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[...Willy...]

-Pero eso no es simétrico- Me señaló lobo nocturno a la base que delineamos, se supone que a partir de ella teníamos que levantar las paredes.

Después de la discusión del otro día, él no apareció dos noches en casa, aunque me dejo claro que todo estaba bien, sino que tenía cosas personales que hacer y por eso su ausencia. Esos dos días descanse muy bien y estuve muy productivo buscando cosas para decorar mi casa y también recolectando materiales de más para que no me faltase algo a último momento.

Por ahora ya terminamos las paredes de lo que sería la entrada, estábamos siguiendo con la sala de encantamientos, él pero me discutía de que las divisiones no son del todo correctas.

-Lo alargaré de este lado para que quede bien- Suspiré y comencé a construir una de las paredes, él asintió y siguió construyendo otra de las paredes mientras silbaba, a pesar de que era un poco molesto, era lo único le daba un toque al ambiente.

He notado que ahora está más callado, ya no dice chistes acorde a los momentos que pasamos, tampoco se acerca tanto a mí como antes, lo cual me alegra porque era demasiado incómodo para mí, pero me pregunto si no esta enojado o algo así y solo viene por obligación y no quedar mal conmigo.

-¿Te puedo decir L?- Pregunté yendo hacia los cofres a dejar algunas cosas y así poder agarrar más materiales-¿Cómo?- Detuvo su silbar, y como él se encontraba arriba de uno de los muros tuve que elevar el tono de voz para que me escuchara.

-Ele, de la letra L- Él se quedó mirándome un momento, no puedo ver sus ojos desde donde estoy, aunque supongo que esta alzando una ceja-Si te parece bien- Se encogió de hombros y siguió con lo suyo, asentí y fui a mirar el libro para saber que parte me toca seguir.

La Madrugada concurrió así, él silbando mientras construía las paredes, yo mirando el libro y el plano para decirle desde que parte hasta que parte era de tal material y dividiéndonos el trabajo, eso mismo duro cuatro noches.

Hasta que la terminamos, y antes de ir a desayunar nos hemos puesto a darle los últimos toques a la decoración de afuera de la casa.

Mi casa había quedado mejor de lo que pensaba, ahora quedaba decorar por dentro, lo único completo es mi habitación, poco a poco iré decorando parte de la casa. El cuadro que me regaló cuando nos conocimos, me había obligado a ponerlo en mi habitación, incluso lo decoró como si fuera un santuario o algo así.

Me gustaba que la habitación estuviera arriba, se podría apreciar mejor el atardecer y el amanecer, aparte tenía una terraza que me gustaba mucho, esto para mí era mucho lujo.

Me siento raro y muy contento por estar en esta etapa de mi vida en la que puedo tomar decisiones por mi cuenta sin tenerle miedo a una autoridad.

-Creo que te has pasado con las flores- Murmuro L mirando la entrada de mi casa, yo reí y asentí- Es que he picado mucha arcilla sin querer y por eso he hecho muchas macetas- Él rió y después se giró a verme, me sonrió antes de inclinar un poco la cabeza.

-Bienvenido a tu nueva casa- Apuntó con uno de sus brazos a casa y después a paso lento fue a abrir la puerta, le seguí el paso-Adelante mi alteza- Él hizo una reverencia y con una sonrisa entre a casa, él cerro la puerta detrás suyo.

-Estoy muy contento, solo me falta amueblar aquí y la cocina- Ambos miramos a nuestro alrededor, la sala de la entrada era el lugar en el que menos sabía que poner, veré luego como haré eso.

-¿Estás cansado?- Me pregunto palmeando mi hombro, supongo que él también lo estaba, después de todo, estuvimos durmiendo mal estos días.

-Si ¿Y tú?- Él asintió riendo en voz baja-Estuvimos únicamente durmiendo de día, desvelándonos cuatro noches y comiendo desordenadamente, obvio que estoy cansado- Se dio la vuelta y levantó un poco su máscara, del bolsillo de su pantalón sacó un pedazo de tela negra y lo metió dentro de su máscara, a lo mejor se estaba secando el sudor.

Nueva vida | WigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora