EXPLICACIONES (BENJAMIN)

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   Desde que le había confesado a Simon mi condición de hombre lobo, no había dejado de molestarme haciendo preguntas de las que ni yo tenía respuestas. Luego de contarle mi historia comenzó a hacer aún más preguntas y yo solo lo ignoraba.

   —Oye, ¿Y te puedes transformar a voluntad o solo es en luna llena? —Seguía preguntando Simon.

   —Ya te dije que no lo sé, solo sé que cada luna llena debo huir para transformarme ¿Puedes dejar de hacer preguntas de las que no tengo respuestas? —Respondí.

   Simon solo me miro y siguió limpiando la cocina mientras que yo me encargaba del baño, era día de limpieza y luego saldríamos a ver una película o solo a caminar.

   —Oye, entonces... ¿Lo que mató a la compañera de cuarto de la chica que te gusta fue un hombre lobo? —Preguntó Simon viéndome fijamente.

   —Creo que... —Me detuve, no sabía si decirlo. Tomé un poco de aire—. Fui yo...

   —Espera... ¡¿Qué?! —Gritó Simon.

   Solo levanté mi mano en señal de pedirle que hiciera silencio, debíamos ser discretos, no podía permitir que nadie supiera mi secreto, me acusarían de homicidio. Además podría meterme en problemas con otros licántropos.

   —No fue conscientemente... —Le dije manteniendo la vista en el suelo—. Cada vez que me transformo pierdo el control sobre mí mismo.

   —Entiendo... —Respondió Simon.

   Simon mantuvo silencio durante el resto de la jornada de limpieza en el departamento, luego de terminar tras varias horas, Simon tomó su mochila y me dijo que iba a dar una vuelta por el campus.

   Al fin tenía un momento a solas para pensar, descansar y sobre todo no escuchar las preguntas de Simon sobre los licántropos (Cosa que en realidad era molesta).

   Tomé mi libreta de apuntes y me recosté en mi cama a leer algunas anotaciones hechas en clases para repasar, pronto comenzaríamos los exámenes y no sabía prácticamente nada, sin embargo había algo que seguía rondando mi mente, una chica que realmente me traía loco, Jasmine... Sin embargo, no podía estar con ella. No al menos hasta descubrir cómo controlarme.

   Tras varias horas de estudio ya estaba atardeciendo y decidí bajar al campus un rato a dar una vuelta y respirar aire fresco, quizá eso era lo que me hacía falta.

   —Oye... ¿Benjamin? —Dijo una voz ronca tras de mi al cruzar la puerta.

   —Si... Disculpa ¿Quién eres? — Pregunté.

   Al voltear vi a un chico de una tez pálida que parecía enfermiza, lentes oscuros, alto, vestía ropas bastante modernas para el rostro enfermizo y pálido que tenía.

   —No importa quién soy... llevo días buscándote, logré recolectar algo de información y al fin te encontré.

   —¿Qué es lo que quieres?... —Respondí.

   —Ayudarte con la condición que tanto odias, veras, vengo de una tierra bástate lejana, una tierra que no conseguirás en mapas convencionales y a la que es muy difícil acceder.

   —¿De qué condición me hablas? —Respondí efusivamente.

   —¿Crees qué el olor a perro no se nota desde aquí? —Dijo tapándose su perfilada nariz —Para que no desconfíes Te diré mi nombre, Soy Zacharias Cohen.

   —¡¿Cómo demonios sabes lo que soy?! —Grité.

   —Haz un poco más de silencio si no quieres terminar como el idiota de allá —Hizo una seña y vi a Simon desmayado en el suelo—. Lo sé porque sufro algo parecido a lo tuyo.

   Salí corriendo al sitio donde estaba Simon en el suelo intentando reanimarlo, Zacharias me ayudó a levantarlo y llevarlo al interior del departamento donde al fin despertó.

   —A ver si estoy entendiendo bien... —Dije tras varios minutos de conversación explicándole a Simon todo lo conversado con Zacharias—. ¿Puedes ayudarme a controlarme?.

   —No solo a controlarte, también a usar cada uno de tus poderes —Dijo Zacharias.

   —A ver si estoy entendiendo bien —Intervino Simon aún confundido por el golpe—. ¿Hay una tierra llena de criaturas como él?

   —En Mirah hay mucho más que licántropos.

   Simon me dirigió una mirada bastante discreta la verdad y luego volteo a ver a Zacharias quien le extendió la mano.

   —Oye lamento haberte golpeado, pero no podía permitir mucho ruido, nadie debe descubrirnos, ni siquiera tu debías saber nada de esto —Dijo Zacharias dándole la mano a Simon.

   —¿Y cómo supiste que era yo? —Intervine.

   —La ultima luna llena, yo también estaba en esas colinas donde murió la chica. Te vi descender de las colinas, pálido y cubierto de sangre.

   —Elissa —Dijo Simon.

   —Ella —Aseveró Zacharias—. Deberás buscar una manada tarde o temprano —Me dijo.

   —Podría entrar en la tuya —Dije.

   —Yo no tengo manada ni puedo estar en ninguna —Dijo Zacharias en tono seco.

   La sala quedó en silencio durante un rato, solo nos mirábamos las caras mientras intentábamos entender lo que estaba pasando, no todos los días llega un sujeto que no conoces diciéndote que puede ayudarte a controlar una condición que muy pocas personas sabían que tenías, además de hablarte de una tierra que nadie conoce.

   —Mirah es un sitio bastante genial —Dijo Zacharias —. Pero volviendo a lo de las manadas, luego de ayudarte a entrenar, te conseguiré una.

   —Perfecto —Le respondí

   Tras varias horas de larga charla donde Zacharias me explicaba un poco las fases de la luna y en como afectaban a los licántropos, en cómo habían licántropos que podían transformarse a voluntad, enfermedades que podrían afectar, tal como las transformaciones involuntarias por nervios, entre otras cosas fantásticas.

   Era increíble todo lo que podía sufrir un hombre lobo, a pesar de ser criaturas robustas y fuertes, también sufrían enfermedades mortales.

   —Mi hermana debe de estar cerca, creo que debo buscarla para ayudarla con sus cosas —Dijo Zacharias.

   —Está bien, ¿Nos vemos luego entonces? —Dije.

   —Sí, está bien, nos vemos mañana en la cafetería ¿Te parece?

   —Perfecto, voy a desayunar allí todos los días y Simon trabaja allí —Respondí.

   —Genial, nos vemos entonces...

   Zacharias ya estaba dándose la vuelta hacia la puerta cuando despertó mi curiosidad <<No puedo pertenecer a ninguna manada>>, esas palabras retumbaban en mi mente,y quería preguntarle pero no sabia si hacerlo.

   —A todas estas... ¿Por qué no puedes pertenecer a ninguna manada? —Pregunté mientras Zacharias tomaba el picaporte.

   —Porque no soy un hombre lobo —Respondió tajante.

   —Ehmm... Entonces... ¿Qué eres? —Pregunté con nervios.

   —Soy un vampiro.

AMOR DE LUNA LLENADonde viven las historias. Descúbrelo ahora