_Ya casi bebé_susurro al notar como comienza a quejarse.
Termino de lavar su pequeña cabecita con sumo cuidado para luego con una toalla envuelta en su cuerpecito caminar hacia la cama matrimonial y así poder vestirlo con el conjunto de ropa que había elijo minutos antes de bañarlo.
Seco cada parte de su cuerpo con sumo cuidado, le coloco el pañal y esparzo crema mientras le hago cosquillas_¿Quien es el bebé más listo?_pregunto acercando mi rostro hacia su pancita para proceder hacerle cosquillas con mi nariz_Tú cariño_le coloco el body blanco y el pantalón, también procedo a colocarle las medias y un gorrito de lana gris.
_Ya estás listo principe, ¿Que te parece si bajamos a bajo con papá?_digo caminado por el corredor mientras introduzco el chupete en su boca, como era de esperarse lo acepta gustoso._¡Buenos dias!_bajo las escaleras con una cálida sonrisa.
_Buenos días cariño_susurra William cerca de mi rostro con la intención de besarme.
_¿Y las peques?_pregunto al notar la casa en completo silencio mientras camino hacia el comedor.
_Estan afuera jugando un rato_deja las tostadas en la mesa en señal de rendición al darse cuenta que lo evité cuando se estaba acercando más de lo debido.
No va a ser tan fácil como tú crees cariño.
_Dormi como un bebé_me siento a desayunar con Esthan en brazos el cual no quiere soltar su chupete de ninguna forma.
_Eso es bueno_sonrie entregándome un vaso de jugo natural.
_Lo es, tú estás y eso fue lo único que necesite para quedarme profundamente dormida_sonrio al ver a Esthan emitir sonidos de protesta en cuanto su chupete se cae.
_Voy por las peques y seguimos hablando_avisa antes de desaparecer por la puerta corrediza del jardín.
Comienzo a tararear una melodía tranquilizadora mientras veo el rostro de Esthan. Largas pestañas, ojos azules y grandes, labios iguales a los míos, grandes y suaves, piel perfectamente delicada, sonrió al notar que he formado una familia de cinco.
Recuerdo todo lo que me costó llegar hasta donde estoy, trabajando, lágrimas y dedicación fueron la pieza clave para que pueda salir adelante, además de mis hijas, William y el bebé, también ... Esthan, el fue una etapa de mi vida que jamás olvidaré y que perdurará en mi corazón hasta el día en el que muera.
El fue todo lo que una mujer podría desear, amoroso, gentil, considerado, inteligente, sexy dominante, seguro de si mismo y mucho más. Estoy totalmente consiente de que mi corazón sigue latiendo a mil por hora cuando escucho su nombre y más ahora en mi hijo, pero eso no me hace sentir mal ni mucho menos culpable.
Siento que es una manera de que el siga en mi vida, de alguna manera, lo siento conmigo, caminado junto a mí y dándome su mano en los momentos que tocó fondo. Recuedo cuando lo vi por segunda vez en la oficina, el era un hombre serio, pero con un gran corazón. Imponente y decidido de sí mismo, sonrió al recordar cómo mis piernas flaqueaban cada vez que se acercaba a mi con esa sonrisa encantadora y esos profundos ojos azules que te transportaban a otro planeta por la dimensión que reflejaban estos.
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𝙏𝙪 𝙮 𝙮𝙤 𝙨𝙞𝙚𝙢𝙥𝙧𝙚 𝙟𝙪𝙣𝙩𝙤𝙨 [𝙨𝙚𝙜𝙪𝙣𝙙𝙖 𝙥𝙖𝙧𝙩𝙚] ✔️
Teen FictionQuedar viuda y que aún no puedas superar a tu prometido por completo es devastador, más si tus pequeñas hijas preguntan por su padre fallecido con frecuencia. ¿Cómo abres tu corazón ante alguien más? ¿Cómo haces para volver por si solos esos latido...