Capítulo 45

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Triple actualización (1/3)

Capítulo 45

Benson.

Me hubiese encantado ver a Lyra antes de irme, y despedirme de ella después de haber escapado de su actividad, pero sentía que si me quedaba un segundo más a solas con Raven en ese apartamento iba a caer en la tentación de estrecharla entre mis brazos cada vez que la veía llorar.

A su lado me siento débil, por eso dejé claras las cosas antes de irme. No quiero complicar las cosas más de lo que están, lo último que necesitamos Raven y yo ahora mismo es mezclar los sentimientos con esta situación.

Aunque dudo que haya sentimientos de su parte, al menos no iguales que los míos. Supongo que estos ocho años le sirvieron para sacarme de su corazón, si es que alguna vez estuve en él -espero que sí-, pero yo no corrí con la misma suerte, porque, mientras más tiempo pasaba sin saber de ella, más difícil se me hacía sacarla de mi cabeza.

Y justo cuando lo estaba logrando, cuando por fin sentía que mi vida estaba en orden, aparece y vuelve a poner mi mundo patas arriba. Eso definitivamente es algo que solo Raven Frank puede lograr.

Al pensar de nuevo en Raven mi cerebro empieza a recordarme la conversación que tuvimos hace rato, todo lo que me confesó. He de decir que, si antes estaba desorientado sobre cómo proceder, ahora lo estoy el doble.

Ya no solo se trata de Raven desapareciendo de mi vida y apareciendo con una niña que resulta ser mi hija, también se trata de mi madre, quien probablemente me ha estado mintiendo todos estos años.

Una gran parte de mí quiere creerle a Raven con los ojos cerrados, pero hay otra, una más pequeña, pero fuerte, que espera que ella esté mintiendo, que China no haya sido capaz de hacer algo así, y es una mierda, porque cualquiera que sea la verdad, el resultado es el mismo: terminaré decepcionado de una persona a la que le di mi total confianza.

Conozco a mi madre, sé que no es la persona más santa del mundo ni mucho menos, yo mismo he sido testigo de que ella es capaz de hacer cualquier cosa para conseguir que los demás hagan lo que ella quiere, sé lo manipuladora, egoísta e insufrible que puede llegar a ser a veces -siempre-, pero se me hace imposible creer que le haya dado la espalda a quien cargaba en su vientre a su nieta.

Por otro lado, está Raven. Si todo lo que dijo resulta ser mentira, eso solo haría que la decepción y desprecio que siento por ella crezcan aún más. Aunque, ¿Para qué mentirme a mí mismo? No soy capaz de odiarla, mucho menos de despreciarla, y siento que eso resulta un grave problema para mí ahora que volverá a frecuentar mi vida, siendo la madre de mi hija.

Dejo de lado mi debate interno cuando escucho mi estómago rugir de hambre y es cuando entro en cuenta de que apenas he comido algo hoy, no he tenido cabeza para eso, por lo tanto, decido detenerme en uno de los autoservicios de la carretera. Allí no hay mucho para elegir, así que termino pidiendo un simple sándwich de jamón, esperando que pueda saciar un poco mi hambre, al menos hasta que llegue a casa.

Decido comerlo dentro de mi auto para evitar ser reconocido -a pesar de que llevo gafas de sol y gorra-. Mi vista permanece en la carretera mientras engullo el sándwich, viendo los autos pasar, y cuando eso me aburre opto por sacar mi teléfono y echarle un vistazo. Después del mensaje de Raúl no lo había vuelto a revisar, lo había dejado en la guantera del auto mientras hablaba con Raven.

Lo saco de allí encendiéndolo y de inmediato noto que tengo más de veintinueve llamadas perdidas de China, unos diez mensajes de Nolan y otros tres de Raúl, y ninguna de esas notificaciones fueron escuchadas por mi oídos ya que el teléfono se encontraba en silencio.

¿Qué rayos pasa?

Noto que de igual forma tengo miles de notificaciones de Twitter, así que decido abrir una de esas primero. De inmediato deseo no haber comido nada, ya que mi estomago se revuelve cuando veo que se trata de un video de mí sentado junto a Nolan, en la actividad que se tuvo hoy en la escuela de Lyra. Al parecer alguien me reconoció entre toda la gente y decidió grabarme para luego subirlo a las redes.

En el video solo se muestra como presto atención a la actividad y reviso el teléfono de vez en cuando. También hay algunas fotos sacadas del mismo video. Sigo viendo las publicaciones y me encuentro con que la misma persona subió una foto de Nolan abrazando a Lyra, una vez terminó la actividad.

Juro que de no ser porque la cara de Lyra está censurada hubiese mandado a ese idiota a prisión. La persona en cuestión no agregó ningún comentario en las publicaciones, así que la gente se está haciendo sus propias especulaciones de qué hacía yo allí.

A Nolan nunca le ha agradado estar en el ojo público, y eran pocas las personas que sabían que él es mi hermano, supongo que, el que tengamos padres diferentes ayuda con ello, ya que no llevamos el mismo apellido.

Pero ahora todos parecen estar enterados de que él es mi hermano, y al parecer suponen que la niña de la foto es su hija, mi sobrina. Tengo que apagar el teléfono y dejarlo a un lado cuando veo a más de una persona comentar algo así.

Tengo el pequeño impulso de responder a esas publicaciones aclarando que aquella no es mi sobrina, sino más bien mi hija, pero sé que eso solo haría que las personas en las redes se encendieran aún más.

Justo cuando estaba a punto de encender el auto recibo una llamada de Raúl, así que vuelvo a tomar el teléfono para contestarle, suponiendo que se trata de algo importante.

—¡Oh! Por fin contestas. ¿Cómo está el nuevo papá del equipo? ¿O debo decirte "nuevo Tío de internet"? —Se burla en cuanto contesto y ruedo los ojos, aunque él no puede verme. Debí esperar algo así —Espera, creo que aún no lo has visto, ¿O sí?

—No me jodas Raúl, no estoy de humor —Contesto masajeándome la cien, ni si quiera sé por qué no he colgado aún.

—Sí, ya lo viste, que mal, quería ser yo quien te diera la noticia.

—¿Para eso llamabas?

—No, hay algo más —Avisa poniéndose serio —Tu mamá vino a mi casa para preguntarme si sabía algo sobre la niña de la foto. Esa mujer casi me hace jurar con una mano en una biblia y un pie en la iglesia.

—Mierda —Murmuro cerrando los ojos y respirando con fuerza, sabiendo lo que me espera al llegar a mi apartamento, estoy segura de que China ya me está esperando allí.

—No te preocupes, no le dije que es abuela —Vuelve a bromear, logrando que se me salga una pequeña sonrisa. Simplemente Raúl —Pero debo advertirte que está furiosa.

—No lo dudo.

—Lo único que lamento de todo esto es no poder ver la cara de tu hija, ¡Tengo muchas ganas de conocerla! —Confiesa haciéndome sonreír de nuevo —Espero poder hacerlo pronto.

—Claro, te presentaré como su padrino.

—Es un honor, compadre.

—Me tengo que ir, China debe estar esperándome.

—No deseo ser tú, suerte con eso. Luego me cuentas cómo estuvo la actividad de mi pequeña ahijada.

—Por supuesto, dale mis saludos a Lisa, dile que desde aquí escucho cómo te besa —Confieso, porque ya fue mucho de ignorar el sonido húmedo que se escucha a través de la llamada cada vez que Raúl hace una pausa.

—Idiota —La escucho decir y me echo a reír antes de colgar.

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