Llegó la mañana siguiente, me levanté esperando que todo lo que había sucedido con Jasmine fuese solo un terrible sueño, sin embargo al voltear me di cuenta que no estaba, en mí la única esperanza que permanecía es que ella estuviese con vida, que estuviese bien, incluso si era para odiarme durante el resto de su vida.
Me levanté rápidamente, tomé una ducha, me lavé los dientes y me vestí, bajé a la sala y para mi sorpresa nadie se encontraba ahí, todos permanecían dormidos, salí al jardín y ya no me sorprendía el clima frio y la tensión que había en el aire.
—¿Cómo te sientes hijo? —Mi padre de la nada apareció tras de mí.
—Pues, bien, supongo —Respondí fríamente.
—No intentes mentirme Benjamin, te conozco desde que naciste y se perfectamente que estás destrozado aunque no lo quieras demostrar —Respondió él—. ¿Sabes?, anoche estuve hablando con tu amigo Zacharias.
—¿De qué?
—Me convenció de que tu no eras el culpable de la muerte de tu madre, estabas muy lejos y encima él no te ha quitado ni un ojo de encima desde que se conocieron en King's College —Respondió—. Me hizo entender que era muy probable que hubiese otro licántropo causando estragos.
Durante un rato me sorprendió la actitud receptiva de mi padre y como había Zacharias abogado por mi ante mi padre, al final de cuentas si estaba actuando como un verdadero amigo, intentando ayudarme a resolver mis problemas familiares.
—¿En qué momento hablaste con Zacharias? —Pregunté
—Anoche, bajé por té a la cocina y Zacharias estaba en la sala sin poder dormir y lo encontré pensativo en el mueble, me contó lo de la extraña figura en los árboles el día del sepelio de tu madre, me contó de sus sospechas y que eso era lo que le quitaba el sueño —Respondió mi padre—. Lo siento por la desconfianza hijo.
—Tranquilo papá, yo entiendo —Respondí dándole algunas palmadas en la espalda.
De un momento a otro mi padre y yo nos estábamos abrazando y recordando viejos momentos que vivimos con mi madre, esta vez sin broncas y con todo el amor que una familia debería tener, mi padre comenzaba a hablar de sus recuerdos de cuando yo apenas era un pequeño bebé, cuando di mis primeros pasos y mi madre estaba muy emocionada, mi primer día de escuela, mi primer día de secundaria, los días de frustración cuando yo me había desaparecido por mi transformación, cosa que mi madre nunca supo, falleció creyendo que yo había sido secuestrado y no había sido transformado en una terrible bestia.
—Pues cambio mucho conmigo, ¿no crees? —Dije finalmente.
—¿Por qué lo dices?
—De estar emocionada por mis primeros pasos a correrme prácticamente a diario de casa, hay muchísima diferencia —Respondí subiendo los hombros.
—Pues créeme que no hubo tanto cambio como te imaginas hijo —Respondió él viendo fijamente al suelo.
—¿De qué hablas? —Respondí viéndolo consternado.
—Cuando volví de llevarte a la universidad, encontré a tu madre llorando porque ya no ibas a estar por casa, dijo que aún eras su bebé —Dijo—. Ella no te odiaba Ben, sólo se preocupaba por tu futuro, quería que salieras adelante.
—No... no lo sabía —Dije con lágrimas en los ojos.
—¡Qué bonito que se reúna la familia —Gritó Emira abrazándonos a mi padre y a mí por la espalda sobre los hombros—. Me alegro mucho por ustedes.
ESTÁS LEYENDO
AMOR DE LUNA LLENA
Teen FictionLuego de una pelea con sus padres Benjamin Reed quien fue convertido en hombre lobo debe madurar y aprender a vivir solo, proceso en el cual conoce a Jasmine Thompson, una chica común pero extremadamente atrayente, ambos podrían enamorarse mutuament...