☏ 00: Trabajo ☏

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—No me gusta este café. Cámbielo.

—Debería ir a que la revise un optómetra porque hasta un ciego se daría cuenta que este no es el informe.

—El correo no llegó. Revise entre su incompetencia si lo envío correctamente y hágamelo llegar antes de que la despida.

—Tarde, otra vez.

—¿Es que no puede hacer nada bien por un solo día?

Había recibido comentarios como esos durante más de un año del imbécil más grande que había parido la familia Ward. Axel Ward es muy bueno en su trabajo y por eso cree que puede pasar por encima de cualquiera y que todos tenemos que aguantarnos su humor de mierda.

Lo que era desgraciadamente verdad, al menos en mi caso, porque planeaba quedarme con mi trabajo.

Me habían contratado en la oficina principal de WorldWide, una importante empresa de envíos y logística internacional que se encargaba de llevar mercancía de marcas importantes por todo el mundo. Entrar fue como un sueño cumplido que había compensado las noches en vela, el esfuerzo y sufrimiento en cada clase y materia de mi carrera, poder hacer las prácticas y que luego me ofrecieran un contrato fue la recompensa a final de una larga y difícil carrera.

Pero mi alegría se vio esfumó en la nada cuando me di cuenta que debía trabajar para el más insufrible de los cuatro socios de la compañía. Axel Ward, un hombre rígido, controlador, arrogante y prepotente que tenía la seguridad de que nadie más que él tenía una vida fuera de la oficina.

Insufrible. Esa era la palabra perfecta para describirlo.

Para él todo lo que hacía estaba mal de alguna forma, llegué a creer que tenía algo contra mí y me odiaba con toda la fuerza de su oscura alma y por eso se esforzaba en hacer mis días miserables. Con los meses me di cuenta que en verdad su arrogancia hacía que pensara que todos menos él eran unos completos incompetentes.

Mi trabajo consistía en atender, gestionar y responder las llamadas y solicitudes de los dos socios más grandes de la compañía: Alicia Berman, quien era la encargada de los contratos con Suramérica, y Axel Ward, quien gestionaba los contratos de todo Norteamérica y América central.

Parece un trabajo sencillo hasta que descubres que también debes guardar todos lo que veas y escuches dentro de la oficina, porque era mi responsabilidad ser la asistente más confiable que cualquiera pudiera tener, y ser lo que ellos necesitaran.

Pero un día eso me superaría. Tanta... rabia, frustración, odio y gritos me llevarían a tomar una decisión desesperada:

Silenciar a mi insufrible jefe de una manera poco... ortodoxa.


Espero que esten tan ansiosos como yo por conocer a Axel Ward y odiarlo tando como lo odia Tayra 😏.

La portada fue hecha por la talentosa anasofiaplace a quien admiro y aprecio mucho. Gracias infinitas por la portada, ❤.


Cuanto te odioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora