FURIA (BENJAMIN)

8 0 0
                                    

 Hacía varios días que había visto a un chico extraño que Jasmine me presentó la última vez que la vi, un tal Justin quien era su novio o algo así, habían sentimientos encontrados, por un lado eran celos, quisiera ser yo el novio de Jasmine, por otro lado furia contra Zacharias por no permitirme hablar con Jasmine.


   —Debes aprovechar tu ira para tus transformaciones, no te costará tanto —Escuché a Zacharias hablar pacientemente mientras me entrenaba en lo alto de una colina.

   —Lo intento pero no es tan fácil como crees —Respondí rápidamente—. Yo no recibí tanto entrenamiento como tu ¿recuerdas?

   Zacharias solo volteó los ojos y se sentó mientras yo intentaba hacer los ejercicios que él me proponía, decía que para que todo estuviera en concordancia, tanto mi mente como mi cuerpo debían estar en buena forma, todas las mañanas me hacía correr o trotar a lo largo del campus y luego entrenamientos mentales que según él me ayudarían a domar la bestia interior.

   —Solo concéntrate, imagina a Jasmine besando a su novio y dime que sientes —Dijo Zacharias sentado en un tronco.

   —Celos, ganas de golpearte por no dejarme hablar con ella —Respondí apretando los puños.

   —¿Me quieres golpear? inténtalo.- Me retó Zacharias.

   Sin pensarlo dos veces me lancé contra el y cuando menos me di cuenta el ya tenía mi puño entre sus manos, deteniéndolo con una fuerza tan brutal que ni el más fuerte de los hombres podría empujar su mano.

   <<¿Qué demonios?>> no pude evitar pensar así que sin más preámbulo intente asestar un golpe con mi mano izquierda y aún así Zacharias logro detener mi otra mano y sin poder soltarme simplemente comencé a sentir cada vez más furia, sentí como mis pensamientos se detenían y simplemente abría paso para que la bestia emergiera.

   De un momento a otro estaba consciente de lo que hacía, vi mi mano y vi la fuerza tan brutal que podía tener. Zacharias por su parte a pesar de que yo no podía asestarle ni un golpe, estaba más nervioso que antes.

   —Maldita bestia, contrólate. – Dijo él calmadamente.

   Yo solo quería asestar un golpe pero de un momento a otro sentí como invadió mi mente e hizo que me sentara y perdiera el control sobre mis acciones, haciendo que la bestia volviera a mi interior y se calmara.

   —¿Qué demonios fue eso? —Pregunté un poco exaltado.

   —Fue tu poder, ¿Ves que lo puedes controlar?, aunque parecías demente intentando golpearme, ya vi que eres capaz de hacer emerger a la bestia. – Dijo Zacharias volviéndose a sentar.

   —¿Ya puedo hablar con Jas...? —Me interrumpieron unos sonidos que venían de los arbustos que rodeaban la zona donde practicábamos y una chica Salió de ellos.

   Una chica muy parecida a Zacharias, <<ha de ser la hermana que me había comentado>> y él se levantó de su tronco y la abrazó.

   —Hola hermanita, te presento a Benjamin.

   —¿Él es el sabueso al que estabas entrenando con tanto afán? —Respondió la chica con un tono arrogante—. Mucho gusto, soy Emira.

   —Así que tú eres la nueva compañera de Jasmine Thompson ¿Me equivoco? —Respondí ignorando su comentario ofensivo.

   —Sí, soy yo, ¿Tan genial es Jas que incluso te habla de mí? Que gran chica —Dijo con un tono altanero—. Aunque su novio es extremadamente extraño, no lo soporto. – Dijo ella volteando los ojos.

   —Benjamin, ¿Podemos ir a almorzar a tu casa? —Dijo Zacharias viendo que no soportaba ver como mencionaban al novio de Jasmine.

   —Vale, vámonos.

   Durante todo el recorrido Emira hablaba con Zacharias sobre mi entrenamiento, y sobre otras cosas que no alcanzaba a oír bien, yo solo me limitaba a asentir a cualquier cosa que me dijera Zacharias, pues simplemente no quería tener que hablar con la insoportable Emira.

   Al llegar a casa Simon estaba apenas llegando de su trabajo y nos saludó a Zacharias y a mí, pero se extrañó al ver a Emira, quien le dirigió una mirada de repugnancia.

   —Aquí huele a demonio —Dijo Emira sentándose.

   —Emira, por favor un poco de respeto —Intervino Zacharias.

   —Zach, aquí huele a demonio, es en serio.

   Zacharias miró perplejo a su hermana, él también había percibido un extraño olor cuando estuvo en el apartamento por primera vez, sin embargo no conocía de dónde provenía o a que se asimilaba ese olor.

   —No lo conoces porque nunca conviviste con ellos, pero yo pasé 2 meses con un brujo, aquí hay un brujo.

   —No lo creo Em. Tú, Benjamin y yo somos los únicos seres sobrenaturales aquí —Intervino Zacharias.

   —Te equivocas hermanito, yo pase dos meses con los brujos y se exactamente como huelen. Ese olor tan putrefacto viene de él —Dijo Emira señalando a Simon.

   Todos nos quedamos perplejos incluso Simon quien se puso tan blanco como una hoja, me miraba y miraba a Zacharias, pero ninguno de los dos sabía que decir.

   Pasaron varios minutos hasta que Simon logró emitir algún sonido, al principio fue un simple suspiro pero luego comenzó a temblar.

   —No entiendo nada de lo que me estás diciendo, es imposible que yo sea un brujo, o lo que sea, solo soy un chico normal —Dijo Simon.

   —Puede que me equivoque, pero ese olor nauseabundo de demonio me hace pensar eso —Dijo Emira levantando sus hombros.

   Simon simplemente cerró sus ojos, no entendía nada de lo que estaba sucediendo en la sala de nuestro piso, no lo asimilaba y simplemente no lo creía.

   —La única forma de confirmarlo es llevarlo a Mirah —Dijo Zacharias—. Pero si nos equivocamos podríamos hacer que lo asesinen.

   —¿Asesinarlo? ¿Por qué? —Exclamé tras escuchar las palabras de Zacharias.

   —El ingreso de seres no sobrenaturales está prohibido en Mirah, solo ingresan por la costa del cadáver, en el ducado vampírico, en Livurna —Terminó añadiendo Emira.

   —Como esclavos para ser sacrificados y satisfacer las necesidades de quien los compre —Agregó Zacharias.

   —No me importa, pero supongo que el sabueso de caza no quiere arriesgar a su amigo —Dijo Emira—. No sería conveniente arriesgarnos.

   —Tienes razón, no importa mucho, luego veremos la forma de confirmar o desmentir esto —Dije antes de que se les ocurriera alguna locura.

   Zachariasya estaba sobrepasando los limites, no me permitía hablar con Jasmine, saberque estaba con su novio simplemente me impacientaba más todavía y ahora estabanhablando patrañas sobre Simon, por mi interior, solo corría un sentimiento, lafuria.

AMOR DE LUNA LLENADonde viven las historias. Descúbrelo ahora