(Por: Adrian)
Clarissa se quedó congelada en cuanto me vio y yo fui incapaz de moverme, porque el dolor de mi pecho empezó a asustarme. ¿Estaba a punto de tener un infarto o algo así?
Ella miró hacia la escalera y creo que intentó calcular si le daría tiempo de escapar, lo cual consiguió finalmente ponerme de pie.
—Clary...
Ni siquiera yo sabía cómo iba a terminar la frase en cuanto su nombre dejó mis labios, pero afortunadamente ella me detuvo.
—¿Qué te ha pasado? Tu cara está hinchada y se está empezando a poner negro un ojo—señaló—. ¿Te peleaste?
Me conmovió que la preocupación fuera su primera reacción. Casi me había olvidado de esto, pero por supuesto que iba a ser lo primero que cualquiera notaría. Ella también se veía diferente, con el cabello oscuro, mucho más parecida a las fotos antiguas que tenía. Se veía tan hermosa.
Mis dedos recorrieron la zona con cuidado, todavía dolía un poco.
—Oliver me pegó después de que escuchó el disco ayer. Había prometido que me rompería la cara si te hacía daño; como le agrado, este fue el acuerdo.
Pareció más sorprendida todavía por mi respuesta.
—Así que hablaste con Oliver —repitió cuidadosamente.
Isa y Oliver me ayudaron un poco...porque entienden que me he enamorado de ti y ya no hay vuelta atrás.
—He hablado con todo el grupo —confesé—. Y me he vuelto a presentar con todos ellos.
—¿Qué? ¿Cuándo pasó eso?
—Ayer. Pero necesitaba hablar contigo aparte, no puedo pedirte las mismas disculpas que al resto del grupo, Clary.
Ella se negó a mirarme y el pánico me recorrió todo el cuerpo.
Estás aquí para disculparte, Adrian, y debes aceptar si ella no quiere saber nada de ti nunca más.
—Bueno, te escucho —dijo ella finalmente.
—Yo...lo siento, lo siento muchísimo. Estaba huyendo de una vida y no esperaba relacionarme con nadie, durante semanas estuve solo y pensaba seguir así. Pero te conocí en esa cafetería y no pude dejar de ir toda la semana solo para esos pocos minutos hablando contigo...y luego Aurora me dio la dirección de la tienda. Sabes que pensé que me sacarían cuando volvió Gianfranco, pero me adoptaron en el grupo y fue imposible volver atrás.
—Te adoptamos porque confiamos en ti —no había acusación en su voz, pero la pena que destilaba cada palabra me hizo sentir peor.
—Lo sé, pero no sabía cómo empezar a contarles nada. Supongo que en el fondo todavía no confiaba en ustedes, y después era un secreto muy grande para cargarlos con él. Sabía que cambiaría todo y no quería perder lo que teníamos, una amistad sincera, desinteresada, compartiendo música por el simple placer del arte.
—¿Tan terrible hubiera sido?
—Clary...he vivido mucho tiempo en un mundo donde es difícil confiar en la gente. Venden mis secretos al mejor postor, y cuando los medios no pueden comprarlos, se los inventan. Algunas historias caen tan cerca de la realidad que termino dudando acerca de todos los que me rodean. El acoso que han vivido estos meses es mi vida regular, no es algo que deseo para nadie. Bastaba con una persona para que todo se vinera abajo...y sé que fue egoísta, pero continué porque me hacían sentir libre.
—Fue egoísta, pero creo que empiezo a entender.
—Para ustedes era Adrian, solo un chico al que le gustaba componer y hacer música. Podía hablar contigo de Sherlock Holmes y sus mejores historias sin preocuparme de que mañana estaría en todas las revistas y durante el siguiente año cualquier persona que conociera iba a dejar caer casualmente un comentario sobre que a ellos también les gustaba Sherlock Holmes.
Mi voz se quebró un poco al final pero conseguí recuperarme. No quería darle más excusas, no era para eso que estaba aquí. Fue por ello que su siguiente pregunta me sorprendió.
—¿Nadie sabe que te gusta Sherlock Holmes?
—Nadie sabía, solo mis verdaderos amigos....y quizás lo sospechaba mi tatuador.
Hice énfasis en el pasado porque ya lo sabían millones de personas alrededor del mundo ahora que el disco estaba fuera y que #Inevertalkedaboutsherlock había sido trending topic todo el día, con la gente confesando cosas que no le habían dicho a nadie hasta que conocieron a su actual pareja.
—Tus tatuajes —murmuró ella. Y supe que estaba pensando en que lejos de todas las cámaras y sin shows de por medio, los tatuajes que ella había visto eran los realmente originales, los que todos deseaban conocer.
Y me recorrió una sensación cálida al darme cuenta que era la única, porque todas las veces que me había acostado con alguien antes, siempre había tenido encima algún tatuaje temporal que no salía con un solo baño. Mi imagen era importante para mí en ese momento y por supuesto que las más tentadas por los medios para revelar algo así eran las chicas con las que tenía algo. Eso y que me hice un tatuaje adicional después que me fui.
Cotidie morimur, cotidie commutamur el tamen aeternos esse nos credimus.
"Cada día morimos, cada día cambiamos y sin embargo nos creemos eternos"
—No es que importe, pero eres la única que lo sabe.
Ella rodó los ojos y supe que había captado el punto: por supuesto que importaba. Me empezaron a marear las ganas de besarla cuando hizo eso.
—Clary...lo siento. Siento estar aquí después de tanto tiempo, también. Y sé que debí disfrazarme nuevamente, escapar por mi ventana para pedir perdón de rodillas, pero no quería hacer promesas que no podría cumplir.
—Vivías en un cuarto piso. ¿Qué eres? ¿Spiderman?
—Juro que ser una estrella famosa es todo lo que he ocultado de ti.
—Bien, porque no me gustan las arañas.
—Vamos a tener que hablar sobre eso, Spiderman es mi superhéroe favorito.
No pude evitar la risa que escapó de mis labios y terminamos riendo tontamente. Finalmente ella volvió a mirarme y la tristeza en sus ojos me hizo difícil contenerme de lanzarme a abrazarla.
—A pesar de todo, todavía quiero ser amigo tuyo —concluí—, porque eres una de mis mejores amigas en todo el mundo.
—Clarissa —dijo extendiéndome la mano—, me gusta pintar.
—Soy Adrian Wilcox, estrella de la música, ligeramente famoso en cuatro continentes y...ahm...un completo idiota—eso la hizo sonreír.
—Así que...¿qué han dicho los chicos?
—No quiero que me perdones solo porque todos tus amigos lo han hecho, Clary. Sabes que lo nuestro es diferente.
—¿Lo es?
—No voy a ponerme a pretender que puede ser igual, tú conoces mis verdaderos tatuajes.
Nos quedamos en silencio y se me ocurrió que eso sería una gran línea para una canción.
"You've seen my real tattoos
The ones nobody knew"*
—Creo...creo que hay una mejor forma de explicarte esto —anuncié agachándome para tomar el disco que había traído conmigo.
Ella lo tomó en sus manos y bajó la vista hacia la portada: la foto que ella misma tomó el día que nos emborrachamos jugando Yo nunca.
*Tú has visto mis verdaderos tatuajes
Los que nadie conocía
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¿Dónde está Adrian Wilcox?
Novela JuvenilAdrian Wilcox, el famoso cantante, ha desaparecido misteriosamente y sus fans hacen vigilias para que lo encuentren pronto. Se rumorea que se trata de un secuestro. Mientras tanto, Clarissa conoce a Adrian Summers, un chico que se hace cliente de la...