One shots // Tvd [TERMINADA]

🌹Stefan Salvatore🌹

Solo una noche?
Capítulo Hot

Llegué a la casa Salvatore con prisa. Stefan me había llamado desesperado pidiéndome que fuera con él. No dudé ni dos segundos y agarre mis cosas y salí.

Cuando abrí la puerta mis ojos no podían dar crédito a lo que veían. Damon besaba a Elena y ella le correspondía con gusto.

- Ejem... Hola. Esta Stefan?

Damon abrió la boca para contestar pero Stefan abrió la puerta y entró a la casa.

- Aquí estoy. Supongo que los agarraste en pleno agarre.

Elena agachó la mirada y Damon no miraba a Stefan. Ahí até cabos rápidamente.

- Lo siento yo... Me dijiste que venga y...

- Tranquila, por esto te pedí que vinieras, T/n.

Mire a Stefan y él seguía mirando a Elena. En los ojos de él se veía dolor, tristeza, intriga. Se veía exactamente igual que la mirada que me dio aquel día que lo conocí, hace 150 años.

- Elena, puedo hablar contigo?

La castaña asintió y me la llevé al cuarto de Damon.

- Como pasó esto, Elena? No amabas a Stefan?

- Lo hacia, T/n. Pero Damon estuvo conmigo cuando necesite a alguien y ahora con esto de ser vampiro mis sentimientos se han magnificado. Lo siento.

Mire a la castaña con una mezcla de odio y tristeza. Primero la quería matar por romperle el corazón a mi amigo y segundo no me gustaba que haya sido por Damon.

- Está bien. Hablaré con él. Pero no esperes que sea igual que antes, Elena.

Salí de la habitación y me fui a buscar a Stefan. Lo busque en todos lados y no lo encontré, fui a la sala y encontré a Damon encima de Stefan. Corrí hacia el y lo saque de encima de Stefan haciendo que se golpeara la espalda contra la pared.

- PERO ES QUE USTEDES NO PUEDEN ESTAR NI 5 MINUTOS SIN PELEAR!? PARECEN ANIMALES, IDIOTAS.

Damon se levantó y miró a Stefan y este lo miraba a él. Agarre a Stefan y me lo llevé a su habitación. Cerré la puerta tras de él e hice que se sentara en la cama.

- Porqué, T/n? Porqué Damon?

- Lo siento mucho, Stefan. Yo tampoco entiendo pero sé que vas a superarlo.

Lo abracé y se quedó llorando en mi hombro unos momentos. Luego levantó su cabeza y me miró. La mirada que me dio me recordó viejos tiempos. Yo nunca busque una relación seria y cada vez que Stefan se sentía mal recurría a mí y pasábamos juntos la noche. Aún así nosotros éramos mejores amigos y el acostarnos era solo si estábamos dolidos o tristes.

- Que?

- Una noche más?

- Solo una noche?

- Las que quieras.

Empezamos a besarnos y sin darnos cuenta ya estábamos tumbados en la cama. Le quite su camiseta y el la mía. Empezó a dejar besos húmedos en mi cuello y bajaba más hasta llegar a mis pechos. Desabrochó mi sostén y empezó a masajearlos, morderlos y chuparlos. Yo solo soltaba gemidos que no dudaba habían oído Damon y Elena. Lo atraje hacia mi y lo besé, seguí besándolo hasta bajar a su cuello y besar su perfecto abdomen marcado y bajar hasta su pantalón, se lo quité y pude ver su erección. Cambio de posición y ahora Stefan bajaba por mi barriga hasta llegar a mi pantalón. Lo arrancó de un tirón y me quitó mis bragas. Empezó a lamer mi clítoris y yo arqueaba mi espalda ante tanto placer que Stefan sabía que me provocaba. Gemí más alto cuando sentí que empezó a penetrarme con su lengua. Sabía que si seguiría así me correría rápido.

Cerré un poco mis piernas y Stefan alzó su cabeza, aproveché eso e hice que se acostara en la cama, le quite sus bóxers y agarre su miembro. Empecé a mover mi mano de arriba a abajo mientras escuchaba como Stefan gemía. Me detuve y lo metí en mi boca y empece a mover mi boca de arriba a abajo. Stefan se agarraba fuerte de las sábanas y sabía que pronto se correría. Iba a seguir cuando de un rápido movimiento hizo que quedara debajo de él. Agarró su miembro y lo posicionó en mi entrada. Lo introdujo muy lentamente sabiendo que me torturaba no poder sentirlo dentro de mi completamente.

- Joder, Stefan. Mételo todo. Ahh..

Me obedeció y sentí como entró en mi de uno solo. Mi espalda se arqueó involuntariamente y empezó a moverse, primero lento pero conforme pasaban los minutos aumentaba la velocidad. Los gemidos que dejaba escapar de vez en cuando me excitaban aún más. Levanté mis caderas para sentirlo más profundo y luego de unos minutos más sentí como llegaba al clímax.

Pero mi noche aún no acababa.