LOS RECUERDOS DE ZACHARIAS (BENJAMIN)

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 Durante los entrenamientos Zacharias solía repetirme que una batalla no era cuestión de fuerza, tamaño o velocidad. Siempre me decía que se trataba de astucia, inteligencia y de tener una mentalidad fuerte para poder contra nuestro rival.

   Llegaba un punto del día tras tanto entrenamiento que yo quedaba agotado, Zacharias lo sabía y simplemente nos sentábamos en algún tronco a comer y platicar.

   —Te noto algo distraído Zach ¿Sucede algo? —Le pregunté mientras le daba un bocado a mi sándwich.

   —Solo que ayer salí con Emira y pues, estuvimos hablando mucho...

   Zacharias tenía su mirada fija sobre una rama que estaba tendida en el suelo, se le notaba muy pensativo y mientras más lo miraba sus negras pupilas se dilataban más y más, haciendo más pequeñas sus iris color verde.

   —¿Extrañan Mirah? —Pregunté titubeando.

   —Más de lo que imaginas, extraño caminar por las empedradas calles de Livurna —Dijo Zacharias y se le notaba nostálgico.

   —¿Me quieres contar? —Pregunté rápidamente.

   —Te voy a mostrar.

   Zacharias rápidamente tomo mi mano y de pronto mi visión se volvió oscura y sentía que estaba cayendo hasta tropezarme con el suelo. A mi lado  un Zacharias tranquilo que caminaba junto a Emira. Me sentí confundido y traté de tocarlo para llamar su atención, pero en vez de tocarlo vi como mi mano atravesaba su cuerpo.

   <<Ni lo intentes Ben, no conseguirás nada, solo síguenos a Emira y a mí y entenderás todo>> la voz de Zacharias estaba dentro de mi cabeza.

   —¿Dónde estás? —Le pregunté a un Zacharias que no podía ver.

   <<Tú estás en mi memoria, en mis recuerdos, no me puedes ver, solo puedes escucharme en tu mente>>

   Seguí a Zacharias y Emira quienes caminaban lentamente hacía un restaurante antiguo que se encontraba en Londres, para ser vampiros caminaban muy despacio bajo la luz del sol, como si nada les importase, como si fuesen personas normales, como dos felices hermanos que buscaban un sitio donde comer tranquilos.

   —Este restaurante está bien Zach —Dijo Emira señalando a una antigua puerta de roble con un aviso que decía "The Warm Pig"—. Se ve como aquel viejo lugar en Livurna.

   —Si tú lo dices —Respondió un Zacharias sarcástico, el Zacharias que todos conocíamos.

   Ambos entraron en el antiguo restaurante y se sentaron en una mesa de apariencia vikinga, todo estaba hecho de madera, incluso la iluminación era al estilo vikinga con antorchas, se sentaron y yo me quede parado cerca de ellos, intentando escuchar su conversación.

AMOR DE LUNA LLENADonde viven las historias. Descúbrelo ahora