Capítulo 1

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_¿Dónde estará está
niña?_murmuro con la vista al frente.

Me acerco sigilosamente hasta la pequeña canasta que utilizo para guardar la ropa limpia de las niñas cuando escucho una risita   traviesa.

_¡Te encontré!_exclamo viendo el listón morado que adorna el cabello de mí pequeña niña.

_¡Mami! Me has asustado.

La contempló por unos segundos sin saber muy bien como voy a sacar las manchas que le hizo a su overol.

_Alisson. ¿Te comiste las únicas fresas que quedaban?_ le pregunto en un tono calmado con mis brazos extendidos para sacarla de la canasta de mimbre.

_No mami

_Sabes que está mal mentir_le recuerdo mientras nos dirijo hasta la lavandería.

_lo sé y lo siento, solo quise probarlas_me cuenta en un tono preocupado.

_No pasa nada amor, pero la próxima vez que quieras fresas dímelo y te doy algunas.

_Prometo que lo haré ¿Puedo irme a jugar un ratito?_me súplica.

_Solo un rato que tienes que hacer las actividades que te dejo la señorita Mildred.

No termino de hablar cuando ya desapareció de mí campo de visón, sonrió como tonta mirando el pasillo por el cual se fue mí pequeña y decido comienzar a doblar la ropa ya lavada y planchada. En cuanto estoy por ir a ver cómo está Alisson el timbre suena indicando que mí princesa más grande llego del kinder.

Inspiró y expiró con delicadeza, cerrando mis ojos cansados por un momento ya que estos no dan  para más y abro la puerta principal con una gran sonrisa.

_Hija_murmuro en un tono de saludo antes de darle un sonoro beso en su mejilla carmesí.

_Mamita_me rodea con sus pequeños brazos en un tierno abrazo_Te extrañe mucho hoy.

_Yo más cielo_digo haciendo un gentil gesto de despedida a Mabel, la conductora de autobús que la lleva y la trae todos los dias_¿Cómo te fue hoy?_pregunto tomando su mochila para que pueda ir a sentarse.

_¡Ya es hora de tomar  la merienda Alisson!_le aviso en un tono alto para que pueda oírme.

_Voy mami_ habla desde su habitación.

Dejo en la isla de la cocina dos jugos exprimidos de naranja y mango, acompañados de una deliciosa tarta de frambuesas que hice en la mañana antes de sentarme un momento junto a mis hijas a descansar. Las observo a cada una con los ojos vidriosos, parece que fue ayer cuando las tuve en mi brazos por primera vez.

_Mamá_llama mi atención Sophia sacándome de mis pensamientos.

_¿Si, cariño?_pregunto masajeando disimuladamente mí espalda baja.

«Si que estaba agotada»

_¿Te sucede algo?_pregunta sin rodeos con los ojos  fijos en mí.

_No pasa nada princesa, solo estoy un poco cansada por la empresa y hacer algunas cosas de la casa, pero estaré bien, prometo descansar en un rato_trato de tranquilizarla sin mentirle en nada.

_Entonces descansa mami, se que tienes que trabajar por nosotras, pero deseo que no te presiones tanto.

_Las amo hijas_sonrió recostando mi cabeza en la isla.

_Nosotras más_dicen ambas con armonía.

_Cuando terminen de merendar dejan las cosas en el lavado y en un rato yo las lavo.

_¿Por qué no te gusta que lavamos nuestros platos cuando no estás tú mami?_pregunta Alisson con curiosidad.

_Porque está cocina es muy alta y peligrosa para ustedes, no quiero que se corten.

_Queremos ayudarte_ahora dice Sophia.

_Ya me ayudan ordenado sus habitaciones, los productos del sanitario y la mercadería_les recuerdo para que no sientan culpa_Ahora iré a sacar las cajas  que separaron con juguetes que ya no utilizaban para poder donarlos y si quieren pueden quedarse mirando la televisión un rato en el living hasta que prepare la cena.

_¡Tinkerbell!_gritan al anuncio buscando el mando de la tele.

•{Un rato después} (...)

Corto los vegetales y los coloco en la bandeja junto al pavo para que se vaya cocinando poco a poco en el horno mientras tarareo la canción eufórica que se reproduce en la tablet de Sophia y me decido al fin por portear una fotografía mía y de las niñas que tomamos hace un momento en el sofá.

Me tomo un tiempo para revisar algunos contratos de la empresa y enviarlos mediante correo electrónico hasta que el timbre de casa suena anunciando una visita.  En cuanto me asomo al espejito de la puerta para ver de quién se trata logro divisar a Maxine y la mamá de Ethan.

Trato de ignorar el pinchazo de dolor que se instala en mí corazón
Nuevamente al recordarlo como lo hice hasta hace solo unas horas y abro la puerta con la mejor actitud que me sale.

_Maxine_digo sonriente mientras voy hasta ella para saludarla pero se corre a un lado abruptamente y se va rápido con las niñas.

_Creo que ya voy perdiendo la esperanza con respecto a que un día me perdone_confieso con lagrimas en los ojos aceptando el abrazo de mí suegra.

_Solo dale más tiempo, no tiene que perdonarte nada porque es ella la que se quedó con una mala imagen tuya y no quiere escucharte, ya se le pasará.

_Lleva así cinco años no creo que se le pase_limpio una lágrima que corre por mi mejilla.

_Ya lo entenderá, pero por favor ten paciencia_murmura en un suspiro tomando asiento en uno de los sofás.

_Justo estábamos por comer_le cuento acomodando dos platos más_ Me alegra que vengan a visitarnos.

...

La cena transcurrió normal e incómoda por la actitud de Maxine. Ella jamás me dirigirme la palabra si no es estrictamente necesario desde hace ya tanto tiempo, las esperanzas de que algún día volvamos a reír, hacer karaokes por la noches y bailar canciones de Rihanna se están esfumando poco a poco.

En la mañana trabajé duramente por varias horas por lo que al llegar la hora de ir a dormir a lo primero que hago es llenar la bañera y tomar una ducha relajante, pero a medida que mí cabeza va pensado llegan los recursos con Ethan en esta casa que fue testigo de nuestro amor incondicional.

Sonrió dejando salir las lágrimas, enjuago mí cabello y cuerpo con esencias de rosas y me coloco el pijama una vez que revise como dormían mis hijas para poder abrir la caja con tantos recuerdos guardados.

Prometí no volver a sacarla de aquel lugar pero me es inevitable prohibirme de admirar esa sonrisa que hasta el dia de hoy remueve cien mil mariposas en mí interior. Los ojos comienzan a arder y nuevas lágrimas bajan por mis mejillas como una cascada mientras me tomo el tiempo para admirar una fotografía de nosotros dos abrazados, lentamente la llevo hacia mí pecho recostando la cabeza en su lado de la cama y voy cerrando los ojos.

_Buenas noches amor_digo con la voz apagada.

 𝙏𝙪 𝙮 𝙮𝙤 𝙨𝙞𝙚𝙢𝙥𝙧𝙚 𝙟𝙪𝙣𝙩𝙤𝙨 [𝙨𝙚𝙜𝙪𝙣𝙙𝙖 𝙥𝙖𝙧𝙩𝙚] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora