Capítulo 7

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"Escorpión"

— ¿Harás un truco de magia?

— No, pero tú si —Ellie apaga el encendedor mientras observaba a Parrish.

Ella sonríe de medio lado y el joven policía se remueve en su asiento no pudiendo evitar sonreír ante la increíble sensualidad que desprendía ella.

— Solo sé un truco, con una carta.

— Este tiene que ver con un encendedor y tu mano.

— Esto empieza a sonar más como acoso que como truco de magia.

— Es un poco peligroso, sí —acepta la chica fijando su vista en él—. No es tan malo como incendiarse en un vehículo oficial.

— Del cual, por cierto, saliste ileso —secunda Lydia viendolos mientras se apoyaba en la pared y disfrutaba viendo el coqueteo que surgía entre ellos.

— No completamente —menciona Parrish viendo de reojo a Lydia, pero rápidamente regresa su vista en la castaña que tenía al frente—. Tuve que pagar por el uniforme.

Ellie hace un movimiento de cabeza mientras lo impecciona de abajo hacia arriba.

— Dame tu mano.

Él pensaba darle mucho más que eso.

— He visto algo así en una película.

— Lawrence of Arabia —menciona la pelirroja sin obtener la atención de ninguno de los dos.

Parrish alza su mano hacia abajo mientras Ellie coloca el encendedor a pocos centímetros de distancia de la palma del chico.

— Recuérdame, ¿cuál era el truco? —pregunta un tanto nervioso.

— Que no te importe —sonríe Ellie mientras movía la silla que estaba a su lado de un lado otro suavemente, sin perder su vista del chico.

Con su dedo pulgar enciende el encendedor y la chispa sale sin quemarlo directamente. Ellie lo observa con atención mientras comienza a subir la llama más a su piel. De repente, Parrish suelta un quejido y tira su mano hacia atrás.

— Maldita sea —se ríe mientras sostiene que su mano con la otra.

Ellie suelta una encantadora carcajada.

— Puedes aguantar más que eso —señala ella divertida mientras se apoyaba más contra el escritorio. Parrish suspira sabiendo que tenía razón, pero sentía que era una locura—. Esta vez... —acerca su mano a la del chico acariciandole sus dedos con sus yemas—... quiero que hagas algo diferente. No pienses en la llama —Parrish baja su vista viendo lo que hacia, sintiendo como algo se estremecía dentro de él—. No pienses en el calor —Ellie, sin apartar la vista del oficial, agarra firme su mano y comienza a extenderla al centro de la mesa—. No pienses en que te dolerá —suelta su mano una vez que la posiciona—. Ni siquiera la veas.

Asiente levemente sin dejar de verla y teniendo el recuerdo de ella tocandose en su auto latente en su mente. Como mordía su labio mientras se arqueaba en el asiento llena de placer y cuando lo soltó para liberar sus gemidos de satisfacción. Era algo que no podía olvidar.

Legado Argent (Teen Wolf 5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora