Capítulo 64
Raven.
—Entonces ¿Vas a escribirle?
No contesto, en vez de eso me pongo de pies y busco mi cartera de donde saco mi teléfono y la tarjeta con el número de Esteban. No tardo mucho en agregarlo a mis contactos y de inmediato abro su chat, pero mi mente se queda en blanco por unos segundos, sin saber qué escribir.
—Oh, tú de verdad vas a hacerlo —Escucho hablar a Anne detrás de mí —¿Qué tal si empiezas saludándolo?
No hago caso a sus palabras y en un arranque de valentía escribo y envío el mensaje antes de que pueda echarme para atrás.
—Listo.
—A ver, ¿qué le pusiste? —Ella me quita el teléfono de las manos para ver el mensaje con sus propios ojos —¿Es en serio, Raven? —El tono de reproche en su voz no pasa de ser percibido cuando se da cuenta de lo que acabo de hacer.
Nada muy largo ni formar, solo un simple "acepto la salida" junto a un emoji sonriente, un mensaje que va directo al grano y sin rodeos, pero que al parecer no le gusta a Anne.
—¿Qué tiene de malo? —Inquiero, sin comprender su desagrado.
—Es muy directo, te dije que lo saludaras primero.
—Él no espera un saludo mío, espera una respuesta, y se la di.
—Pudiste haber sido menos seca —Rueda los ojos devolviéndome el teléfono.
—¿Y poner algo como "Hola esteban, ¿cómo estás? Solo quería avisarte que ya lo pensé y me encantaría salir contigo en una cita, ¡Besos!? —Finjo una voz chillona al hablar, cosa que la hace reír.
—Eso no suena tan mal, al menos no tanto como lo que pusiste.
—¿Y tú qué tanto me juzgas? Ni que fueras experta en hablar con hombres —La incrimino.
—¿Más que tú? Lo soy.
Voy a contestar, pero las palabras se quedan atoradas en mi garganta cuando escucho el timbre de mi teléfono avisando sobre un nuevo mensaje y lo siento vibrar en mi mano. Anne y yo compartimos una mirada y sé que piensa lo mismo que yo; Esteban ha contestado a mi mensaje, pero ¿tan rápido? Supuse que estaría ocupado trabajando y que le tomaría al menos unas horas poder contestarme.
—¿Qué esperas? ¡Abre el mensaje! —Me insta ella, pareciendo más emocionada que yo.
Le hago caso y con un poco de nervios desbloqueo mi teléfono para revisar la notificación, y justo como pensé, es un mensaje de Esteban.
—¿Estás libre el sábado a las siete? Emoji curioso —Leo en voz alta para Anne.
—Dile que sí.
Levanto la vista del teléfono y la pongo en ella, dudosa.
—Tú estás libre ese día, ¿Quién cuidaría a Lyra?
Ella rueda los ojos de nueva cuenta.
—Sabes que no me molestaría hacerlo, no es como si tuviera algo mejor que hacer.
—No quiero abusar de ti.
—Ya lo haces —Bromea y le doy una mala mirada —Además no me vendría mal un pago extra.
—¿Quién dijo que te pagaré las horas extras? —Ahora es mi turno de bromear.
—¿Quién dijo que tú lo pagarías? —Contraataca dejándome confundida al no entender a qué se refiere, pero antes de que pueda preguntar sobre eso vuelve a hablar —Ahora contesta, vamos.
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RECUÉRDAME
Ficção Adolescente¿Qué harías si un día descubres que estás embarazada de tu novio, el cuál se fue a estudiar a otro país, y ahora su madre te pide que abortes y desaparezcas de sus vidas? ¿Qué harías si te ves obligado a viajar a otro país para estudiar, y tiempo de...