(Por: Adrian Wilcox)
Oliver, Isa, Aurora y yo nos habíamos reunido en la sala para ver el tan anunciado encuentro que estuvimos esperando toda la semana. Los comerciales terminaron y el logo del programa de Keneith Kedrick apareció, haciendo que el nudo en mi estómago se apretara.
—Durante los últimos meses, el país ha vivido pendiente de una historia con más enredos que un reality show de MTV en los 90s. Hoy tenemos con nosotros al protagonista, listo para aclarar muchas de las dudas que todavía quedan en nuestra audiencia. América....Adrian Wilcox.
Adrian entró al estudio lleno de confianza. Sus brazos estaban llenos de tatuajes y muchos surcaban sus hombros hasta el borde de su pómulo izquierdo, pero por lo demás, su rostro estaba libre y era perfectamente reconocible, aunque extrañaba sus lentes.
El público aplaudió y gritó durante un buen rato hasta que Kedrick se puso de pie y pidió orden.
—Esa ha sido una gran bienvenida —fue su saludo a Adrian—. Debo decir que a mí también me alegra mucho verte aquí, la última vez nuestra entrevista fue un poco accidentada.
La sonrisa de Adrian decayó un poco, y asintió lentamente.
—Sí, para los que no saben, recibí la noticia de que mi abuelo había fallecido justo antes de entrar a la entrevista.
—¿Eran muy cercanos, verdad?
—Sí, era más mi padre que el que me dio su apellido. Lo extraño muchísimo.
—Y compusiste una canción hermosa...
—Sí, la he cantado pocas veces, pero agradezco a aquellos que la han dedicado a sus propios seres queridos. El dolor es universal.
—Es realmente una hermosa canción, he visto la traducción y debo decir que eres un excelente compositor —volvió hacia la cámara—. Adrian está aquí el día de hoy para promocionar Sorry, by Adrian Summers, su nuevo álbum que sale en menos de una semana.
El público volvió a aplaudir y animar con fuerza.
—Muchas gracias por eso —dijo Adrian, parecía cohibido—. Sí, es un álbum para pedir disculpas a mis amigos.
Era evidente que a Keneith le habían dado autorización para hacer las preguntas que quería hacer y que había estado esperando por este momento.
—¿Quieres contarnos qué pasó?
—Sí, estoy aquí para eso. El año pasado desaparecí de la escena pública repentinamente y hubo mucha especulación sobre qué pasó conmigo. Quiero aclarar que no fue por ninguna de las razones que fueron divulgadas incluso por mi propio equipo.
—¿El equipo que despediste y reemplazaste hace unos meses? —agregó Keneith.
—Y esa fue exactamente la razón. Por ahora no pienso en ninguna demanda de difamación a pesar de que podría, porque todavía les guardo algún respeto por los años juntos.
—¿Entonces no estabas en...rehabilitación? — Keneith dudó con la palabra pero la sonrisa burlona de Adrian pareció animarlo.
—No, en absoluto. Nunca me ha gustado beber hasta desmayarme, ni fumar, ni entrar en drogas. Crecí en un ambiente muy conservador, quizás, pero no es lo mío. Huí de mi residencia porque estaba cansado de Adrian Wilcox, de ser Walker, de todo lo que eso incluía. Acababa de terminar una gira mundial y ya estaba siendo presionado para un nuevo álbum, más eventos, más auspicios...incluso aunque mi terapeuta recomendó que debía descansar. No podía lidiar con todo eso, sentía que iba a estallar, mi salud mental estaba en riesgo y nadie me hacía caso...así que decidí tomar la situación en mis manos y huir de todo para estar en paz.
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¿Dónde está Adrian Wilcox?
Teen FictionAdrian Wilcox, el famoso cantante, ha desaparecido misteriosamente y sus fans hacen vigilias para que lo encuentren pronto. Se rumorea que se trata de un secuestro. Mientras tanto, Clarissa conoce a Adrian Summers, un chico que se hace cliente de la...