𝑀𝑌 𝐸𝑉𝐼𝐿 𝑄𝑈𝐸𝐸𝑁 | Evie Grimhilde© [ +21 ] (EDITANDO)

CHAPTER IV: Metal armor.

Comenzó a hacer ruido en mi cabeza el hecho de tan sólo pensar que estaba poniéndome celoso de alguien que ni siquiera conocía.

Hasta su nombre suena ridículo "Doug" qué clase de estupido nombre es ese, acaso será mitad cachorro? Eso tendría más sentido, sé que Evie siempre había querido tener una mascota.

Tal vez el idiota es un simple bufón que tiene para que haga todo por ella, tal y cómo solía tener a la mayoría de los chicos en la Isla.

Como sea, traté de no pensar en eso, tan sólo quería olvidarlo y concentrarme en Mal, ella es mi vida y juré recuperarlas cueste lo que cueste...aunque eso incluya deshacerme de Benjamin.

Pero en medio de la discusión Uma se acerca para tomarme del brazo jalándome hacia un lado para que los demás no escucharan.

Uma: —¿Oye que te sucede? Sé perfectamente que quieres recuperar a Mal, pero este no es el momento ni el lugar de acuerdo?—.

Me soltó luego de darme un sermón como si fuera un niño pequeño, quería contarle lo que me estaba sucediendo pero cómo podría explicarle algo que ni siquiera yo logro saber qué es.

En este momento ni siquiera estoy pensando en Mal sino en...ella, por favor que alguien me despierte ¡Esto no me puede estar pasando!.

Al cabo de los minutos logramos llegar a un lugar un poco extraño, todo era tan verde que te quemaban los ojos de tan solo verlo.

Evie: —Están dormidos...todos—. Suspiró sorprendida al igual que todos.

Mal: —No contesta Ben...—.

Evie: —Ni Dizzy, ni Doug—.

Carlos: —Ni Jane, no hay señal—.

Los tres estaban con aparatos tratando de encontrar a alguien que no estuviera dormido y así nos explique qué demonios estaba pasando en el lugar, al parecer era la Preparatoria de Auradon según lo que oí decir a Carlos.

Lo que realmente me interesaba era la cantidad de comida que había encima de cada mesa, la mayoría de las cosas no sabía ni lo que era pero se veía...delicioso.

Gil: —Todo se ve tan...raro, verde ¡tienen hojas EN los árboles! y esas cosas de colores en los arbustos—.

Se veía súper emocionado por cada cosa que veía, y lo peor de todo es que cuando eso le pasa ¡no se calla!.

Jay: —¿Umm...Flores?—. Preguntó cómo si la respuesta fuera obvia, creo que no se acuerda que no tenemos este tipo de cosas en la isla.

Gil: —Las flores son bonitas—. Sonrió con inocencia y agarró unas cosas verdes y moradas de un tazón, me acerqué y le quité algunas.

Abrí mis ojos por el exquisito sabor que tenían, una especie que dulce jugo salía de ellas ¡¡ERAN DELICIOSAS!!

Ian: –Hmm ¡¿¡¿QUÉ ES ESTOO!?!?–.

Le arrebaté el tazón a Gil y justo en ese momento empezamos a pelear cayendo ambos al suelo por ver quién se queda con las últimas bolitas de colores. 

Uma enfrentó a Jay cuando se quedó viéndonos de una mala forma, pero lo detuvo cuando supo que iba a decir algo fuera de lugar.

Uma: —Dejalos en paz, tienen hambre, no tenemos frutas en la Isla ¿lo olvidan?—. Ella se acerca junto con Jay para poder separarnos. —¡YA BASTA! no son niños pequeños ¿Qué hablamos sobre compartir?—.

Jay: —Son uvas, están por todas partes no es necesario que peleen por ellas—. 

Nos dió una palmada en la espalda a ambos para luego seguir con su camino, dejé que se adelantaran un poco y tomé varias uvas guardandolas en mi bolsillo para más tarde.