Habían pasado días desde la última luna llena y desde que Justin se había ido, o al menos no lo había visto más junto a Jasmine, sin embargo, Zacharias no me dejaba acercarme a ella para absolutamente nada, las últimas veces que nos habíamos visto había sido desde lejos y solo nos sonreíamos a la distancia.
—Ve el lado positivo, durante la última luna llena no asesinaste a nadie —Dijo Zacharias sacándome de mis pensamientos.
—Pues mira, es cierto, pero no hacía falta que estuvieras detrás de mí todo el tiempo, corres riesgo de que te mate o algo —Dije sentándome en el sofá de la sala.
Zacharias solo soltó una pequeña carcajada de forma sarcástica, estábamos en el piso donde vivíamos Simon y yo, hablábamos de los progresos en mi entrenamiento, durante los últimos días Zacharias y yo habíamos entablado una especie de amistad.
—Viejo, necesitamos más entrenamiento, sé que ya puedes transformarte parcialmente a voluntad, pero te queda mucho camino, debes aprender a controlar tu fuerza por ejemplo —Dijo Zacharias tomando un sorbo de su té de una taza que humeaba poco a poco—. Creo que deberíamos ir a Mirah un tiempo.
—Ni lo pienses, yo no quiero ir a ningún sitio aún, debo hacer cosas aquí —Respondí tajante.
—Es por tu entrenamiento, no te puedo enseñar cosas que no sé —Zacharias me miraba fijamente a los ojos—. Solo te estoy enseñando cosas que pude leer en tomos viejos de libros que solo se compran en Mirah.
—Pues sigamos con eso, más adelante tal vez pueda realizar ese viaje, por ahora debo mantenerme en Inglaterra.
—Como quieras —Dijo Zacharias indiferente.
Luego de un rato tocaron la puerta y era Emira quien entró al apartamento y se acostó en el sofá más largo de la sala para "descansar" no tenía idea de porque quería descansar si prácticamente no hacía nada.
—Bueno, ¿Cómo va el entrenamiento del sabueso? ¿Ha avanzado en algo? —Preguntó Emira viendo a Zacharias.
—Pues... Bastante bien diría yo, pero ya le enseñé todo lo que sé, no tengo más nada —Respondió Zacharias.
—¿Mirah?, no, espera. Antes de irnos tomé varios tomos de licantropía de la librería de casa.
—¿Estás bromeando? —Respondió Zacharias bastante alterado–. Papá nos va a matar cuando volvamos.
—Escuché cuando hablabas con Dan y le comentabas sobre la travesía que emprenderías.
Solo miré a Zacharias <<¿Travesía?, ¿de qué demonios están hablando estos dos?>> pensé cuando escuche esas palabras, la sala se quedó en un profundo silenció hasta que la puerta del piso se abrió y entró Simon.
—Oigan, si hablaban de mí no hacía falta que se quedaran en silencio —Dijo sarcásticamente.
—Ya te comienzas a parecer a estos dos —Respondí señalando a Emira y a Zacharias.
—Entonces, si Emira tiene los libros que necesitamos... Por ahora no hace falta viajar a Mirah —Dijo Zacharias viendo al suelo—. Ve a buscarlos.
Emira se levantó del sofá viendo mal a Zacharias, no se despidió de nadie, simplemente salió por la puerta como si nada, Simon por otro lado se fue a la cocina a servir los almuerzos.
—¿A qué se refería Emira con la travesía? —Le pregunté intentando que Simon no escuchara.
—Es una larga historia, cuando te vi bajando de las colinas cubierto de sangre, y luego escuché de la muerte de la chica en las colinas, vi que había un licántropo que no sabía cómo controlarse. – Respondió algo nervioso.
<<Elissa>> mi mente aún no olvidaba ese momento, el momento en el que volví a ser yo y me di cuenta que estaba manchado de sangre.
Cada vez que recordaba ese momento recordaba cuando Jasmine y Anne lloraban por ella, me dolía ver lo destruidas que estaban y lo peor del caso es que por dentro yo estaba igual, estaba muriendo, odiaba saber que yo había matado a una persona inocente.
—¿Sucede algo? —Zacharias volvió a interrumpir mis pensamientos.
—Es solo... el recuerdo de Elissa...
—Te entiendo perfectamente. Me pasó en mi juventud de vampiro —Respondió Zacharias inmediatamente viendo al suelo.
En ese momento Simon entró con el almuerzo listo para comer. Nos sentamos todos en la mesa y Simon había dejado la comida de Emira junto a la nuestra para que se sentara a comer cuando llegara de buscar los libros.
—Muy bien, hasta ahora solo nosotros cuatro sabemos que Benjamin es un hombre lobo ¿Cierto? —Preguntó Zacharias.
—Pues no del todo, mi padre también sabe —Respondí mientras comía.
Zacharias se quedó perplejo y justo en el momento que iba a decir algo entró Emira por la puerta con varios libros, muchos libros diría yo, habían unos 10 libros con lomo muy grueso y parecían viejos.
Emira soltó los libros delicadamente en el sofá y se sentó con nosotros en la mesa, destapó la comida que le había servido Simon y comenzó a devorarla como si no hubiese comido en Siglos.
—Son los libros más caros de la colección de papá —Dijo Zacharias viendo de reojo los libros.
—Si nos vamos a meter en problemas que sea a lo grande ¿No crees? —Dijo Emira un poco divertida.
—Papá nos va a matar... Pero, supongo que esto nos servirá de mucho –Dijo Zacharias con cara de preocupación.
Emira solo soltó una pequeña carcajada y llevó sus trastes a la cocina, luego se sentó junto a Zacharias para poder ojear un poco los libros, los trataban con sumo cuidado, eran libros muy antiguos, tanto que sus páginas podían romperse con el más mínimo movimiento de manera brusca.
—¿Semillas de Ajora?, Zach, te juro que creo haberlas escuchado antes —Dijo Emira viendo a su hermano con cara de desconcierto.
—Dan solía mencionarlas cuando nos daba clases, creo que permiten que un licántropo pueda evitar la transformación durante la luna llena —Respondió Zacharias sin apartar la vista de los libros.
—Espera, si eso puede permitir que me controle, quiero algunas —Intervine en la conversación.
—Tiene sus desventajas, luego de que consumes una, la siguiente transformación es mucho peor, mas descontrolada, imagina que tienes a un niño hambriento por días, lo mismo pasa con la bestia cuando la mantienes encerrada durante un ciclo lunar —Dijo Zacharias—. Además de que es imposible conseguirlas, yo opino que las semillas de Ajora son un simple mito.
Por un momento llegué a pensar que serían muy buena idea, simplemente ya no me transformaría más en hombre lobo ni pondría vidas en riesgo, pero luego de escuchar lo que había dicho Zacharias dudé, podría llegar incluso a hacer más daño.
Zacharias me mostró una ilustración de las semillas que estaba plasmada en el libro, eran un tanto extrañas, eran tan cristalinas como el agua y tenían forma de lágrima.
—Es curiosa esta ilustración —Dijo Zacharias.
—Dan, nuestro maestro de herbología solía decirnos que parecían lágrimasde cristal —Añadió Emira.
NOTA DE AUTOR:
Se que había dicho que iba a comenzar a publicar la segunda parte después del 15 de enero, pero quería ir adelantando un poco más de Amor de Luna Llena para acercarnos al segundo libro (Mantendré el titulo en secreto ya que contiene spoilers) y pues vamos a comenzar a publicar desde ahora, espero les haya gustado este capitulo, no contiene información muy relevante (por ahora) pero en un futuro ya verán, por favor recuerden cada detalle de los capítulos, serán muy útiles en los próximos.
ESTÁS LEYENDO
AMOR DE LUNA LLENA
Novela JuvenilLuego de una pelea con sus padres Benjamin Reed quien fue convertido en hombre lobo debe madurar y aprender a vivir solo, proceso en el cual conoce a Jasmine Thompson, una chica común pero extremadamente atrayente, ambos podrían enamorarse mutuament...