𝑀𝑌 𝐸𝑉𝐼𝐿 𝑄𝑈𝐸𝐸𝑁 | Evie Grimhilde© [ +21 ] (EDITANDO)

CHAPTER X: Homecoming

La nostalgia se hizo presente en el momento que estábamos subiendo a la limusina, quería con todas mis fuerzas ir hasta donde estaba Evie para poder besarla pero...era imposible.

Fui el último en subir, siendo así quien vió las expresiones de todos al final.

Sin más rodeos el chofer sólo arrancó, Gil y Harry por su parte estaban atragantándose con los dulces que había en frente de nosotros, pero no tenía apetito en este momento, Uma podía notar el dolor que estaba sintiendo por dentro y sólo apoyó su mano por encima de mi pierna.

Uma: —De verdad, lo lamento mucho Ian...—. 

No formulé una sola palabra ya que si lo hacía lo más seguro es que las lágrimas se harían presentes.

La barrera se abrió dejándonos entrar nuevamente en la Isla, éramos oficialmente prisioneros otra vez, todos bajamos del auto y fuimos directamente al restaurante de Úrsula, los piratas comenzaron a golpear cosas y a gritar dándonos la mejor bienvenida posible mejorando un poco nuestros ánimos.

Nos sentamos en uno de los grandes tablones dónde los meseros dejaron tragos en frente de nosotros, tomé la jarra y sin respirar bebí hasta la última gota que había en él dejando el cristal de golpe sobre la madera.

Pedí nuevamente al mesero que me trajera más bebida y a medida que las iba terminando ellos traían más, llegó un punto en el que todos estábamos ebrios y solamente dejamos salir nuestros sentimientos.

Gil y Harry no paraban de contar historias sobre las cosas que vieron en Auradon, en especial cuando Garfio "lucho mano a mano con el Rey Bestia hasta dejarlo sin aliento".

Pero luego Harry se acercó a mí y a Uma dejándose caer sobre la mesa, simplemente comenzo a...dejar que su corazón hablara, en realidad lo hace con cualquier persona cada vez que bebe.

Harry: —¿Recuerdan los ojos de Jane?...son hermosooos—. Dijo en notable tono de ebriedad mientras se abrazaba a su garfio. —Si fuera mía...le daría a cada océano del mundo su nombre, conquistaría tierras en donde ella sería su Reina... mí Reina—.

Todos comenzamos a reír, podría llegar a ser que Harry estuviera un poco enamorado de esa chica? Esto es algo que jamás se había visto, supongo que al menos no soy el único que está pasando por algo así.

Ian: —Uma...tienes que ayudarme a encontrar alguna forma de salir de este lugar—. Ella se levantó cómo pudo para poder mirarme.

Uma: —Sabes que no podemos, estamos en una tregua y si llegamos a romperla eso va a terminar—. De mala manera dirigí mi vista hacia ella cambiando mis ojos de color por la furia.

Ian: —¿De verdad?...de todas las personas creí que tú serías quién me entendería—. Tomé con fuerza la botella que tenía en mi mano estrellándola contra el suelo para después levantarme de mi asiento. —¡¡¿SABES POR LO QUE ESTOY PASANDO Y NO QUIERES AYUDARME?!!—.

En menos de un segundo Uma se levantó rápido de su asiento chocando sus manos contra la mesa imponiendo autoridad.

Uma: —¡¡¡A MI NO ME LEVANTES LA VOZ!!! Ian te quiero y entiendo que estés mal por no poder estar con ella, pero en esta ocasión son ellos los que tienen la última palabra...te ayudaría a salir pero no podemos romper ese tratado, de lo contrario TODOS los villanos de esta Isla sufrirán las consecuencias—.

Con lágrimas en mis ojos salí del lugar sin siquiera recitar una sola palabra, subí las escaleras hasta llegar al tercer piso hacia la Guarida, necesitaba recostarme y pensar un poco.

Aunque odie admitirlo Uma tenía razón, si llegamos a romper esa tregua significaría que nos dejarían aquí para siempre sin posibilidad de que alguna vez podamos salir, quiero escapar e ir a Auradon...aunque sea estando oculto, pero si descubren que no estoy sería el fin para todos aquí y no podría tener en mi conciencia que unos niños paguen por algo que yo hice, al menos ya no...no podría soportarlo otra vez.