LA GUERRA (BENJAMIN)

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espués de aquella violenta escena pude comprender que la chica a la que Emira había asesinado se trataba de la chica que se iba a casar con Zacharias antes de su transformación, pero no entendía porque estaba con Justin, no entendía que demonios les estaba ofreciendo.

—Eres un maldito miserable —Dije viéndolo a los ojos una vez me levanté del piso—. ¿Dónde está Jasmine?

—Tendrás que averiguarlo por ti mismo —Respondió Justin calmadamente mientras hacía una seña con la mano—. Ahora.

De la nada aparecieron un montón de criaturas, entre ellas licántropos, brujos e incluso más vampiros de los que podía contar, cada uno mostrando sus atributos, colmillos, garras y poderes demoniacos.

Dan se notaba nervioso, sin embargo, estaba preparado para luchar, poco a poco dábamos vueltas y nos dábamos cuenta de que estábamos rodeados, a mi lado aún estaba Emira con su puño ensangrentado y Zacharias estaba cerca de nosotros <<Cálmense, estoy planeando algo>> escuché la voz de Dan en mi cabeza.

Volteé a verlo y ahí estaban sus ojos negros más profundos que nunca y a un lado Simon que se preparaba para una muerte inminente, nosotros solo éramos cinco, ellos eran cientos. Justin había desaparecido entre aquella multitud.

—Maldición chicos, vamos a morir —Dijo Simon acercándose a nosotros.

—Ten esto y defiéndete como puedas —Dijo Zacharias entregándole una pequeña daga de acero en color negro a Simon—. Tiene un mineral que al atravesar la piel de un vampiro no permite la regeneración de las heridas leves.

Simon tomó la pequeña daga y la sostuvo en su mano derecha, preparándose, apuntándola a sea quien fuese que estuviese delante de él mientras dábamos vueltas esperando a ver que hacía Dan.

Un vampiro se había lanzado sobre nosotros, precisamente donde Simon quien intentó atravesarlo con la daga que le acababa de entregar Zacharias, acertó dándole una puñalada en el vientre, sin embargo, no fue suficiente para acabar con aquel vampiro que de un salto nuevamente se puso de pie a lo que Zacharias respondió mostrando los colmillos y lanzándose contra él mientras Simon intentaba acertar más puñaladas en el cuerpo de aquel vampiro que ahora yacía en el suelo sostenido por Zacharias quien se le succionaba la sangre que le quedaba antes de desaparecer.

—Emira, sus cuellos, no es sangre buena, pero ayuda a recuperar energía —Dijo Zacharias viendo a su hermana.

Nuevamente estábamos en aquella lucha, vampiros y licántropos se lanzaban sobre nosotros. Zacharias y yo éramos la primera línea de defensa mientras que Simon y Emira se encargaban del resto. Poco a poco Simon mejoraba con la daga asesinando vampiro tras vampiro mientras que Emira succionaba la sangre de los cuellos de los vampiros que iba matando antes de que desapareciesen para siempre.

Yo estaba en mi forma de lobo intentando abrirme paso entre aquella multitud, quería alcanzar a Justin, quería encontrar a Jasmine, sin embargo, no podía. Mirábamos el horizonte y aún quedaba tiempo de luz solar. La sangre de muchos vampiros que sucumbían ante nosotros yacía en el suelo como si de un pequeño lago se tratase.

Mis garras estaban manchadas de aquel liquido color carmín mientras yo corría y saltaba intentando asestar mordiscos en los cuellos de aquellas horribles criaturas mientras mi hocico también se manchaba de sangre y trozos de carne de vampiro se deshacían en mi boca.

—¡No te tragues su carne imbécil! —Escuché gritar a Zacharias.

En aquel pequeño bosque la batalla seguía, yo intentaba asesinar sin remordimiento, sin embargo, a cada vampiro y licántropo que caía ante mis mordiscos sentía culpa, tanta culpa que incluso pensé en retroceder un poco. <<Son ellos o eres tu Benjamin, debes asesinar a los que sean necesarios>> volví a escuchar la voz de Dan en mi cabeza.

AMOR DE LUNA LLENADonde viven las historias. Descúbrelo ahora