Prologo

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Prologo

Tipo de narrador: Tercera persona

—No sabes cuánto me duele tener que separarme de ti, pero te prometo que voy a volver, no me olvidaré de ti —Le había prometido él con los ojos aguados.

—Yo también prometo nunca olvidarte —Contestó ella entre lagrimas —Prometo que voy a esperarte el tiempo que sea necesario.

—Tú y yo vamos a estar juntos y tendremos nuestro final feliz, lo prometo.

Ella levanto la mirada para verlo una última vez, solo era cuestión de minutos para que él saliera por la puerta y se fuera lejos.

—Te amo —Le confesó ella, haciendo que a aquel chico se le hiciera cada vez más doloroso dejarla.

—Yo también te amo —Secundó él, tomando su rostro entre sus manos para darle un último beso.

Él no sabía si de verdad iba a poder cumplir su promesa, pero se prometió a si mismo nunca dejar de intentarlo, no iba a dejarla ir tan fácilmente, porqué él ya sabía que quería pasar el resto de su vida con ella.

8 años después.

Aquella chica se movió entre la gente, buscando su asiento, que obviamente sería en el lugar VIP. Cuando lo encontró tomó asiento y se permitió observar el juego. Ella sabía que no estaba aquí por el juego, sino por una persona en particular.

Sus ojos lo encontraron, y aunque la distancia fuera mucha, ella lo reconoció de inmediato. Y a pesar de los años, su corazón latió como loco al verlo correr en la cancha, ella todavía sentía cosas por él, pero no sabía si él si quiera la recordaba. Habían pasado siete años, y él nunca la buscó, aunque ella tampoco lo hizo, pero no lo hizo por miedo al rechazo.

Aquel chico ni si quiera sabía que tenía los ojos de aquella chica puestos en él. Estaba concentrado en el juego, en ganar y ser el mejor, como llevaba haciéndolo tres años seguidos. El partido terminó dándole la victoria al equipo de aquel chico, como era de esperarse.

Gritos, aplausos, música, todo eso fue lo que acompañó la victoria de aquel equipo. Los jugadores corrieron hacia las duchas para cambiarse, ahora debían pasar un rato con las personas que estaban en el VIP, firmar autógrafos y tomarse fotos, la rutina del equipo ganador.

Aquel chico pensaba que era un día como cualquier otro en el que habían ganado otro juego, pero no era así. Se dirigió hacia el área VIP donde solo se encontraban algunas veinte personas, se dedicó a firmar autógrafos, tomarse fotos y compartir con esas personas, como lo hacían todos los miembros del equipo.

Una hora más tarde ya casi no quedaba nadie en aquel lugar, él solo quería irse a casa y descansar después de aquel partido tan agotador, pero cuando estaba a punto de irse, una chica se acercó a él, llamando su atención.

Aquella chica traía gafas de sol y un pañuelo negro que escondía su cabellera. Era alta y esbelta, de buen cuerpo y de vestir elegante, parecía una más del montón de mujeres adineradas que siempre se le acercaban en busca de hacer tratos con él.

La chica le extendió una fotografía que tenia en la mano, era una foto de aquel chico.

—¿Quieres que la firme? —Inquirió él, suponiendo que era lo que ella quería.

La cara de la chica se convirtió en tristeza pura, pero no lo demostró.

—Claro, eso es lo que quiero —Contestó ella —Con una nota especial si es posible.

El chico no puso excusa y firmó la foto.

—Puedes poner "Al menos uno de los dos si cumplió la promesa" —Dijo la chica y él se estremeció.

¿Acaso es posible? Se preguntó él mirando a aquella chica.

No, no puede ser.

Con las manos temblorosas él agrego aquella nota a la foto.

—¿A quién quieres que se lo dedique? —Inquirió él, queriendo terminar e irse a su casa.

La chica sonrió con ironía, antes de decir.

—A ti.

El chico la miró congelado, no podía ser coincidencia, era ella, estaba seguro, pero ¿Cómo era eso posible? No se lo podía creer.

—Puedes quedarte con la foto, me tengo que ir —Avisó ella antes de rodearlo y empezar a alejarse de él con el corazón en mil pedazos.

El chico quiso correr detrás de ella, pero no pudo, se encontraba totalmente petrificado, después de tantos años ella había aparecido de la peor manera posible, creyendo que él la había olvidado, cuando en realidad no era así, él nunca la olvidó, fue ella quien se escondió.

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