MUDANZA (BENJAMIN)

35 2 0
                                    

  Al llegar a casa intente dirigirme hacia mi habitación sin que mi madre notara que había llegado, todo parecía estar en orden en casa, como si nada fuese ocurrido, a excepción de que papá iba con su ropa bastante rota y algo rasguñado.

   —¿Donde demonios estuvi...? Por dios ¿Que les sucedió? ¿Estuvieron peleando? —Preguntó mi madre mirando a mi padre quien me dirigió una mirada para que me mantuviera callado.

   —Hola cariño... Es solo que Ben se escapo molesto y tuve que seguirlo... Y nos robaron a ambos...

   —¡Por dios!, ¿Están bien?, ¿No les hicieron daño?

   —Mamá, estamos bien, antes de irme a duchar y dormir... Necesito hablar con ambos... —Respondí intentando calmar un poco la tensión del ambiente.

   Mi madre asintió y todos nos dirigimos hacia el salón, mi padre a pesar de no sentir dolor alguno por los rasguños, tenía una expresión de cansancio y cuando me miraba a los ojos, solo lograba notar en él un sentimiento... Ya no era el mismo, ya no era amor ni comprensión... En sus ojos solo había decepción.

   —Me mudaré... Continuaré estudiando... Intentare hacer algo por mi vida y todas esas cosas que ustedes dicen...

   —Me parece bien - Dijo mi madre con un tono de voz frió.

   —Recuerda que por mi trabajo obtendrás una compensación económica, para que puedas vivir, no con lujos, pero si cómodamente —Dijo mi padre sin mirarme.

   —Esta bien...

   Al día siguiente comencé a empacar mis cosas, mi padre me llevaría hasta King's College, donde continuaría mis estudios, de ahí me tendría que mover hasta donde están las residencias estudiantiles para pagar la estadía y comenzar a vivir allí mientras estudiaba.

   Tome la maleta y las cajas y la lleve al coche de papá, Mamá no sabía cómo sentirse por un lado estaba alegre, al fin me iré de casa, pero por otro lado se le notaba un poco la tristeza, nunca la había detallado bien, pero se veía cansada, algo vieja ya, la edad ya se le estaba comenzando a notar, a pesar de ser una mujer de solo 45 años le pintaban algunas canas.

   —Te extrañare mamá, prometo llamarte cada día... —Dije tratando de sacar al menos una sonrisa

   —Está bien hijo...

   En cuanto entre al coche mi padre me miro, sonrió y se puso en marcha a la universidad, era un viaje de 3 horas si corríamos con la suerte de no toparnos con algo de tráfico.

   —Crees poder contenerte mientras estés en la universidad, digo, rodearte de tantas personas, no crees que pueda afectarte y... Ya sabes...

   —Tranquilo papá, tengo todo absolutamente controlado, todo está en mantenerme en calma y en luna llena correr hasta las montañas, donde no pueda dañar a nadie.

   —Esta bien... —Dijo mi padre en un tono desconfiado.

   Continuamos una gran parte del trayecto sin hablar, el solo escuchaba la música del estéreo mientras que yo solo veía mi móvil e intentaba relajarme, me coloqué los auriculares para escuchar mi propia música. Pero mi padre llamó mi atención, intentaba decirme algo, así que me retire los auriculares de los oídos y lo escuché con atención.

   —Escucha, eres mi hijo, siempre lo serás, a pesar de que seas un hombre lobo o lo que seas, eres mi hijo y te amo, espero que entiendas que esto no afectara en nuestra relación, podrás ir a visitarnos a casa cuando quieras, podrás llamar cuando quieras, me puedes invitar a salir cuando quieras.

AMOR DE LUNA LLENADonde viven las historias. Descúbrelo ahora