(Por: Adrian)
—Deberíamos pedir comida —dijo Synka— hay mucho material aquí para seguir componiendo.
Llevábamos desde la hora de almuerzo encerrados en esa habitación con Giafrinka. Desde la primera vez que las reuní, todo fluyó con facilidad. Para el final de la tarde, Synka y ella habían decidido que harían una colaboración para su siguiente disco y ahora pensaba que terminarían haciendo un disco completo. Llevaban cerca de diez hojas llenas y la mitad de ellas eran brillantes.
—Adrian, qué te pasa, estás demasiado callado.
—Ustedes están sacando líneas magistrales y me siento un poco inútil.
Ambas se rieron y Giafrinka sacó su celular para pedir un delivery de comida.
—¿Nervioso por la entrevista? —Preguntó Synka.
—No, necesito una oportunidad para contarlo todo. No puedo vivir de espaldas al mundo todo el tiempo y no hay mejor lugar para empezar.
Anjali y yo habíamos decidido que el programa de Keneith era la mejor opción para la entrevista que daría por el disco, a pesar de que todavía me faltaba una canción.
Saqué la hoja que llevaba conmigo a todas partes como si de repente en algún momento fueran a cambiar las palabras. Eran tres palabras. Solo tres.
"Puedes hacerlo mejor"
Conocía la letra de Oliver después de tantas noches componiendo juntos, y sabía que tenía razón, pero tampoco se me ocurría qué más podía decir.
—Oye Adrian —dijo Giafrinka sacándome de mi embotamiento—. ¿Te puedo pedir algo?
—¿Qué pasó?
—¿Podrías....podrías autografiarme uno? Cuando salga el álbum...Es que tengo una hermana...era muy pequeña cuando me fui pero está en redes sociales y sé que es muy fan tuya. Me empezó a seguir la semana pasada cuando se hizo pública la colaboración y sé que significaría el mundo para ella.
—¿Tus padres lo saben?
Me golpeé mentalmente por hacer esa pregunta. Giafrinka había sacado Obituary, una canción donde relataba que después de botarla de casa por descubrir que era trans, sus padres fingieron que había muerto y orquestaron un funeral. El hecho de que tuviera una tumba con su antiguo nombre debió dejarme claro que no eran precisamente los más devotos fans.
—No lo sé...no he hablado con ellos desde que...por eso ni siquiera sabía que había muerto hasta que una amiga me pasó la foto del obituario.
No supe qué más decir, así que le aseguré que firmaría todos los que necesitara.
***
Giafrinka se fue por la noche y le conté a Synka que solo faltaba una canción antes de cerrar el disco, porque quería hacer una colaboración con Abyssal Fauna. Cuando le mostré el papel con la respuesta de Oliver, ella dejó todo y se volvió hacia mí.
—Pues deja de hablarles a través de cartas, ve a buscarlos.
—Oliver me matará, me pidió que no le hiciera daño a Clary y ahora ella me odia.
—Se ha dignado a responderte —señaló Synka—. Con una oportunidad, además. No creo que debas desaprovecharla, necesitas enviar el disco a masterización lo antes posible.
Asentí, porque supe que tenía razón, pero no sabía por dónde empezar. Synka chasqueó los dedos frente a mí y recuperó mi atención.
—Adrian, voy a decirte algo y quiero que me escuches muy seriamente.
La miré inexpresivamente, intentando adivinar qué venía, pero nada me preparó para sus palabras.
—Creo que debes buscar a Clarissa y decirle que estás enamorado de ella.
—¿Qué? —Ni siquiera sé cómo me las arreglé para sacar las palabras fuera. Mi garganta tenía un nudo imposible de soltar.
Synka soltó un suspiro cansado, como si yo estuviera haciendo las cosas difíciles a propósito.
—No me des esa cara de niño confundido, o intentes negarlo. ¿Te has escuchado en las reuniones con tus abogados? "Ella es la prioridad, siempre", "Ahogaré en demandas al que se meta con ella", "Quiero una denuncia en cada revista que haya publicado fotos sin su permiso". Ni siquiera te has quejado de las fotos que han publicado de ti.
—Se lo debo. A ella y a todos los chicos —dije, recuperando mi voz durante su discurso.
—¿De verdad? Porque he sido yo quien ha tenido que recordarte algo sobre los demás chicos —sus manos se posaron en mis hombros y me obligó a sostenerle la mirada—. Te has enamorado, Simba. Te has enamorado en serio. Sé que es complicado, y te da un miedo como si el mundo se fuera a acabar, pero tienes que enfrentarlo.
Me la quedé mirando, sin reaccionar. Mi cerebro se negaba a procesar sus palabras. Su mirada estaba llena de dulzura mientras jugaba con mi cabello.
—Deberías ir a buscarla—insistió Synka—. Si la amas, no puede ser una idiota. Y cualquier chica razonable daría su brazo derecho porque te enamoraras de ella.
—¿Después de todo lo que la he hecho pasar, Synka? La escuché ese día, ella cree que no me conoce, y es algo que le importa muchísimo.
—Pero te conoce, tonto. Ser una estrella mundialmente conocida no es algo que te define, y como bien demuestra Meeting myself, estos meses han servido para que te encuentres a ti mismo, estoy segura de que pueden trabajar en ello, de que lo entenderá.
—No lo sé...
—¿Y no quieres averiguarlo? Dime por favor que no has pasado por todo esto para darte cuenta que tienes miedo de que ella no te corresponda y te rompa el corazón.
No pude responder a eso porque sus palabras dieron en el blanco y me destrozaron de mil formas diferentes.
—Creo que tienes que escuchar nuevamente tu disco, A, porque yo he escuchado I never talked about Sherlock. No puedes echarte atrás después de una canción como esa.
—Y no has escuchado lo que tengo aparte —bromeé. Pero ella no me dejó en paz hasta que saqué la guitarra.
—¿Cómo se llama esta?
—Magic.
Y cuando terminé de tocarla para ella, Synka dijo con la voz entrecortada:
—Creo que has encontrado la canción que te faltaba para el disco. Ve a buscarla. Y por cierto, esa canción...necesito que toques eso en mi boda.
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¿Dónde está Adrian Wilcox?
Novela JuvenilAdrian Wilcox, el famoso cantante, ha desaparecido misteriosamente y sus fans hacen vigilias para que lo encuentren pronto. Se rumorea que se trata de un secuestro. Mientras tanto, Clarissa conoce a Adrian Summers, un chico que se hace cliente de la...