𝑀𝑌 𝐸𝑉𝐼𝐿 𝑄𝑈𝐸𝐸𝑁 | Evie Grimhilde© [ +21 ] (EDITANDO)

CHAPTER III: Queen of Mean.

Había comenzado mi día bastante bien, hace mucho tiempo no me sentía tan relajado, supongo que iré a visitar a Nessa más seguido si todas las mañanas serán así de tranquilas, la mayoría de la veces despierto rodeado de piratas con resaca o peor aún...siendo yo uno de ellos.

De camino a la guarida me desvíe hacia uno de los habitantes pasando lo suficientemente cerca como para meter mi mano dentro del bolsillo de su pantalon, llegando de esa forma a tomar su billetera y un paquete de cigarrillos.

Saqué uno del paquete y lo encendí a la vez que abría las puertas del restaurante, fue ahí donde me encontré nuevamente con los chicos, me acerqué a Harry y para mi gran sorpresa se veía excelente.

Ian: —Mira nada más, pareciera que moriste y luego reviviste—. Reí dándole una palmada en su espalda mientras me subía encima de la mesa de madera para poder sentarme.

Harry: —Bueno bueno bueno, pero aquí el sorprendido soy yo...¿Porqué estás de tan buen humor?—. Preguntó con esa sonrisa maliciosa que tanto lo caracteriza. —Solo puede ser una cosa...con quién fue esta vez?—.

Ian: —Además de molesto eres chismoso—.

Harry: —Oye, si alguna de esas zorras se acerca a mi hombre tengo derecho a saberlo—.

Ian: —Eres la Reina del drama ¿Lo sabías?—. Me miró con seriedad apuntandome con su garfio. —Jamas te cambiarían por nadie tesoro, lo sabes, ya deja de verme así—.

Reí para luego pasarle el cigarrillo que estaba por la mitad, estas cosas son difícil de conseguir en la isla y por supuesto siempre que encontramos algo de valor lo compartimos

Ian: —Fue con Nessa, digamos que tuve una emergencia y ella me ayudó a solucionarlo—.

Garfio tomó el cigarrillo dándole una calada reteniendo el humo para luego expulsarlo de forma lenta disfrutando cada segundo.

Harry: —Nessa...ufff, esa chica es una belleza, y también tiene un trasero con unos pechos que dan ganas d..—.

Ian: —¡¡¡HEEYY!!!—. Lo interrumpí para luego darle un empujón con mi pie haciendo que caiga de su asiento directo al suelo. —Ten cuidado con lo que dices de ella, o de cualquier chica de aquí—.

Gil: —Ohh...están jugando y no me dijeron?—. Ambos nos miramos y luego ayudé a Harry a levantarse del suelo.

Ian: —No, sólo le estaba dando una lección a este niño para que aprenda a no decir cosas inapropiadas sobre otras personas—.

Lo mire de reojo acercándome luego a Gil pasando mi brazo por sus hombros.

Ian: —Aunque no es una mala idea lo que dijiste grandote, hace mucho no salimos a divertirnos, que dicen...¿Salimos para darle un poco de alegría a los habitantes?—.

Los tres nos miramos y al unísono formamos una sonrisa, con eso ya nos dimos a entender sin una palabra lo que íbamos a hacer.

Buscamos un par de armas y fuimos hasta la azotea de la guarida, desde ahí comenzamos correr por las alturas, de vez en cuando uno saltaba desapareciendo por un par de segundos para luego volver a aparecer con algo en sus manos.

Harry: —¡Miren lo que encontré!—. Sacó un reloj el cual tenía enrollado en su garfio mostrándolo con orgullo. —Pondré esto bajo la almohada de mi padre, no sabrá lo que le espera—.