Capítulo 39
Benson.
La doctora que atendió a Raúl se encarga de darle las indicaciones que debe seguir y Lisa le asegura que lo obligará a mantener reposo, puesto que el golpe le provocó una conmoción cerebral y lo mejor será que Raúl descanse por unos días.
Por su parte él no se ve demasiado preocupado por ello, supongo que la idea de descansar unos días de los entrenamientos y juegos no le desagrada en lo absoluto. Además, Lisa ha dejado claro que no piensa dejarlo solo mientras se recupera -se siente culpable- y aunque en un principio Raúl la tacha de exagerada, sé que lo pone contento el hecho de que ella se preocupe por él.
En cuanto salimos del hospital nos dirigimos directamente hacia el hotel, donde cada uno recoge lo poco que tiene allí y toma su propio camino de vuelta a casa.
Quisiera quedarme un poco más y ver de nuevo a Lyra antes de irme, pero tengo compromisos que he estado evitando y estoy seguro de que al llegar a casa el peso de la procrastinación caerá sobre mis hombros, ocupándome por varios días.
Ya es demasiado con saber que pasado mañana tengo un juego importante y no me he presentado a ninguno de los entrenamientos de esta semana por estar aquí, cosa que no tiene feliz a China ni a mi entrenador, y sería una suerte si este último no me suspende algunos juegos por irresponsabilidad.
Después de varias horas de carretera llego a mi apartamento cuando el sol empieza a ocultarse, y aunque aún es temprano y la noche no ha llegado a su auge me siento lo suficientemente agotado como para caer rendido en un sueño profundo en cuanto mi cabeza toca los cojines del sofá.
Lo que me despierta al día siguiente no son los rayos de sol que entran por la ventana y me dan directamente en la cara, ni las voces provenientes de alguna película en la televisión -supongo que habré aplastado el control remoto mientras dormía y se ha encendido- y mucho menos la constante vibración de mi teléfono en mis bolsillos, sino los golpes insistentes que alguien da a mi puerta mientras tocan el timbre a la vez.
E incluso antes de levantarme a abrir la puerta sé quién se encuentra detrás de ella, porque la única persona capaz de hacer aquello se llama China.
Todavía en el desconcierto de estar recién despierto me las arreglo para sacar mi teléfono de mi bolsillo solo para confirmar que se trata de mi madre, a quien no le basta con tocar el timbre y casi tumbar la puerta, claro, ella también llama a mi teléfono.
me incorporo en el sofá estirando mis músculos en el proceso, y me pregunto si puedo fingir no estar en casa para no tener que enfrentar a mi madre tan temprano a la mañana, pero lo más probable es que ella haya visto mi auto estacionado abajo, así que no tengo opción más que levantarme e ir a abrirle la puerta, Dios no quiera que termine derribándola si es que no lo hago.
—Ah, por fin ¿Acaso pensabas dejarme afuera? —Empieza a reclamar en cuando abro, adentrándose al apartamento —Llevaba más de diez minutos tocando la puerta.
—Estaba durmiendo —Le aclaro cerrando la puerta detrás de mí.
Ella inspecciona el apartamento con la mirada, buscando cualquier cosa que no sea de su agrado, pero al no encontrar nada vuelve su vista a mí.
—Rubén me dijo que no has estado asistiendo a los entrenamientos —Dice refiriéndose a mi entrenador.
—Necesitaba unos días de descanso —Miento porque no estoy listo para lidiar con la confesión de que encontré a Raven después de años y ahora probablemente yo sea el padre de su hija.
—¿Y dónde estabas? Porque vine antes y no estabas aquí.
—Estaba con Nolan —Digo una mentira a medias sabiendo que ella no le preguntará nada a Nolan, y de hacerlo él no me echaría al medio.
En cuando confieso eso último su rostro se desfigura en una expresión que no sé traducir.
—¿Con Nolan?
—Sí, con Nolan, tu hijo, mi hermano —Sobrino de mi hija.
O padre de tu sobrina. Dice una vocecita dentro de mí y me obligo a ignorarla.
—¿Por qué fuiste con él? —Su pregunta me desconcierta.
—Solo quería verlo.
—Y... ¿Te dijo algo... sobre mí?
Frunzo el ceño, en parte por enojo y en parte por confusión —No lo hizo, mamá, ya deja de pensar todo el tiempo que Nolan quiere ponerme en tu contra, no es así —Me quejo porque me enoja la discordia que hay entre ellos dos.
—Oh —Suelta despacio y al principio es como si no entendiera de qué estoy hablando, pero se recompone de inmediato —Claro, lo siento, es solo que no quiero que tú también me termines odiando, cariño.
Su actitud empieza a parecerme extraña, y más el hecho de que me llame "cariño" cuando pocas veces ha usado apodos cariñosos conmigo, pero decido ignorar aquello.
—Él no te odia, y si te dignaras a aceptar que elogió su propio camino las cosas entre ustedes serían diferentes —Defiendo a Nolan porque, a pesar de que justo ahora no es de mi agrado, sigue siendo mi hermano.
—Es mejor que no sigamos por ahí, no quiero discutir contigo —Le resta importancia al tema —Solo vine a asegurarme de que estás bien antes de ir a la agencia.
—Lo estoy, no tienes que preocuparte.
Ella se acerca hasta mí y deja un beso en mi mejilla que estoy seguro dejó una marca de lápiz labial —Te quiero, siempre recuerda eso, todo lo que hago, lo hago para protegerte.
Ella empieza a alejarse con dirección a la puerta, dejándome confundido con sus palabras.
—¿A qué...? —Empiezo a preguntar, pero ella me interrumpe.
—Ah, y la próxima vez que quieras unos días de descanso avísame primero, ¿sí?
—Está bien.
Y vuelvo a estar completamente solo.
Suelto una larga exhalación mientras me paso una mano por el rostro antes de decidir empezar mi día.
(***)
—Entonces, ¿Para cuándo tendrán listo los resultados? —Le pregunto al jefe del laboratorio.
Acabo de entregarle la muestra de cabello de Lyra y él mismo cortó una muestra del mío, y ahora me está poniendo al tanto de los detalles de la prueba. Todo esto después de haberlo obligado a firmar un acuerdo de confidencialidad -idea de Lisa-.
—Mmm, unos diez días como máximo.
—¿Y no hay forma de que se apresure el proceso? —Inquiero porque sinceramente me matará la incertidumbre si tengo que esperar todo ese tiempo.
Además, quiero aclarar esto lo antes posible para saber cómo proceder ante Raven.
—Hay procesos que son más rápidos, pero claro, son más costosos.
—No importa el dinero.
—Bien, ¿Cuándo los quiere?
—Lo más rápido posible.
—Puedo tenerlos listos para dentro de tres o cuatro días, ¿le parece?
—Perfecto.
Salgo de aquel lugar con la certeza -y esperanza- de que las cosas van a aclararse en solo unos días. Pronto sabré si Raven miente o no, y no creo estar listo para el resultado.
NA: No sé ustedes, pero yo me siento orgullosa de mí misma por no haber desaparecido en mucho tiempo, esto es un gran logro para mí.
Voten y se me cuidan.
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RECUÉRDAME
Fiksi Remaja¿Qué harías si un día descubres que estás embarazada de tu novio, el cuál se fue a estudiar a otro país, y ahora su madre te pide que abortes y desaparezcas de sus vidas? ¿Qué harías si te ves obligado a viajar a otro país para estudiar, y tiempo de...