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[...Willy...]

-Ya llegué- Grito Vegetta cerrando la puerta detrás de mí, me hice a un lado con vergüenza, él se adelantó a dejar las cosas que ha traído del poblado.

-Oye cariño, ¿Tú crees que esto me queda bien?- Rubius salió de su habitación en un falda negra y un top transparente del mismo color, desvíe rápidamente la miranda hacia un cuadro que estaba en la pared de mi izquierda, casualmente era una de ellos dos en su boda.

-Oh, no sabía que venías acompañado- Tampoco era muy agradable mirar el cuadro, por lo que con mi mano derecha me tape los ojos y gire mi rostro en dirección a ellos.

-Hola Rubius, disculpa por llegar de imprevisto- Salude haciendo un esfuerzo por esconder mi nerviosismo- Te queda bien, Rub. Ahora para lo que vinimos, Willy necesita ayuda con su casa y dice que quiere hacer una como la tuya- Por lo que pude escuchar, Rubén se acercó a besarle a Vegetta, no quería parecer muy grosero, pero estuve a nada de también taparme los oídos para no escuchar el intercambio de salivas.

-Me iré a cambiar, ya vuelvo- Espere a que no se escucharán más sus pasos y retiré mi mano de mi cara-¿En serio?-  Miré confundido a Vegetta-¿Qué? Les estaba dando privacidad- Me defendí resoplando, él negó divertido y fue a sentarse, mientras yo miraba la decoración de la casa, a veces me desespera esperar.

-Entonces, Willy- Deje de mirar el muñequito de porcelana de un monito y voltee a mirar a Rubius-Mi casa la hice siguiendo la guía de uno de los libros de la biblioteca, si quieres vamos ahora a buscarlo- Yo asentí y Vegetta se levantó de donde estaba.

-Pues a ello- Fue a abrir la puerta y yo le seguí el paso a Rubius. Cuando llegamos a la biblioteca, Rubén se nos adelanto y subió las escaleras a recorrer las estantería, estaba bastante concentrado buscando el libro, Vegetta y yo lo seguíamos en silencio.

A veces murmuraba cosas, abría los libros y los dejaba, así hasta que por fin lo encontró, y lo supimos porque festejó visualmente su victoria.

-Aquí lo tienes, trae instrucciones, las medidas, que materiales necesitas y todo eso. Pero siempre los puedes modificar a tu gusto, trata de no copiarlo tal cual. Le da más personalidad- Sonriente me paso el libro.

-Muchas gracias, Rubén- Le devolví la sonrisa mientras hojeaba al libro- Vale, volvamos porque tengo hambre- Agarró a Vegetta de la cintura y se adelantaron hablando de lo que podrían cocinar para el almuerzo.

Yo continué mirando de reojo el libro, tenía lindas casas, era por eso que pesaba mucho, tenía las instrucciones de hasta doce casas solamente del estilo rústico, según la tapa era el tercer volumen.

Quizás por curiosidad luego vuelva por mi cuenta a la biblioteca a mirar los otros volúmenes del libro. Guarde el libro y me acerque a ellos para caminar a la par, me preguntaron si quería ir con ellos, tuve que negarme porque era muy tarde, así que me regresé a casa y ellos siguieron su camino a la casa de Rubius.

Al llegar a casa lo primero que paso fue que recibí un golpe de aroma contra mis fosas nasales, solo fueron dos noches en la que este tal nocturno viene a mi casa y prácticamente ya toda su cara fragancia ha invadido mi casa.

Aproveche el momento libre y me senté en la cama para sacarme los zapatos y en un papel comenzar a anotar la cantidad aproximada de los materiales que me daba el libro.

Cuando termine de hacer mis anotaciones en la hoja, la deje sobre la mesa de crafteo. Ya se ha convertido en mi mesita de luz.

Estaba muy cansado, así que como última actividad en el día, me quité el gorro colorido que me regalo Vegetta y la guarde en uno de los cofres. A mi boina la puse a un lado de mi almohada y me acosté para acomodarme para dormir.

Nueva vida | WigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora