_Gracias por todo William en verdad te lo agradezco¿sabes algo curioso? Desde que te vi por primera vez supe que eras una buena persona salvo por tu arrogancia y tu ego_digo con los brazos cruzados caminando por los pasillos de esta gran clínica.
_Gracias por el cumplido, tu hija no tendría que estar pasando por esto, no se lo merece pero la vida es así, injusta y descarada_dice caminado junto a mi.
_Lo es pero hay que sobrepasar obstáculos y aprender de ellos para saber llevarlos y no tener dificultades en el camino_digo para luego observar mi alrededor.
_Eres una persona demasiado madura e inteligente como también astuta cuando te lo propones y eso es algo grandioso_dice mirándome a los ojos.
Incomodamente e inconsientemente miro hacia otro lado, su contacto visual es demasiado intenso para mi y no quiero caer a sus pies, no deseo ser otra chicas que lleva a su cama por gusto, conmigo no va a poder.
_¿Por qué cada vez que te miro fijamente a los ojos me esquivas la mirada?_pregunta cada vez más cerca de mi, mis nervios se incrementan y trato de no demostrarlo pero se que es en vano.
_Yo...yo_tartamudeo cuando veo que me toma por la cintura esperando una repuesta coherente.
_¿Tu?_pregunta esperando una respuesta.
_Tu me pones nerviosa_confieso de una vez sin más rodeos.
_¿Yo?¿Y por qué?_pregunta haciéndose el inocente.
_Sabes muy bien porque_digo para después tomar la decisión de levantar la vista y mirarlo fijamente a los ojos.
Muy mala idea Emliy me reprocho por esa absurda decisión que acabó de tomar.
_Emliy_ dice llamando mi atención.
Pero yo sólo puedo preguntarme ¿Que se supone que haré ahora? ¿Salir corriendo?, ¿Mantengo el contacto visual?.
William Baja la vista a mis labios y eso me asusta
Emliy has algo rápido, el no te puedo besar, estarías traicionando a Esthan.
_Lo siento, pero no puedo_digo dando unos pasos atrás, cuando veo que una de sus manos se posaba en mi nuca con la intención de acercarme a su boca.
_No te quiero presionar pero esa boca hace que no me pueda controlar. Emliy me tienes loco, te deseo todo el tiempo, por alguna extraña razón no puedo quitarte de mi mente y corazón_dice cerca de mi oido.
_Ni yo_ suelto sin pensar arrepintiendome al instante.
_¿Te sucede lo mismo?_pregunta con ilusión.
_Estoy confundida_digo soltando un pesado suspiro.
_Mejor vamos con Sophia, seguro ya se a despertado_dice caminado en dirección contraria hacia la habitación de mi hija.
_Vamos_digo caminado junto a él pensando en lo que acaba de suceder.
(...)
_¿Mami?_me llama sobresaltada con sus ojos llenos de lágrimas.
_Shh, sólo fue una pesadilla cariño. Estoy aquí_digo caminado hacia su cama hospitalaria para abrazarla fuertemente.
_Siento mucho frío mami_dice mi pequeña hija.
_Ya pasará cariño, prometo que pronto pasará_digo viendo a William mientras arropo a Sophia.
_Mañana estarás mejor y...
_Soñe con papá_me interrumpe.
Dejo de arroparla, me quedo inmóvil sin saber que decir o hacer, siempre me sucede lo mismo en estas ocasiones.
_¿Y que soñaste?_le pregunto tratando de no sonar triste.
_Que regresaba y que tu y papá se casaban_dice con una sonrisa.
_Eso es muy bonito mi amor, ahora es hora de descansar para que mañana por la mañana tengas más fuerzas para seguir practicandome de tu sueño_beso su frente para luego levantarme de su cama y salir rápidamente de allí antes de romper en llanto frente a mi hija.
Camino hacia la cafetería, me detengo frente a una máquina expendedora y presionó un botón para que este saque un chocolate con almendras, mi favorito.
_Cada vez que estoy nerviosas, estresada o ansiosa como cosas dulces_digo sentandome con mi chocolate en unas de las mesas de la cafetería viendo como William se sienta junto a mi.
_Que curioso_suelta de la nada.
_¿Curioso?_pregunto comiendo de mi chocolate que por cierto no está nada mal, para nada mal.
_Yo también como cosas dulces para desahogar mis penas ¿y sabes por qué? Porque no tengo con quien sincerarme y en quien confiar, pero tu me tienes a mi, desahogate_dice tomando mis manos las cuales tiemblan.
_Créeme que no querras escuchar mis desgracias_digo riendo con ironía mientras me levanto para dirigirme hacia la máquina de café y así servir dos tazas con café bien cargado.
_Claro que quiero escucharte, para eso estoy aquí, te escucho_dice esperando una respuesta.
_¿Cuántas de azúcar?_pregunto.
_Dos_dice desde la mesa.
Una vez que tengo los dos cafés me siento en la mesa dispuesta a contarle una parte de mi vida con la intención de que me conozca mejor y pueda descargarme con alguien.
_Soy todo oídos para ti preciosa, puedes contarme lo que desees, no te interrumpire, ni mucho menos te juzgare, si necesitas un abrazo aquí estaré, sólo suelta todo lo que te este molestando_dice con una sonrisa calida y de aliento.
Suspiro y me relajo para lo que viene.
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𝙏𝙪 𝙮 𝙮𝙤 𝙨𝙞𝙚𝙢𝙥𝙧𝙚 𝙟𝙪𝙣𝙩𝙤𝙨 [𝙨𝙚𝙜𝙪𝙣𝙙𝙖 𝙥𝙖𝙧𝙩𝙚] ✔️
Novela JuvenilQuedar viuda y que aún no puedas superar a tu prometido por completo es devastador, más si tus pequeñas hijas preguntan por su padre fallecido con frecuencia. ¿Cómo abres tu corazón ante alguien más? ¿Cómo haces para volver por si solos esos latido...