Capítulo 4

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Capítulo 4

Raven. Un mes después.

Sé que se estarán preguntando si ya le dije a Benson sobre el embarazo, y no, no lo he hecho, hasta ahora solo lo sabemos Gigi y yo. Y sé que debí contarle a Benson desde que me enteré, pero simplemente no tengo el valor, tengo miedo de su reacción, sé que me quiere, pero ¿Quiere un bebé? Nunca lo mencionó, nunca habló de querer tener hijos, y eso me asusta.

Él sigue llamando y escribiendo, no todos los días ya que está muy ocupado, pero lo hace, y yo trato de sonar lo más normal posible.

Me encuentro doblando la ropa de China en su habitación cuando ella entra escandalosamente, y no solo eso, se acerca a mi furiosa y me da una cachetada tan fuerte, que estoy segura de que si estuviera de pies me hubiese caído.

—¡¿Esto es tuyo?! —Cuestiona sujetando la maldita prueba de embarazo frente a mis.

Yo no sé qué responder, mi respiración se agita y mis ojos se llenan de lagrimas que no dejo salir.

—Claro que es tuyo, si eres una rastrera, embarazándote de quien sabe quien a tan corta edad.

—Puedo explicarlo.

—¿Qué me va a explicar? ¿eh? ¿Al menos sabes quién es el papá?

Reuniendo todo el valor que tengo levanto la cabeza antes de hablar.

—Benson.

Y como era de esperarse, ella se echa a reír.

—No me hagas reír, ese bebé que esperas no es de mi hijo, fuiste y te embarazaste de otro, y ahora vienes a decir que es de él, solo quieres su dinero.

—No, claro que no, este bebé es de él, lo juro.

—Ya no digas disparates, y escucha muy bien lo que te voy a decir, porque lo vas a cumplir al pie de la letra —Se inclina para que su cara este a la misma altura que la mía —Te voy a dar el dinero y tú vas a ir y vas a abortar a ese bebé, y no sé como o donde lo harás, pero te vas a deshacer de él.

Yo niego con la cabeza frenéticamente, y las lagrimas empiezan a salir —No, por favor.

—Sí, lo harás, ¿Y sabes que más vas a hacer? Vas a irte de esta casa, no te quiero ver nunca más aquí, vas a desaparecer de mi vida y de la de mi hijo, porque si no lo haces, te juro que voy a hacer tu vida miserable, y sabes que puedo hacerlo, con dinero todo se puede —Ella se incorpora —Así que tú decides, tienes hasta la tarde para desaparecer.

—Mis padres dieron la vida por esta familia y yo llevo a tú nieto en mi vientre, ¿Y aun así me pides que me deshaga de él y que me vaya de esta casa? —Cuestiono entre lágrimas, sin creérmelo.

Una de las promesas que les hicieron a mis padres al contratarlos fue cuidarme si algún día les pasaba algo.

—El trabajo de tus padres era dar la vida por nosotros, y lo hicieron muy bien, pero eso no significa que voy a aguantarte en mi casa y menos embarazada de quien sabe quién, porque ese cuento de que es de mi hijo no me lo creo.

—Tú no tienes sentimientos.

—Cariño, no se consigue nada con sentimientos.

reuniendo mi orgullo, no voy a dejar que ella me pisotee.

—Espero que nunca te arrepientas de esto, porque el día que lo hagas te va a doler.

—Ya deja de decir estupideces y sal de mi vista, váyanse tú y esa sirvienta que lo único que hacen es estorbar.

Sé que está hablando de Gina, así que salgo de su habitación y me dirijo a la mía, tomo un bolso y me apresuro a meter solo algunas de mis cosas, recogiendo lo más esencial. Bajo a la cocina, en busca de Gina y allí la encuentro, con un bolso en sus manos.

Ninguna de las dos dice nada, ella solo se acerca a mí y me toma de la mano, sacándome de aquella casa. Ya en la calle tomamos un taxi y ella da una dirección que no conozco, pero confío en ella, en este momento es todo lo que tengo.

—No puedo creer que esa mujer allá sido capaz de echarnos como perros de la casa —Digo limpiando mis lágrimas.

—Ella me dio esto —Me entrega un sobre, el cual resulta que es un cheque a mi nombre por bastante dinero —También me dio el dinero de mi liquidación, tal vez el doble, al final no es tan mala como creemos.

—Te equivocas, si lo es, con esto solo está tratando de deshacerse de nosotras para siempre.

—Tienes que hablar con Benson y contarle todo esto.

—No puedo, si lo hago ella... no me va a dejar en paz, me amenazó —Confieso entre sollozos.

—Es tan horrible lo que te está pasando mi niña, pero no te voy a dejar sola, me tienes a mí.

(***)

Al final, Gina me lleva a su antiguo pueblo, donde tiene una pequeña casa. Y cuando digo pequeña, es muy pequeña, pero tal vez yo lo vea así porque viví toda mi vida en una mansión, sintiéndome parte de la familia, cuando no lo era.

Tenía pensado deshacerme del cheque que me dio China, pero la verdad es que lo necesito, dejé casi todas mis cosas en esa casa, no tengo nada más que lo que traigo en este pequeño bolso y estoy esperando un bebé, el cual no voy a abortar ni que me pongan una pistola en la cabeza.

La verdad es que me siento fatal con Gina, por mi culpa perdió su trabajo, y para colmo debe hacerse cargo de mí, aunque ella dice que eso no es problema, no quiero molestarla más de lo que ya lo he hecho.

Todo esto es una mierda, solo quiero llamar a Benson para que venga y me proteja, me diga que todo va a estar bien. Que vamos a estar bien. Quiero que me abrace y deje que me duerma en su pecho, que sepa que va a ser papá, aunque no sé cuál sería su reacción ante eso.

Pero no puedo, no puedo llamarlo ni buscarlo, no puedo porque sé de lo que China es capaz, sé que sus palabras no fueron en vano, y no puedo arriesgarme a que me obligue a deshacerme de mi bebé, porque sé que lo haría.

No sé que voy a hacer ahora, mi mente no puede idear un plan, no puedo verme en un futuro a largo plazo, no puedo pensar en nada más que no sea en Benson.

Mi Benson.

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