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[...Willy...]

Estaba bastante incómodo, pero no me podía despertar, soñaba con cientos de escenas diferentes en donde los chicos me traicionaban sin una pizca de pena, y lo peor no era únicamente que la revivía una y otra vez la pesadilla, tampoco podía despertarme y detener esta tontería, y dolía mucho, me estaba reteniendo para no llorar entre sueños.

No salgo de la delgada línea entre sueño y realidad, siento que despierto y vuelvo a caer, creo que estoy sudando, o no sé qué me pasa, tengo frío.

-¡Ah, joder! ¿Y tú quien eres?- Mis ojos los sentía muy pesados, por suerte aun así los pude abrir, cuando lo hice no solo grite por el susto de la pesadilla, di un doble grito alejándome de una cabeza que estaba a un lado de mi cuello, no le vi la cara porque estaba posicionado detrás de mí y no me arriesgaría a mirar hacia atrás para ver que era.

Asustado me arrastré por el césped hasta tener una distancia prudente, creo que una ramita me raspo la mano, pero no le di importancia. Sentía mi cabeza muy liviana y caliente, se me hizo raro por lo que dirigí mi vista a donde antes estaba, ahí estaba un sujeto muy extraño con un traje de negro con detalles morados y blancos, y a través de su máscara podía ver sus ojos mirándome con curiosidad.

Me hice más para atrás al ver que a la altura de su pecho con sus dos manos sostenía mi boina, sin intenciones de devolvérmela.

-Pegdona al lobo nogtugno, creo que usted se dugmió y lo estaban pog atacar. Él ha venido a defenderlo-Se me hizo curioso que hablará en tercera persona y tenga un acento francés, aunque tal vez, ahora no era momento para preocuparme de cosas así.

Con cautela estiró una de sus manos para devolverme mi boina, no despegué mi vista de su rostro y con cuidado acerqué mi mano a mi boina, cuando lo tuve entre mis dedos, me alejé rápidamente de él.

-Oh, no te preocupes por lobo nogtugno, no te hará daño. ¿Necesitas ayuda?- Señalo hacía mi nueva casa, no entendí a lo que se refería, estaba tratando de buscarle algún defecto a la casa pero sigo sin entender lo que quiso decir.

-No te entiendo- Volví mi vista hacía a él, me pegó otro susto cuando su rostro se encontró a centímetros de mí.

-¡Deja de hacer eso!- Grité alejándome de él, aun así ya era momento de que me levantara del suelo, por lo que me acomode el cabello y me coloque la boina, me levanté sacudiendo mi pantalón.

-¿Haceg qué?- Suspiré mirándolo de arriba a abajo‐ Acercarte así, invades mi espacio y eso me incomoda- Asintió y aceleró su paso en dirección a mí haciéndome retroceder, colocó sus dos manos sobre mi cabeza acorralándome en la pared ¡De mi propia casa!

-¿Así?- Por más que su tonta máscara le cubra gran parte de la cara, por no decir que todo a excepción de los ojos, podría jurar que estaba sonriendo burlándose de mí. Resoplé agachándome para salir por el espacio que quedaba debajo de sus brazos, él volteó a verme cuando me detuve detrás suyo.

Sus ojos se achicaron por lo que deduzco que seguía sonriendo, enojado volví a acomodar uno de los mechones de mi cabello que se movió cuando mi espalda choco contra la pared.

-¿Es normal esto para ustedes?-Murmure molesto, él ladeó la cabeza.

-¿A qué te regfieres?- Si estuviéramos en otra situación me reiría de su manera de hablar-Lo de coquetear con hombres- Respondí con una mueca, presencié otra sonrisa de su parte.

-Lobo nogtugno no se imaginaba a usteg como un homofogbico- La entonación en su tono de voz no la sabría identificar bien, parecía burla.

-¿Qué es eso?- ¿Era posible que nuestro vocabulario sea diferente? ¿O es que en mi pueblo somos muy tontos?

Nueva vida | WigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora