Capítulo 180: Buenos días, cariño

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A la mañana siguiente, Roel se despertó con el suave toque del aliento de Charlotte en su cuello.

Era cálido y llevaba una ligera fragancia. Sentía un poco de cosquillas, pero también un poco de entusiasmo. Era como una cola de zorro que no dejaba de hacerle cosquillas a su mente somnolienta, despertándolo de su descanso.

En el momento en que abrió los ojos, se encontró cara a cara con una hermosa princesita.

Charlotte estaba acostada junto a él, en la misma cama. Su sedoso cabello castaño rojizo estaba esparcido sobre las almohadas. Incluso bajo la tenue luz, su piel clara todavía se veía impecable. Su aura noble combinada con su ropa de dormir blanca dejó a Roel con la ilusión de que estaba mirando directamente a la verdadera Bella Durmiente.

¿Q-qué está haciendo ella aquí?

Al despertarse por completo, la mente de Roel se atascó durante unos segundos al ver a su compañero de cama. Por supuesto, no era la primera vez que Roel se acostaba con una chica, pero la otra persona siempre había sido Alicia, su hermana menor. Más que decir que "dormían juntos", era más exacto decir que acompañaba a una niña a la cama. Sin embargo, está claro que ése no era el caso de Charlotte.

Ah, sí. Debe ser por lo que le dijo Isabella de acompañarme en la cama o algo así. No pensé que Charlotte tomara sus palabras en serio.

Roel sacudió la cabeza con un suspiro de impotencia mientras se preguntaba por qué Charlotte daría tanta credibilidad a las palabras de su antepasado. Normalmente era muy ingeniosa cuando estaban juntos, así que era un contraste interesante verla tan obediente. Pero aún así...

Ella se ve bien.

Roel miró fijamente el rostro a unos centímetros de distancia y pensó en cómo el dicho de que "el encanto de una persona desaparece cuando se examina de cerca" no se aplica en absoluto a Charlotte. Ella todavía se veía igualmente perfecta de cerca, atrayéndolo más y más profundamente ...

"Tos tos."

Sintiéndose un poco avergonzado, Roel volvió la cabeza con el rostro enrojecido.

Aunque fue por las instrucciones de su antepasado, Charlotte aún abandonó su reticencia como mujer a compartir la cama con él. Sería una falta de respeto por su parte albergar pensamientos desviados sobre ella después del sacrificio que había hecho.

Su leve tos, sin embargo, despertó a Charlotte. Todavía estaba un poco aturdida al principio, pero tan pronto como vio a Roel ante sus ojos, su mente se aclaró de inmediato. Con sus miradas el uno en el otro, Charlotte parpadeó con picardía cuando una sonrisa burlona se curvó en sus labios.

El pequeño tirano no quiere encontrarse con un mal final - Parte 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora