🤎; Prologo

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El chocolate, ese dulce que le encanta a la mayoría de las personas, en especial a los niños. Hay personas que se vuelven adictos a este dulce, debido a su sabor y aroma, por su consistencia, por lo duro que llega ser al principio y después lo suave y espeso. Tan grande es su obsesión y adicción, que llegan a consumirlo todos los días, todo el día, lo cual no es malo, siempre y cuando sea chocolate negro.

Chocohólicos, ese es el nombre hacia las personas obsesionadas con el chocolate, personas que todos los días consumen chocolate, ya sea como postre, aperitivo o como la comida del día. Obsesionados por su sabor y olor, ese delicioso aroma a chocolate, ese asombroso sabor, dulce, incluso si fuera amargo, era rico, con leche, blanco, y semiamargo, cada chocolate era fascinante para esas personas, y Choi Soobin, lo confirmaba al cien por ciento.

Soobin, un estudiante de preparatoria, obsesionado con el chocolate, era un chico normal de su edad, era un buen alumno, no era uno de los mejores, tampoco uno de los peores, lo único "extraño" de él para las demás personas era que no tenía amigos, si hablaba con sus compañeros era solamente para los proyectos que los profesores encargaban. Había ciertas personas que pensaban que simplemente no quería tener amigos para concentrarse en sus estudios porque alguien de su tipo suele hacer eso, dejar a los demás y centrarse en sus estudios para llegar a ser alguien.

Uno de sus compañeros, era uno de sus favoritos por oler a chocolate. Estaba tan obsesionado con el chocolate, que se enamoró de su compañero de nombre Huening, siempre que pasaba junto a él, o le tocaba ser compañero de proyecto, podía oler su delicioso aroma a chocolate. Siempre se embriagaba con su dulce aroma, deseando poder probarlo, su dulce sabor, que tipo de chocolate podría ser ya que tenía diferentes aromas, a veces, parecía chocolate con leche, a veces chocolate blanco, otras veces chocolate amargo y pocas ocasiones, una combinación de los tres. Quería estar cerca de él, para disfrutar de su aroma pero le era imposible, ya que Huening tenía novio.

Quería estar con él, daría lo que fuera por poder probarlo, poder oler de cerca su rico aroma, poder probar sus labios, para saber si sabían a chocolate. Se obsesionó tanto con él por el simple hecho de que olía chocolate que haría cualquier cosa por estar con él aunque sea un segundo, llevándolo a extremos.

Fueron tres meses, en donde Soobin observó a lo lejos a Huening, anotando cada cosa que hacía en una libreta que llevaba siempre de pasta color café. Se aprendió todo lo que hacía, cada lugar que visitaba, el lugar donde vivía, quienes vivían ahí, quienes lo visitaban, las veces en las que salía con su novio, lo que hacían y a donde iban lo cual le molestaba, ya que su novio quería hacer cosas que Huening no haciendo que su novio se moleste. Al cuarto mes comenzó a arreglar su sótano, pues era un desastre total. Hizo un plan sobre cómo podría acercarse a Huening sin que nadie lo notase pero para eso, tendría que comprar muchas cosas.

Así fue como la gran obsesión de Soobin, lo llevó a cometer un delito, al cual estaba dispuesto a hacer sin costo alguno, tenía sus métodos para que no lo descubrieran, para que nadie sospechara de él. Algunos podría decir que estaba loco, y tal vez sí lo estaba, ya que no le importaba si tenía que matar a alguien para que no lo descubrieran, incluyendo su mejor amigo. Solo tenía que esperar al gran día, el cual cambiaría su vida por completo.



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Chocolate - SooKaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora