𝑀𝑌 𝐸𝑉𝐼𝐿 𝑄𝑈𝐸𝐸𝑁 | Evie Grimhilde© [ +21 ] (EDITANDO)

CHAPTER XXXV: Rider

Evie: —Eres un idiota...—.

Ian: —Si...tal vez lo sea—.

Mi mano se dejó caer por sí sola al suelo por el enorme dolor que estaba sintiendo en mi pecho, colgué la llamada, trataba de fingir que esa conversación jamás pasó y ella en realidad nunca quiso decir aquello...pero eso no hacía que doliera menos.

¿Qué se supone que estaba esperando? Por dentro yo sabía que tarde o temprano algo iba a ocurrir que iba a terminar por separarnos, no quería creerlo, hasta llegué a pensar de verdad que podría tener un buen futuro con ella a mi lado...pero como todo villano dice, nosotros no tenemos finales felices.

Esperaba que por lo menos nuestra separación se diera porque nos descubrieron, la ira de Igna tal y como dijo Hades...que por cierto tenía justo en mi mano la brasa que Evie prometió siempre llevar con ella, la dejó simplemente en la mesa de la entrada, juro que esperaba que me dejara por cualquier motivo, hasta hubiera jurado que sería yo quien lo echaría todo a perder con alguna pelea o alguna estupidez que siempre hago...pero nunca imaginé que la razón sería...el idiota de Chad.

Mi respiración estaba comenzando a acelerarse y mis ojos dolían por la forma en la que estaban comenzando a brillar, pero estaba intentando retenerlo, se encendían y apagaban constantemente como si se tratara de un interruptor controlando una bombilla de luz.

Pero llegó un punto en el que no pude más, me encontraba sentado dentro de un armario y tenía el espacio bastante reducido, lo que hacía que todo fuera peor, tiré mi cabeza hacia atrás y solté un grito tan fuerte que todo a mi alrededor comenzó a temblar.

Sentía un calor extremo, mis manos ardían a tal punto que juraba que fuego iba a salir desprendido de ellas, pero sin poder contenerme golpeé la puerta en repetidas ocasiones hasta lograr salir de allí, al levantarme y salir del lugar inhale profundo para tratar de calmarme. 

Aunque ese calor había desaparecido el dolor seguía ahí, pensaba en que jamás la volvería a tener a mi lado, jamás volvería a probar sus labios...me encontraba caminando en círculos pasando mis manos por mi cabello, quería llorar, no tolero la idea de pensar que justo ahora está con ese idiota...él se las verá conmigo, si llega siquiera a tocarla va a perder algo más que su cabeza, no lo permitiré.

Tomé la brasa y comencé bajar las escaleras a toda prisa, sabía que la puerta de entrada estaba cerrada, pero no es nada que un poco de fuerza no pueda solucionar, de hecho ni siquiera sabía en dónde se encontraban ellas, pero sería capaz de recorrer cada Bar de Auradon hasta llegar a dónde sea que estuvieran.

Pero cuando estuve cerca de llegar a la puerta Dizzy se asomó y se puso en frente.

Dizzy: —Ah ah, no te irás!! Ya preparé todo para seguir viendo el programa y esta vez te separé los malvaviscos para tí gruñón—. 

Ian: —Diz lo siento debo irme ¡Necesito que me dejes pasar!—. 

Trataba de calmarme cerrando mis ojos y respirando lo más lento que podía, no quería gritarle, ella no tiene la culpa de nada, pero la furia que tengo en mi interior me está matando.

Dizzy: —¿A dónde necesitas ir con tanta urgencia? Evie vol...—. 

Ian: —¡¡¡¡¡DIZZY DÉJAME IRRR!!!!!—.

El sólo hecho de escuchar su nombre me enloqueció, grité cambiando mis ojos colocando mis manos sobre mi cabello por lo molesto que estaba, sentía que iba a explotar, pero luego al abrir mis ojos pude notar que ella se asustó tanto que se apartó varios pasos hacia atrás juntando sus manos casi estando a punto de llorar.

Ian: —¡Oye! Nono lo siento Diz, ven aquí..—. Quise acercarme a ella bajando para estar a su altura extendiendo mis brazos para poder abrazarla, pero ella se dudaba en acercarse, e incluso se apartó disimuladamente. —Diz...no voy a lastimarte, tranquila—.