(Por: Adrian)
—¡He llegado al millón de seguidores en instagram! —Anunció Giafrinka como saludo.
—Ya se estaban tardando —respondió Synka, que se sentó sobre el sillón con la actitud de una reina sobre su trono—. Todo lo relacionado con el disco está subiendo números como loco. Tu entrevista con Keneith ya ha pasado los cincuenta millones, y no estoy contando los extractos que se han compartido en todos lados.
Saludé a todo el equipo a mi alrededor, que estaba monitoreando las redes y la publicidad del disco. Anjali, que estaba conversando con uno de ellos, se acercó a saludarme.
—¿Cómo vamos?
—La pre-venta ha superado nuestras expectativas por mucho, es el proyecto más grande que he visto nunca, incluso cuando trabajaba para una disquera con artistas de talla mundial.
—¿Tanto se ha invertido en publicidad?
—No, la expectativa ha crecido de forma libre —me contó—. Muchos artistas famosos han mencionado tu álbum sin que hayamos contactado con ellos. Aparentemente tu presentación y el lanzamiento de "Fame" ha desatado pasiones.
—Esa línea tuya está en casi todos los instagram de actrices que conozco —intervino Giafrinka.
—¿Cuál línea?
—I don't like being asked about my underwear...oh, no, wait, you only do that to girls.
—¿De verdad?
—Se han dado el trabajo de buscar alguna entrevista en la que les preguntaran por eso y han citado la canción.
Giafrinka sacó su celular y me mostró un álbum que había creado con todo lo que encontró.
¡Dioses santos, me había citado la mismísima Scarlett Johansson!
—Por eso no has dejado de ser trending topic desde que salió la entrevista —dijo Anjali—, y has subido un millón entero de seguidores en instagram.
—Yo he tuiteado algunas líneas de No small letter y la gente se volvió loca —contó Giafrinka—. Me han empezado a seguir todos mis ídolos en la música.
—La siguió Chris Evans —dijo Synka como si hubiera escuchado aquello unas mil veces.
Giafrinka sacó algo de su bolso y lo dejó en mis manos. La portada me causó un escalofrío.
—Dijiste que me ibas a firmar una copia para mi hermana —me recordó—. Se llama Marina.
Mientras firmaba, Anjali recorrió con la mirada a su equipo.
—¿Nervioso? —Preguntó.
Asentí vagamente y me dejé caer en el sillón junto a Synka.
—Esto va a definir lo que verán de ahora en adelante en mi música y en cierta forma espero que les guste, pero no me va a detener. Puede que no les guste quién soy realmente, pero ya no puedo volver atrás.
—Adrian...creo que subestimas a tus propios fans. Siempre te han admirado porque cantas desde el corazón, y en este disco te has dejado todo. Ya te dije que vas a estar nominadísimo a los Grammys. Ya has ganado antes y estas son mucho mejores.
Su frase me lleva de vuelta a varios meses atrás, cuando yo mismo dije algo parecido.
***
—¿Están todos listos? —Preguntó Isa, a pesar de que el hecho de que nos hubiéramos quedado esa noche era respuesta suficiente.
Era noviembre y siendo Isa la groupie que era, por supuesto que terminamos viendo los AMAs después del ensayo. Estaban de fondo mientras comíamos pizza y comentábamos las anécdotas de la semana. Era divertido ver todo esto desde fuera, intentando no reír con lo desatinadas de algunas observaciones sobre cantantes que en la vida real diferían mucho de su imagen pública. Gané el AMA a Favorite Pop/Rock Song por Real y a Tour del año. Afortunadamente estaban ahí mi productor y el equipo que dirigió el video.
—Walker no puede estar aquí hoy, pero envía sus sinceras disculpas a los fans. Cuando vuelva a la escena pública va a explicarles las cosas con más calma.
Y en cierta forma me alegré de que fueran ellos quienes recogieran los premios porque gran parte del trabajo en ambos casos no fue el mío.
Por supuesto que era Ludwing quien estaba en cabeza para recogerlo, siendo el principal artífice de hacer de la gira un total éxito, cerrando las negociaciones incluso para latinoamérica. Se me escapó una sonrisa al ver sus doce pines con la bandera del orgullo en su saco. Me contó una vez que agregaba uno por cada año que pasaba fuera del closet, para recordarse a sí mismo el alivio que supuso ser libre.
—Adrian...es el artista con el que mejor he trabajado desde que estoy en este negocio. Es un talento gigantesco, impresionante, con las ideas más locas y siempre tratando de darlo todo en cada presentación. Voy a cuidar este premio por él hasta que vuelva, porque no hay nadie más seguro que yo de que volverá. Pertenece a la música y la música le retribuye ese amor —se le quebró la voz y alzó el premio—. Gracias a todos por este reconocimiento a nuestro trabajo juntos, y espero que podamos seguir haciendo de cada concierto una experiencia inolvidable.
Empezó a decir algo más sobre una petición relacionada a los derechos LGTB, y traté de decir que iba al baño pero descubrí un nudo en la garganta que me lo impedía.
Para calmarme, mis dedos se pusieron a acariciar inadvertidamente la cicatriz en el pliegue del codo, donde había tenido que cortarme para sacar el microchip de localización que me habían colocado hace dos años, en medio de una crisis de seguridad en un festival, donde secuestraron a una de las cantantes. Se suponía que iba a quitármelo después de eso, pero al final lo pospusimos.
La ceremonia había ido a comerciales y solo mi nombre en la conversación me hizo reaccionar.
—Lo digo en serio, Adrian —insistió Daniel, e intenté desesperadamente no lucir perdido—. ¿Has probado vender tus canciones?
—Sí, pero nunca han llegado a ser gran cosa, solo uno o dos grupos que lograron sonar en la radio. Hay canciones malísimas que llegan lejos solo porque tienen un buen productor, o algún nombre famoso.
—Es verdad —dijo Oliver, que también trabajaba en una productora como sonidista—. Los contactos lo son todo, o hay que trabajar duramente por años para conseguir un diez por ciento de lo que tienen ellos.
—Pero no pensemos en eso ahora mismo —interrumpió Isa—. Ya sé que estamos viendo estos premios ridículos, pero ustedes están haciendo música por algo más que eso. Quieren tener un disco allá afuera y divertir a la gente del bar con nuevas canciones, no es sobre el dinero, es sobre vivir la música y compartirla. Para sufrir la corrupción de influencias y a gente con dinero que solo quiere tener más dinero ya tenemos nuestros trabajos regulares —Oliver le silbó con apreciación—. Thanks for coming to my TED talk.
Todos la aplaudieron como si Isa fuera parte de los discursos de la ceremonia y ella hizo una pequeña reverencia. Me uní al aplauso, con una sonrisa que hizo que me dolieran las mejillas.
Me pregunté cómo les iría realmente con la fama, pero Isa me recordó un poco a Synka con su cabello a colores.
—Nadie le está preguntando a Adrian si el grupo puede usar sus canciones —reclamó Clarissa—. No te sientas presionado, ellos deben crecer y ser adultos que componen sus propias letras.
—Las que tengo son malas —insistí—, pero puedo ayudar a componer nuevas.
—Y quizás llegamos a estar en ese escenario —me animó Rafael justo cuando la ceremonia empezó de nuevo.
Si tan solo supieran....
***
—Nos vamos a reunir mañana poco antes de medianoche aquí para ir siguiendo las noticias conforme la gente escucha el disco.
—¡Pidamos pizza y hagamos una gran pijamada! —Gritó Giafrinka.
—Adrian no va a estar —le contó Synka—, pero puedo traer algunos amigos a los que les he hablado de ti y les interesa conocerte.
—¿No vas a estar aquí para el lanzamiento de tu propio disco?
—No, salgo hoy en la tarde con Aaron, un amigo nos ha prestado su avión privado para un pequeño viaje.
—¿Te vas a ir de viaje en medio de todo esto?
Asentí y le expliqué que iba a ir a recuperar mi vida de la forma en la que quería que fuera.
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¿Dónde está Adrian Wilcox?
Teen FictionAdrian Wilcox, el famoso cantante, ha desaparecido misteriosamente y sus fans hacen vigilias para que lo encuentren pronto. Se rumorea que se trata de un secuestro. Mientras tanto, Clarissa conoce a Adrian Summers, un chico que se hace cliente de la...