomas el abrigo con tus manos para que este no caiga.

—No creo que sea lo más apropiado que una señorita diga esa clase de cosas—. Habla, en tono divertido, Nick.

El castaño era un desastre con el español, pero al parecer tenía un don para aprender las malas palabras de cualquier idioma.

Sonríes levemente hacia el ojiverde y apoyas tu cabeza en su hombro mientras das un suspiro de cansancio. Estabas agotada, solo querías meterte en tu cama y no despertar hasta mañana.

—¿Todo bien, brincesa?— Rodea tus hombros con su brazo izquierdo, atrayéndote más a él. Estabas sumamente helada.

—Si... solo quiero estar en casa. Max debe estar extrañándome. Además, muero de hambre—. Luego le preguntarías que diantres hacía en la ronda de entrevistas, por el momento, no tenías cabeza para albergar una conversación decente con nadie.

Nick sabía a la perfección que su _______, de siempre brillante sonrisa, no estaba a su cien por ciento. Aunque el tema le preocupaba, no iba a presionarte a que se lo contaras.

Él te conocía, sabía que cuando estuvieras lista le dirías que atormentaba a esa pequeña mente tuya.

Así que no dijo nada y se limitó a darte un cálido beso en la cabeza.

Ya te había visto triste o desanimada otra veces, pero no era necesario ser un genio para saber que esto era diferente. En varias ocasiones le dieron ganas de lanzarse sobre los entrevistadores que te hacían esas preguntas tan incómodas y fuera de lugar. Ver tu rostro desesperado lo estuvo matando y no ayudaba el hecho de que todo haya sido por culpa de aquel actorcito.

 Volteas a verlo y tratas de sonreírle, te reconfortaba tener a un amigo como Nick en aquellos momentos. Sabías que él siempre estaría para ti, al igual que tú para él.

A lo lejos, un rubio de mirada triste observaba la escena, sintiéndose un completo idiota. Toma una bocanada de aire y detiene sus pasos que se dirigían hacía ti, dando media vuelta, tratando de borrar la imagen de ti envuelta en los brazos del castaño.

El ojiverde y tú no dijeron nada en todo el camino, simplemente entraron al tren que los llevaría a la estación más cercana de donde vivían y se sentaron uno al lado del otro. Posicionaste nuevamente tu cabeza sobre su hombro mientras cerrabas los ojos, intentando disipar tus pensamientos.

Y para tu aún mala suerte, unas jóvenes que se encontraban a un par de asientos detrás tuyo te reconocieron. Con discreción pudieron tomar un par de fotos tuyas junto a tu amigo antes de que ambos bajaran del transporte.

Aquellas fotos causarían un revuelo en internet.

Aunque no se necesitaba más para alterar a las fans de Tom y todo gracias a la entrevista de hace unos minutos. Miles y miles de hilos se abrían en Twitter con cada minuto que pasaba.

¿Es idea mía o Tom se vio muy sonriente en la entrevista?

Y también muy enojado, me dio un escalofrío y todo al escuchar su voz al momento de defender a ________.

Solo dame un minuto (Tom Hiddleston y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora