En el momento en que el pequeño tirano de los nobles, Roel Ascart, vio a su hermanastra, recupero sus recuerdos.. Se dio cuenta de que estaba en el mundo de un juego de chicas que jugó en su vida anterior. Para empeorar las cosas, ¡era el villano má...
En una llanura carmesí a la que hace tiempo que no acude, Roel se subió al hombro de Grandar mientras observaba la puesta de sol y la tierra se deleitaba con su resplandor.
Ya sean dioses antiguos o gigantes, eran existencias que había que respetar y temer. De haber sido en la época antigua, sólo aquellos de una raza elevada a los que se les había concedido permiso podían tener el honor de subirse al hombro de un gigante. Las existencias insignificantes, como los humanos, sólo eran dignas de postrarse en el suelo mientras esperaban que los gigantes pasaran a su lado.
La duda albergada por Rodney y los demás aldeanos era legítima. Independientemente de la época en la que se estuviera, no había duda de que los humanos palidecían con mucho en comparación con esos monstruos que habían gobernado el mundo desde la era antigua.
Si uno viera la progresión de los trascendentes como un punto de referencia para el desarrollo de una civilización, la raza humana estaría en la Edad del Hierro, tan rezagada con respecto a los demás que solo perseguirían los pasos de los que están muy por delante en la carrera.
Pero, por supuesto, esto no le importaba a Roel. Actualmente era un amigo que había firmado un contrato de igual a igual con Grandar, por lo que pararse en el hombro de este último no era nada para hacer un escándalo. De hecho, era mucho más conveniente hacerlo cuando estaban conversando.
"Grandar, me he estado preguntando todo este tiempo, pero tengo mucha curiosidad por saber por qué nos conocimos".
Había pasado medio mes desde la última vez que se reunieron en el Estado de los Testigos. Roel estaba encantado de cruzarse con su esquelético amigo en sus sueños una vez más, y esto confirmó sus sospechas de que este último también podría aparecer en el mundo real.
"Si mi línea de sangre me permite deslizarme en los registros de la historia y presenciar lugares que ya han sido olvidados por la humanidad, ¿Cómo llegó a ser nuestra conexión en primer lugar? Ya falleciste hace mucho tiempo, ¿verdad?"
Roel se acarició la mandíbula inferior contemplativamente.
Los gigantes ya habían desaparecido por completo en la época de Victoria en la Tercera Época, y el propio Grandar también había mencionado que ya había fallecido hace mucho tiempo. Por lo tanto, debería haber algún tipo de catalizador que los uniera entre sí.
¿Es mi habilidad de línea de sangre? Pero, si ese es el caso, ¿Qué tiene mi habilidad de línea de sangre que tenga una conexión con Grandar? No puede ser a través de una lotería, ¿verdad?
La pregunta de Roel hizo que Grandar guardara silencio. La enorme mano esquelética de este último se frotó el cráneo calvo, aparentemente sumido en sus pensamientos.
