EMIRA (JASMINE)

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 Era el atardecer y tanto Anne como yo estábamos en la cafetería buscando la cena para luego comer en casa, estábamos camino al centro residencial tomando un par de capuchinos. Ya estaba haciendo un poco de brisa y estaba nublado.


   Anne y yo caminábamos bastante rápido por si acaso llegaba a llover, comenzaba a hacer un poco de frio y seguíamos los caminos de concreto del campus que nos llevarían a la zona residencial.

   Tras caminar varios minutos al fin estábamos en el edificio, caminamos hasta los ascensores y esperamos a que llegase alguno, tras tres minutos de espera se abrieron las puertas cromadas donde nos veíamos reflejadas dándonos paso al interior.

   Cuando el ascensor marcó el tercer piso las puertas se abrieron dándonos paso a los pasillos alfombrados donde se encontraban las habitaciones compartidas, cuando estábamos llegando a nuestra puerta nos dimos cuenta de algo extraño.

   —¿Qué hace la puerta abierta? —Pregunté mirando a Anne mientras seguíamos caminando rápidamente.

   —No lo sé, cerramos antes de irnos —Respondió ella siguiéndome el paso.

   Cuando llegamos a la entrada de nuestro departamento nos dimos cuenta de que en ella habían unas cajas, y tras esas cajas una chica con un cuerpo delgado, bastante pálida, de mirada penetrante, cabello castaño y unos ojos verdes.

   Hacía unos días que los padres de Elissa habían ido a buscar sus cosas para desocupar el espacio que ella ocupaba mientras vivía en aquel lugar, cosa que destrozó a Anne, pero esto no pintaba nada bien, una chica que ninguna de las dos conocía iba a ocupar ese lugar.

   Era obvio que iba a suceder en algún momento pero no esperaban que fuera tan pronto, además que la chica no aparentaba ser para nada amigable.

   —Ustedes deben ser Anne y Jasmine ¿cierto? —Dijo con mucha confianza.

   —Así es, ¿Quién eres tú? —Respondió Anne un poco agresiva.

   —Me llamo Emira, Emira Cohen, me inscribí hoy de última hora y me asignaron a este departamento.

   Tanto Anne como yo nos quedamos perplejas, la chica tenía una confianza increíble, no solo nos hablaba como si nos conociera de hace años. También nos hablaba sin siquiera dirigirnos la mirada y seguía acomodando sus cajas.

   —El desorden lo arreglaré en un rato, si gustan pueden hacer lo que quieran.

   —Esta... Bien, supongo —Tartamudeé.

   En ese mismo instante otra persona accedió al departamento ya no sabía que pensar, era el mismo chico que estaba en el centro de admisiones con la misma mirada penetrante que tenía la tal Emira y con un aspecto bastante parecido.

   —Zacharias ¿Qué haces aquí? —Le preguntó Emira rápidamente—. Pensé que te estabas acomodando.

   —Eso ya lo hice hace varias horas, por lo que veo no puedes decir lo mismo hermanita —Dijo el chico viendo a su alrededor el desastre que había con las cajas—. Oh a ti te conozco del centro de admisiones ¿no? —Dijo viéndome a los ojos.

   No pude hablar, solo asentí y desvíe la mirada hacia Anne quien también me vio y me hizo una seña para irnos a su habitación a lo que me negué sentía curiosidad por el aspecto de ese par de chicos que estaban ahora en la sala susurrando entre ellos.

   —Esto no me gusta para nada —Dijo Anne en una voz extremadamente baja.

   —Ya te acostumbraras —Respondió Emira desde la puerta donde quedaban algunas cajas.

   Tanto Anne como yo nos quedamos perplejas era increíble que fuese podido escuchar lo que ella había dicho a tal distancia cuando Anne había hablado en una voz prácticamente inaudible, incluso a mí me costó un poco oírla.

   —Voy a cenar hermana, ¿vienes? —Dijo Zacharias viendo a su hermana—. Adiós —Dijo viéndonos a Anne y a mí.

   —Está bien —Respondió Emira terminando de empujar las cajas hacia lo que era la habitación de Elissa que ahora era su habitación.

   Salieron del departamento dejándonos con una impresión bastante extraña, por un lado no sentimos agrado por haberla conocido, pero por otro no le habíamos dado la oportunidad de tener una charla con ella a ver qué tal era.

   Por otro lado, Zacharias, su hermano, al menos se había despedido antes de irse, aunque algo me decía que su actitud era igual o peor que la de su hermana, la forma en que llegó diciéndole que habia terminado de acomodarse hace horas.

   —¿Cómo demonios escuchó lo que dije? —Me preguntó Anne.

   —No lo sé —Dije tomando asiento —Mejor hagamos algo de cenar y vemos que hacemos mañana.

   —¡Que geniales son chicas! Gracias por esperarme despiertas —Dijo Emira con el mismo tono arrogante que cuando la vimos por primera vez.

    Anne me dirigió una mirada de fastidio al verla, es que incluso la entendia, a mi también me molestaba la actitud tan egocéntrica que tenía.

   —Si quieres comer, sírvete —Le dije señalando las ollas sobre los mesones de la cocina—. Aún está caliente.

   —No gracias, ya comí con mi hermano, prefiero irme a dormir, nos vemos mañana.

   —Hasta mañana —Respondí mientras seguía comiendo.

   —Hasta mañana —Dijo Anne sin siquiera verla.

   Terminamos de comer y mientras Anne lavaba los trastes yo limpiaba la mesa y ordenaba la cocina para irnos a dormir, desde un punto de vista la actitud de Emira nos parecía un poco chistosa, pero por otro apuesto a que por la mente de Anne pasaban pensamientos tipo <<¿Y esta quien se cree?>> o <<¿Qué demonios le pasa?>> de hecho me sorprendió el simple hecho que conociendo su forma de reaccionar ante ciertas circunstancias no le haya gritado algo.

   —Entonces, terminé aquí, me voy a dormir —Dijo Anne bostezando —. Nos vemos mañana amiga.

   —Hasta mañana, que descanses —Le respondí.

   Terminéde organizar lo que habíamos desordenado en la cocina, estaba agotada, así quedecidí irme a acostar, no me tenía que preocupar porque al amanecer seriadomingo y podría dormir hasta la hora que quisiera, lo que me parecía curiosoes que al dormir en vez de pensar en Justin, terminaba pensando en ese curiosochico que terminé conociendo en la universidad hace algún tiempo y llamó tantomi atención, Benjamin Reed, sin embargo también circulaba alguien más en mi mente,pero no por atracción sino por la curiosidad que me generaba la actitud quetenían tanto Emira como Zacharias... Sin embargo me pareció curioso que fueseaparecido hoy y que se acordará del día en el centro de admisiones, el día quefalleció Elissa.

NOTA DE AUTOR: 

EL DÍA DE HOY PUBLIQUÉ 3 CAPITULOS POR LO SIGUIENTE: BASICAMENTE ESTA SEMANA HE ESTADO SUPER OCUPADO RESOLVIENDO ALGUNOS PROBLEMAS PERSONALES Y POR ELLO NO HABÍA PODIDO PUBLICAR NI MIÉRCOLES NI VIERNES, PERO HOY LES REGALÉ 3 CAPÍTULOS Y VOLVEMOS MAÑANA CON OTRO









AMOR DE LUNA LLENADonde viven las historias. Descúbrelo ahora