𝑀𝑌 𝐸𝑉𝐼𝐿 𝑄𝑈𝐸𝐸𝑁 | Evie Grimhilde© [ +21 ] (EDITANDO)

CHAPTER FOUR S.II: Brides

El sol comenzó a brillar cuando se encontró en su punto más alto, pero las nubes comenzaron a opacar la luz que radiaba en las colinas, un fuerte y claro sonido de un halcón logró sobresalir del cielo cuando una joven logró llegar a la cima de las montañas.

Completamente exhausta arrojó su única arma al suelo elevando sus manos para indicar que no quería batalla, pero cada individuo del Clan se acercó al notar de quién se trataba.

Raiko: —¡¡Llevensela!!—.

Tomaron a la hija de Mulán de la peor forma en que pudieron hacerlo, mostrando cada segundo que tuvieran la oportunidad el enorme desprecio que tenían.

Todos y cada uno de los miembros que quedaron en el Templo fueron reunidos para que presenciaran lo que estaba a punto de ocurrir, inclusive los niños más pequeños.

La colocaron de rodillas para luego quedarse a su alrededor mientras que el que se hacía llamar su Líder mantuvo su postura en el frente.

Raiko: —Estás aquí para responder por las traiciones de tus padres, en especial por las de tu madre—.

Lonnie: —Por favor…estoy aquí por voluntad propia, no vine para herir a nadie ni tampoco saben dónde estoy, sólo vine para hablar con Ian…supe, cosas que enverdad necesito hablar con él, debo…disculparme por cosas que dije e hice pero también necesito respuestas y él es el único que puede darmelas, no puedo ver a mi familia después de todo lo que sé en este momento…lo que sea que hayan hecho mis padres no tuve nada que ver y lo sabes…—.

Raiden: —¡¡¡Tu padre entró en nuestro antiguo Templo y lo hizo cenizas, masacró cientos de nuestros hermanos e incluso niños con su Ejército!!! Luego se retiró fingiendo que nada pasó y lo premiaron como héroe…pero tu madre, mírate, eres igual a ella, esa víbora fue la razón de todo—.

Raiko: —Matarte le enviaría un mensaje a tus padres…pero se me ocurre una mejor idea para hacerlo en lugar de simplemente atravesarte con una espada—. 

Sonrió ampliamente para luego mirarla de arriba a abajo. 

Raiko: —¡¡Raiden!! Trata de mantener su rostro intacto, quiero que sepan que es su hija cuando la vean—.

Cinco de los miembros del Clan se acercaron cada uno con sus armas, tomaron a la joven y comenzaron a torturarla de todas las maneras posibles, varios fueron castigos que el mismo General Shan Yu había impuesto para los traidores.

Las horas pasaban y la hija de Mulán trataba de resistir, pero prácticamente había perdido toda fuerza que le quedaba y se había prometido no pelear.

Raiko: —Raiden, la señorita trae demasiada ropa…deberían ayudarla—.

Nuevamente se acercó y tomó entre sus manos la tela de su ropa para rasgarla por completo, las lágrimas de la hija de Li Shang caían por doquier, trataba de sostener partes de su ropa sobre su pecho mientras que el rojo de esa misma tela se combinaba con la de su sangre.