Habían pasado varios días desde que Zacharias me intentaba entrenar, él se refería a mi condición como una bestia interior que debía emerger y obedecerme sí o sí. Sin embargo, me era complicado.
Tras varios días intentando encontrar alguna colina que no quedara tan cerca como para que nadie nos viera ni tan lejos para que resultara incomodo llegar a ella, en algunas ocasiones Simon nos acompañaba sin embargo Zacharias le pedía que se mantuviera alejado por seguridad.
—Debes llamarle, piensa en tu bestia interior como un perro al que debes tirar de una correa —Dijo Zacharias.
—Lo intento pero no puedo —Respondí.
—Hagamos un ejercicio sencillo, transforma tu mano en una garra, me dijiste que hace algún tiempo parte de tu oreja se transformó por si sola. Veamos que eres capaz de hacer con tu mano.
—Lo de mi oreja no fue intencional.
—Piensa en tu mano, piensa en que la bestia quiere salir pero contrólala.
Una vez Zacharias terminó de hablar levanté mi mano frente a mi rostro y con toda la concentración que pude pensé en lo que él había denominado como "bestia interior" y en cómo debía controlarla, tras varios minutos de ver mi mano con suma atención vi como de mi brazo comenzaba a brotar pelo y esta se transformaba en una garra.
—¡Genial!, ya lo estás logrando, luego de mil años de intentarlo —Exclamó Zacharias en tono burlón.
—A ver, no necesito que te burles de lo que me cuesta esto.
—Bien, ahora inténtalo con ambos brazos, y créeme sé que estás pensando en golpearme —Añadió Zacharias.
—¿Pero cómo demonios lo supiste? —Pregunté
—Puedo leer tus pensamientos, imbécil.
Tras varias horas de intentar transformar mis brazos, al fin estaba saliendo, pude transformar primero mi brazo derecho y luego ambos, aunque me seguía costando al cabo de varios intentos exitosos ya lograba hacerlo con mayor facilidad, sin embargo, estaba consciente de que me quedaba un arduo camino por delante y Zacharias no dudaba en recordármelo.
—Dejémoslo así por hoy —Dijo Zacharias al ver que ya estaba agotado mentalmente.
—Está bien. – Respondí
—Eres débil, deberías fortalecerte más, concéntrate para mañana, será luna llena. – Dijo Zacharias.
Algunos días atrás me había comentado que los licántropos mientras no hubiera luna llena podían controlar cada aspecto de su transformación o podrían "domar a la bestia interior", sin embargo, cuando es luna llena es cuando esa bestia era más poderosa y no había forma conocida de controlarla por sí mismo.
Debía volver a estas montañas mañana a refugiarme y evitar hacerle daño a alguien al transformarme, no quería que sucediera de nuevo lo de Elissa.
Quedamos en vernos con Simon en el café sin embargo había algo que me llamaba la atención de Zacharias y era que caminaba bajo el sol como si nada.
—Oye Zacharias... ¿Puedo preguntarte algo? —Dije mientras caminábamos.
—Ya sé lo que vas a preguntar —Dijo Zacharias —. ¿Ves este anillo?.
—Sí, pensé que era el anillo de tu familia o algo parecido.
—Lo es, mi familia es una de las más acaudaladas de Mirah, este anillo esta forjado y bañado en un mineral milenario, un mineral que nos permite caminar bajo la luz del sol, ese mineral se llama Levtah y muy pocas familias son capaces de pagarlo, mi familia es una.
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AMOR DE LUNA LLENA
Teen FictionLuego de una pelea con sus padres Benjamin Reed quien fue convertido en hombre lobo debe madurar y aprender a vivir solo, proceso en el cual conoce a Jasmine Thompson, una chica común pero extremadamente atrayente, ambos podrían enamorarse mutuament...