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[...Vegetta...]

Agitado y sudado me desperté girando para hundir mi rostro en la almohada con un gruñido de frustración. Hace tiempo que no soñaba nada, ni siquiera una pesadilla y lo primero que sueño después de volver a Karmaland es un sueño húmedo con Willy.

Sonaba estúpido pero todavía sentía sus uñas clavadas en mi espalda, suspirando me senté en el borde de la cama, escondiendo mi cara entre mis manos.

Creo que haberle hecho la propuesta el otro día hizo que mi imaginación volara, aunque poco sentido le encuentro a soñar algo así tres días después de haberlo invitado a mi casa con la insinuación de que algo sucedería.

De mala gana me levanté para ir a darme un baño frío, al entrar al baño comencé a deshacerme de mi ropa mientras esperaba que la tina se llene del agua fria, esperé sentado en el borde de ella y cuándo ya estuvo en un nivel considerable cerré la lleve comencé a meterme suspirando por lo frío que estaba a comparación de mi cuerpo.

Me recosté y apoye mi cabeza mirando hacía el techo, y aunque me había despertado del todo por el agua semi congelada, todavía seguía un poco cansado así que para relajarme cerré los ojos.

Aun así las imágenes del sueño seguían pasando por mi cabeza, todo se había sentido tan real. Resoplando me agarré del borde de la tina y tomé aire para sambullirme en agua.

Sólo fueron semanas sin tener poder estar con él, no podía estar tan urgido de atención si en toda mi vida estuve más de una vez mucho más tiempo que un mes sin que alguien o yo mismo me diera placer.

Salí de debajo del agua llevando todo mi cabello mojado hacía atrás, suspiré comenzando a jugar con el agua usando mis manos para no aburrime, no me iba a dar el capicho de masturbarme por más que me doliera mantener la erección.

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[...Vegetta...]

-Uy esa cara-Luzu me miró divertido desde su asiento, debemos organizar la segunda etapa de las clases de refuerzos y me citó en las oficinas subterráneas del ayuntamiento.

-Buenos días-Dejé mis libros, folders, mi agenda y planilla sobre la mesa con un poco más de fuerza de la que quería. La gran mesa en la que tranquilamente cabían ocho personas, estaban cubiertas de hojas, folders y demás documentos que pertenecían a Luzu.

-Pues, pareciera que tu día no es bueno-Se rió echándose para atras en su silla-Ya tengo la primera semana planeada-Me pasó su planilla y yo comencé a leer, mientras tomaba asiento del otro lado de la mesa.

-Pienso que sería buena idea qué les enseñemos esto a los chicos-Se levantó y comenzó a rebuscar algo entre los folders dispersados en la mesa.

-Esta bien, la mía es algo similar pero alterne el orden y coloqué algunas variantes de los ejercicios-Suspirando dejé su planilla a un lado para abrir mi agenda y revisarla a la vez que mi planilla para recordar hasta dónde me organice en lo que esperaba a que Luzu encuentre lo que me quería mostrar.

Nueva vida | WigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora