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[...Willy...]

Cuando me desperté automáticamente se me fueron las ganas de levantarme, estaba muy avergonzado de mí mismo. Al ver que L no estaba en la habitación grité frustrado contra la almohada y la golpeé varias veces comenzando a llorar, y luego me acurruque abrazandola tratando de calmarme, era muy temprano para comenzar el día tan estresado.

-¿Qué te hizo la pobre almohada?-No escuché cuando entró pero lo más que seguro es que fue hace pocos segundos su llegada-¿Pasa algo?- Negué contra la almohada ya que no podía hablar por un pequeño nudo en la garganta que estaba surgiendo.

-¿Quieres ir a desayunar?-Suspirando me reincorpore y me sente en el borde de la cama dándole la espalda, me aclaré la garganta y escondí mi cara entre mis manos-Dame un momento-Murmure limpiando disimuladamente las pocas lágrimas que me salieron, no sé que estaba buscando él en la habitación porque se movía de un lado hacía otro, pero me tome ese tiempo para tranquilizarme.

-¿Aquel es el baño?-Le pregunté levantándome y señalando a la puerta que estaba a la derecha de la entrada, él giró a mirar y asintió.

Entré e hice mis necesidades, también me lavé la cara y me quedé mirando mi reflejo en el espejo, con mis manos traté arreglarme el cabello y así intentar dar una mejor cara.

Me molesta tanto haber correspondido al beso, no sé si considerarlo como la segunda vez que lo hago, pero me molesta mucho el hecho de que no había tenido suficiente control sobre mí como para detener eso, y lo peor era que se sintió bien, eso no me agradaba para nada.

Creo que ahora ya no me tendría que preocupar mucho por lo que L haga ahora en adelante, según lo dijo, ya no me incómodara más con sus acciones, espero que eso sea cierto porque con lo de ayer fue suficiente.

-Willy, apura o hago que te pagues tu desayuno-Gritó desdé él otro lado, suspiré y salí del baño, él ya me estaba esperando con la puerta principal abierta. Fuí a buscar mi boina en la cama, me la puse y salí.

Él salió después de mí y llaveo la puerta, se adelantó y yo comencé a seguirlo con mis manos en los bolsillos observando por casualidad su cabello negro, siempre lo tenía tan bien acomodado y brillante ¿Acaso usaba gel?

-¿Qué quieres desayunar?-Me preguntó mientras pasabamos por recepción-No lo sé, ordena para mí-Le conteste suspirando, él giró a verme de arriba a abajo con una ceja levantada-¿Qué?-Pregunté y él negó volviendo a mirar hacía adelante.

-Sea lo que tienes en la mente, si no me lo quieres decir, al menos trata de relajarte mientras estemos aquí. Disfruta del lugar-Dijo sacándose la mascara y después la encajó en su cinturón.

-Gracias, no lo había considerado-Dije con sarcasmo-¿Por qué te quitas la mascara?- Curioso miré como esta se movía levemente cada vez que él daba un paso-Hace mucho calor aquí- Contestó ahora soplandose con sus manos.

Adelante mis pasos para quedar a su lado y le miré con curiosidad, siempre que se levantaba la mascara hasta la frente no había mucha diferencia ya que llevaba otro antifaz que aparte de sus ojos y una pequeña parte de su ceja, solo dejaba en vista desde la punta de su nariz hacia abajo.

-¿Qué me ves?-Preguntó sonriendo de lado, yo negué y seguí caminando a su lado en silencio. Cuándo llegamos al bar me señaló una mesa para que yo me siente, como en la barra de la entrada no había nadie atendiendo, se fue hacía la barra del fondo.

Cuando yo llegué a la mesa apoyé mi cabeza sobre mis brazos cerrando los ojos, todavía tenía un poco de sueño y mi cabeza daba vuelta entre tantos pensamientos.

Cuando yo llegué a la mesa apoyé mi cabeza sobre mis brazos cerrando los ojos, todavía tenía un poco de sueño y mi cabeza daba vuelta entre tantos pensamientos

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Nueva vida | WigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora