Legado Argent (Teen Wolf 5)

Capítulo 24

Les recuerdo que estos sucesos ocurrieron a la misma vez que en el capítulo 22.

Disfruten este corto relato.

"Desarrollo parte 2"

POV LYDIA

Mi grito logra derribar al enfermero que estaba junto a mi dispuesto a clavarme una inyección directo a mi yagular. No pierdo mi tiempo en huir, así que me levanto y voy hacia la puerta corrediza abriendola. Sabía que para mi lado derecho estaba la salida, pero tan pronto como doy un paso hacia ella aparece un enfermero tras las rejas. Cambio de dirección y voy hacia la otra reja con toda la rapidez que puedo. Nuevamente me detengo cuando aparece otro enfermero y ambas rejas fueron abiertas con las tarjetas de acceso.

Generalmente no solía soltar insultos pero... ¡JODIDA MIERDA!

Estoy a mitad de pasillo con dos hombres enormes dispuestos a detenerme, pero ahora todo era tan diferente. La antigua Lydia se hubiera asustado, pero la nueva, lo que soy ahora gracias a Meredith, estaba más que dispuesta y segura de sí misma.

Analizó mi situación y el enfermero que tenía al frente era quien me iba a alcanzar primero. No me la pienso dos veces y me voy contra él e intenta agarrarme por los brazos pero me libro fácilmente dando un pequeño paso hacia atrás y luego le lanzo una patada a sus partes bajas y se dobla del dolor. Aprovecho mi oportunidad y coloco sobre su nuca mi pierna izquierda, tomo impulso y subo la otra para colgarme de él, hacerle contra peso con mi cuerpo, me giro en el aire haciendo que el hombre caiga dolorosamente en el piso y yo caigo de pie perfectamente.

Hubiera matado porque Ellie me hubiese visto hacer esa maniobra.

Sonrió con la adrenalina a tope y cuando el otro enfermero alcanza a llegar no lo enfrento con mi cuerpo, si no con algo mucho más doloroso y mortal: mi voz.

Choco mis manos en su pecho cuando suelto mi grito y eso hace que el enfermero salga disparado hacia atrás y los focos explotan.

Respiro hondo sintiendo mi corazón frenético y me doy media vuelta para correr hacia la salida. Yo estaba 100% segura de que iba a lograr salir, no había ninguna falla ahora que tenía el control de mis poderes y confiaba en ellos.

Subo escaleras no teniendo ningún enfermero, guardia o doctor a la vista. Esto era una muy buena suerte, pero sabía que no debía cantar victoria antes de tiempo, ya que sabía que pronto iba a tener muchos sujetos detrás de mí y eso no era bueno.

Salga a la recepción y abro mis ojos con horror cuando captó varios guardias reunidos con varas eléctricas.

-¡Es ella!

Maldición.

Corro hacia la puerta y salgo antes de que me atrapen, pero eran ocho uniformados atrás mío y eso llegaba a atemorizarme en cierto punto. Aun así, sabía que no debía rendirme por más asustada que estuviese, mis amigos me necesitaban.

Afuera estaba lloviendo pero me daba igual, sigo bajando las escaleras y me topo de frente con dos oficiales. Intento retroceder pero otro llega detrás mío. Los tres tenían de esas cosas y yo no iba a terminar electrocutada.

Me impulso y con mi pierna golpeó el pecho del sujeto soltando a la vez mi grito para destabilizarlo y me giro rápido viendo a los otros dos. El de mi izquierda lanza el primer golpe y logro esquivarlo y agarro la muñeco del otro antes que me golpee, me vuelvo a girar hacia él que me atacó primero y lanzó un manotazo hacia atrás con mi grito para lanzarlo lejos. Vuelvo a girarme con rapidez y en el proceso tuerzo la muñeca del sujeto haciendo que grite del dolor y ocupo mi codo para golpear su antebrazo y así suelte esa maldita vara. Vuelve a quejarse y yo uso mi voz junto a mis manos para lanzarlo lejos.

Más oficiales vienen por mi y vuelvo a correr sin importarme que mis pies dolieran al estar descalza, yo ya estaba por llegar a las últimas escaleras y eso significa que iba a llegar al bendito portón, iba a poder salir de este horrible lugar.

Me detengo cuando una figura aparece y quedó helada al reconocer al hombre que sube las escaleras, con su típico andar arrogante, hacia mi. Retrocedo varios pasos sin poder gesticular ninguna palabra, pero tampoco podía dejar de verlo.

Aiden.

Tenerlo de frente fue un golpe directo a mi corazón, seguía igual de atrayente y atractivo a simple vista.

-Lo siento, Lydia, pero tu tratamiento aún no ha terminado.

Escuchar su voz se sintió peor, pero a la vez fue tan gratificante a pesar de que sus palabras me confundieron más de lo que ya estaba.

Su aparición hizo que olvidara donde me encontraba. En cambio solo trajo momentos a mi memoria y en todos esos momentos yo estaba con él, en la escuela, en mi casa, en su motocicleta, en mi auto, en el bosque.. Pensé en todos los lugares en donde solo fuimos nosotros dos y en donde él terminó por engancharme a pesar de que él sabía que yo mantenía dentro de mi corazón un amor escondido y que siempre luchaba por mantenerlo oculto. A pesar de eso, Aiden nunca se rindió conmigo y su tenacidad fue lo que me gusto de él en un inicio junto a su increíble atractivo.

-Todavía no.

Iba a preguntarle porque no podía cuando sentí la corriente atravesar mi espina dorsal y expandirse por todo mi cuerpo de manera dolorosa. Caigo de rodillas completamente tensa ante el shock de la electricidad y es ahí cuando caigo en cuenta de lo que sucedía.

-¡No!

Grito en agonía cuando me lanzan dos descargas más.

Duele.

-Por favor, tengo que avisarles -suplico con desespero, no podían encerrarme otra vez.

Me enderezan los oficiales y uno de ellos coloca mis manos en mi espalda para esposarme.

Miro hacia Aiden con dolor.

-Todos van a morir.

Ellie

Stiles

Scott

Malia

Kira

Liam

Mason

Parrish

Isaac

Todos... todos iban a estar condenados a la muerte.

-Mis amigos.

Y no solo ellos... mi sobrinos también corrían riesgo, con Derek y Cora.

Tenía que avisarle a mi amiga que su familia también estaba corriendo riesgo, que la habían traicionado y esa traición iba a costarle la vida de los que más amaba.

-Todos van a morir.

Tengo que avisarles

Tengo que avisarles

Tengo que avisarles

Tengo que avisarles...