FRAGMENTOS DE MIRAH (BENJAMIN)

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   <<Tiene una forma muy extraña>> pensé mientras Zacharias me mostraba un pequeño mapa de Mirah que encontramos en un libro, mostraban un poco como se dividía todo el terreno de Mirah, como nos explicó Zacharias anteriormente a Simon y a mi se dividía en 3 ducados y las zonas neutras.

   Livurna, también conocida como el ducado vampírico era una de las zonas más grandes, a pesar de no ser el ducado principal, o la capital era el punto donde todo sucedía, era donde estaban los puertos marítimos, donde llegaba todo lo comerciable y se distribuía a los otros ducados, esto incluía el tráfico de esclavos.

   Justo a un lado se encontraba Lortz, el ducado de los brujos y la capital, el espacio más pequeño de Mirah, donde habitaban la mayoría de los brujos, pues algunos partían a Livurna o a Calah para poder tener una serie de portales distribuidos por todo Mirah, para acceder a otros ducados sin caminar kilómetros o para poder salir al mundo mortal y común, las colinas de Lortz eran las que le brindaban la sombra eterna a Livurna.

   A un lado de Lortz se encontraba Calah, ducado de hombres lobo, lleno de una extensa y excéntrica flora, pequeñas aldeas, y algunas pequeñas colinas, según las ilustraciones realizadas a mano del libro Calah tenía hermosos paisajes, esto ocasionaba que muchos aventureros quisieran salir de sus respectivos ducados y explorar la zona de hombres lobos a pesar de los grandes riesgos de morir devorado.

   Por otro lado, a pesar de que cada raza tenía sus terrenos, existían pequeñas islas que rodeaban Mirah, islas que también eran habitadas de forma neutral, las tres razas convivían de forma pacífica en ellas.

   —¿Has entendido algo? —Preguntó Zacharias.

   —Pues entendí más o menos todo, pero ¿cómo va eso de la venta de esclavos?, ¿Las islas neutrales pertenecen a Mirah?, ¿Las gobierna alguien? —Respondí con más preguntas que respuestas.

   —Ben, ¿Cómo carajos piensas que se alimentan en Livurna?, obviamente llevan a los humanos que se "Pierden" en el triángulo de las bermudas.

   —¿Me quieres decir que Mirah está en el triángulo de las bermudas? —Respondí.

   —Sí, respondiendo a otra de tus preguntas, las islas neutrales pertenecen a Mirah, sin embargo no son gobernadas por ninguna de las razas, es a donde suelen ir cazadores de recompensas y exiliados.

   —¿Cazadores de recompensas? ¿Buscan criminales y así?

   —En teoría... Pero la mayoría del tiempo raptan a la gente que se acerca peligrosamente a Mirah para intercambiarla por recursos en Livurna, según sé es un negocio bastante rentable —Añadió Zacharias.

   A primera vista Mirah parecía un mundo visualmente agradable, sin embargo a medida que leía de sus peligros y Zacharias me iba contando poco a poco como era todo lo que él conocía en Mirah me daba cuenta que era un sitio muy peligroso y extraño, particularmente en Livurna y Lortz de donde salían la mayoría de los exiliados que eran enviados a las islas neutrales.

   Livurna era iluminada artificialmente por lámparas que emitían una luz blanquecina desde el suelo, Livurna nunca era tocada por la iluminación solar a diferencia de Calah o Lortz.

   —¿Cómo es que en Livurna nunca da la luz del sol? No lo entiendo —Pregunté finalmente.

   —Así fue diseñado —Respondió Zacharias.

   —¿Diseñado? ¿Por quién?.

   —En la antigüedad Humanos y Criaturas convivían entre sí, los humanos no sabían de nosotros, era un secreto muy bien guardado, sin embargo, una oscura noche un hambriento hombre lobo se transformó en un bar y devoró a una chica delante de muchas personas, desde ese momento comenzaron las cacerías de bruja, los collares de ajo contra vampiros y la fiebre de la plata para combatir a los licántropos.

   —¿Y cómo descubrieron a las otras dos especies? digo, solo fue un licántropo el que atacó en el bar ¿No?

   —Pues ese licántropo tras muchas torturas con fuego confesó todo lo que sabía de las criaturas sobrenaturales, pero proseguiré con la historia.

   —Está bien.

   —Tras tanta persecución por parte de los humanos las tres razas se unieron, a pesar de la discordia entre vampiros y licántropos por lo sucedido los brujos actuaban como mediadores para evitar guerras.

   Zacharias seguía contándome la historia de Mirah, la forma como un representante de cada raza salió a reunirse con los de las otras razas para decidir qué hacer con respecto a las cacerías, ya era bastante cansado vivir huyendo, me contó como el representante de los brujos habló de crear una tierra oculta, una tierra donde las tres especies pudieran vivir en paz, sin persecuciones, sin vivir escapando.

   Me contó como los poderes de los brujos provenían de demonios, y que no podían crear dicha tierra sin el poder de uno, el representante de los brujos convocó a varios de sus colegas y los de las otras dos especies hicieron lo mismo, debían invocar un poder mayor para poder salir de sus problemas.

   Zacharias siguió contándome como los brujos colocaron a cada especie en ciertas posiciones, como cada uno de los brujos comenzaba a hacer una especie de rezo en una lengua muy extraña, una lengua que ninguna de las demás especies pudo entender jamás.

   Zacharias había cambiado su semblante cuando comenzó a contarme como los tres representantes de las razas estaban en el centro de todo de pronto entre ellos apareció un demonio.

   —Creo que lo mejor será que a partir de aquí tomes mi mano —Dijo Zacharias.

   —¿Estás asustado? —Bromee.

   —Es para que entiendas mejor imbécil —Respondió Zacharias molesto

   Tomé su mano y tal y como cuando Zacharias me mostró sus recuerdos con Emira me encontré en una habitación llena de gente, en posiciones extrañas tal y como me lo había descrito Zacharias y en el centro de todo habían 3 criaturas, un brujo, un licántropo y un vampiro tomados de la mano y entre ellos una figura muy extraña, parecía un humano común y corriente, sin embargo, sobre su puño llevaba un pequeño halcón y bajo él un cocodrilo quien estaba fijo, como si fuese una estatua.

   —¡Agares! Te hemos invocado porque necesitamos pedir tu gran favor —Gritó el brujo.

   —Bill Stoner, descendiente del mismísimo Abraxas, lástima que seas un impuro brujo y no un gran demonio de las legiones del infierno —Respondió el demonio con una voz muy profunda—. ¿Cuál favor es el que piden?.

   —Necesitamos un mundo donde podamos vivir en paz, sin necesidad de huir —Respondió el licántropo.

   —Geldor Uijic, hijo de la luna, dame una razón para no eliminarlos a todos y cada uno de ustedes por ser uno de los suyos el que causara este gran desastre —Dijo Agares con un tono de voz mucho más grave y molesto.

   —¡Ya el infractor fue eliminado! —Gritó el vampiro—. No hace falta eliminar a una raza completa por el error de uno de ellos.

   —Roholl Cohen, hijo de la sangre, sé que en el fondo los quieres eliminar por todo lo sucedido, ¿Qué te impulsa a ser tan hipócrita y querer fingir que  todo está bien? —Respondió el demonio.

   A simple vista parecía que Agares quería causar problemas entre ambas razas, sin embargo, también se notaba que su verdadera intención era saber si ambas razas podrían convivir en paz, sin guerras. Y había acertado, no podían.

   —Os concederé lo pedido, una isla será levantada en un punto muerto del océano, una isla a la cual accederán mediante portales creados por nuestros descendientes, una isla con el nombre Mirah por ser el nombre de la chica asesinada, la isla tendrá zonas con las características adecuadas para cada raza, ustedes decidirán como distribuirse los terrenos —Dijo Agares y luego desapareció dejando todo cubierto de cenizas.

   De pronto Zacharias tal y como cuando su recuerdo de Emira volvió a sacarme de sus recuerdos, haciéndome así volver al mundo real.

   —¿Roholl era de tu familia?

   —Soy el hijo del nieto de su nieto.

   —O sea su trastaranieto.

   —Exacto

   —Entonces, ¿Esa es la historia de Mirah?

   —Un pequeño fragmento de ella —Respondió Zacharias.

AMOR DE LUNA LLENADonde viven las historias. Descúbrelo ahora