🌹¿Mikaelson?🌹

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¿Una promesa para ti? Quinta parte

Previamente...

— Por favor, no nos dejes de nuevo. Nos prometiste que volverías y te quedarías. Sobre todo a mí.

Me quedé quieta. ¿Que hago? Sé que se los prometí, pero... Él también está aquí y no lo soportaría. Pero también están mis amigos, los Salvatore, los Mikaelson, Gilbert, Donovan, Lockwood. Pasaron años, pero aún hablo con ellos.

¿Por qué habría de irme? ¿Solo por un sueño roto?

No, no me dejaría derrotar tan fácil.

Sonreí y lo miré—. Tienes razón, se los prometí. Me quedaré. 

Actualmente...

Mala idea. No quiero quedarme, quiero irme. Ya no sé cuanto más deba estar con esta falsa sonrisa. 

— Mejor nos vamos...

— No. Quiero recuperar esa carta y hacerla pedacitos. 

— No me gusta esa actitud porque me quitas la atención pero bueno. 

Me reí. Era muy agradable la compañía de Kol en estos momentos. 

— Ya. Pero toda la atención la robas tu, Kol. 

— Lo sé, lo sé. Vamos, ya se fue. 

Nos dirigimos a su habitación y empezamos a buscar, hasta que me detuve en seco. Que ingenua. COMO SE ME OCURRE QUE VA A TENER ESA CARTA DESPUÉS DE 6 AÑOS?! Y ENCIMA CREYENDO QUE VA A ESTAR EN EL MISMO LUGAR DE DONDE LA DEJÉ YO!? Que estúpida, T/n. 

— Kol.

— Que?

— Vámonos. Es imposible que esté aquí, pasaron 6 años. Que ilusa.

— T/n...

— Lo sé, Kol. Fui muy estúpida.

— T/n...

— Quizás estoy muy loca o enamorada... No eso es imposible...

— T/N POR DIOS CÁLLATE Y ESCUCHAME!

— Pero no me grites.

Hice un puchero y Kol bufó. Perdón, me dejé llevar. Vi como señalaba algo con la cabeza y miré hacia el lugar que indicaba.

— Parece que él está más enamorado que tú. Yo lo hubiese tirado hace años eso pero él... No. Y lo guarda como un tesoro. 

— Bueno, su problema. Vámonos.

— Oh, no, no me hiciste hacer todo lo que hice para irte como cobarde así que vas allá, coges esa carta, te la llevas y haces lo que quieras hacer con ella. 

Con cada palabra que decía, me empujaba más y más a aquel lugar donde estaba la carta. Voy a matarlo.

— Listo, mi misión terminó. Suerte, cariño!

— KOL, VEN AQUÍ AHORA MIS...!

Me dejó con la palabra en la boca, que idiota y malo. Pero es un lindo, hermoso, guapo malo e idiota.

Agarré esa cuadro y saqué la carta de ahí. La guardé entre mis ropas y salí de esa casa. Mi rumbo era ir a mi casa. Aunque antes, terminé en la plaza del lugar. Debería? Quizás. 

Saqué aquella carta y empecé a leerla. Las lágrimas caían sin poder evitarlo. Dolía, en verdad dolía. 

Pero ya las cosas estaban dadas, creo. Bueno, solo queda seguir. Decidí volver a guardarla y me puse en marcha a mi casa. Iba tan distraída que ni cuenta me di cuando crucé la pista y un auto venía a toda velocidad. Ni siquiera pude reaccionar cuando ahora me encontraba al otro lado de la pista, en la acera, siendo abrazada con fuerza por alguien. 

— Pero estás idiota o que te pasa!? Por qué lo hiciste?! Acaso pensabas que así acabaría todo!?

— N-No vi. S-solo c-crucé.

— Esta no era la mejor solución si tan dolida estabas por lo que pasó!?

Perdón? No todo gira alrededor de él, aunque quizás mi existencia si. 

— No fue por ti, idiota. Jamás acabaría con mi vida por ti. No te creas tan importante. 

Se alejó un poco y me miró. Pude ver como en sus ojos, un pequeño destello de tristeza apareció. Pero no me importaba. Ya no quiero sufrir y no pienso dejar que se crea la gran cosa. 

— Que?

— Que creíste? Que desperdiciaría mi vida por alguien como tú? No, jamás lo haría. Valoro demasiado mi vida como para eso. 

— Estás mintiendo. 

— En esta ocasión, no. 

— Te conozco desde hace años, T/n, sé cuando me mientes.

— Pues te estás equivocando ahora. 

Me separé de él bruscamente y empecé a caminar hacia mi casa, pero no había dado ni 5 pasos cuando me voltee y lo miré. Sus ojos conectaron con los míos y ahí sonreí. Una sonrisa para nada forzada.

— Ah y...

Abrí mi chaqueta y le mostré la carta. 

— Creo que guardaste esto como un tesoro... ¿Sabes? Esa promesa... Se puede ir al carajo junto con este escrito.

La rompí y le arrojé los restos a sus pies, mientras él me miraba dolido, triste, atónito e incrédulo. 

— Aquí acabó todo. Yo ya no te amo.

Fueron mis últimas palabras antes de salir de ahí caminando con dignidad hacia mi casa. 

¿Dije dignidad?

Esa dignidad se fue a la mierda en cuanto entré a mi casa.

Todo lo saqué, me liberé llorando como tres horas en el suelo de mi casa. A oscuras. Todas esas mentiras dolían en cuanto salieron de mi boca, pero pude controlarme frente a él. Ahora ya no. 

¿Y la carta?

La carta seguía guardada en mi chaqueta. Solo rompí un pedazo de papel que tenía en mi chaqueta. 

¿La promesa?

Rota. 

Ahora solo queda seguir adelante. Sé que lo haré. Porque tengo a mis amigos conmigo.





Hola! Listo, cumplí. JIJIJI. Ahora...

¡TADA!

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¡TADA!

Ya está publicada jiji, sorry no pude contenerme. Si me apoyan ahi, os agradecería. 

Los amo! Besos!

One shots // Tvd [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora