Capítulo 23
Raven.
Siempre supe que existía la posibilidad de que Benson saliera con alguien más en todos estos años, siempre estuve consciente de que ello y aun así me toma por sorpresa ver la imagen de él besando a una chica, y mentiría si dijera que eso no provoca nada en mí, que me da igual lo que él esté haciendo con su vida o si está saliendo con alguien ahora, porque lamentablemente no es así.
Pero ¿Qué esperaba? ¿Qué Benson esperaría por mí todos estos años sin si quiera saber dónde estoy? Eso es algo estúpido que al parecer yo pensaba.
Porque, aunque no lo he admitido en voz alta, sigo amando a Benson de la misma forma en que lo hacía hace años, y tal vez en el fondo aun creía en aquella promesa que nos hicimos cuando apenas éramos unos niños, algo que es absurdo porque ya han pasado demasiados años.
Estúpido, lo sé.
Quise preguntarle a Nolan sobre Benson cuando regresó, pero no me atreví a hacerlo por miedo a que confirmara que está saliendo con alguien, así que no le pregunté, y él tampoco me dijo nada.
Cierro la página con la que me he estado torturando desde ayer y dejo el teléfono a un lado cuando escucho que tocan la puerta. Me apresuro a abrir sabiendo que es Anne quien está del otro lado, ya que habíamos quedado de reunirnos hoy para hablar sobre el trabajo.
—Hola Any, pasa, te estaba esperando —Le digo en cuando abro la puerta, haciéndome a un lado para dejarla pasar.
—Perdón por llegar tarde, el autobús tardó en llegar —Me explica cuando entra y yo cierro la puerta antes de enfrentarla para contestar.
—No te preocupes, igualmente no tardaste tanto.
La guio hacia la sala donde las dos tomamos asiento. Ella estudia el apartamento por un momento antes de preguntar:
—¿Y Lyra?
—Salió con Nolan al parque, creo que vuelven en una hora, ¿Quieres algo de tomar?
—No, gracias —Contesta y la siento un poco incomoda cuando la veo desviar la mirada al suelo y removerse en su asiento.
—¿Pasa algo? —No puedo evitar preguntar.
—No, nada —Dice, pero no suena muy convincente —Mejor hablemos sobre el trabajo ¿Sí?
Asiento restándole importancia a su extraña actitud, atribuyéndoselo a que nunca había venido a mi apartamento.
Hablamos sobre lo que sería su horario de trabajo, su paga, sus días libres, entre otros, y así poco a poco vamos poniéndonos de acuerdo con algo que nos beneficie a las dos.
Decidimos que ella solo cuidaría a Lyra los días de semana mientras yo estoy en el trabajo (que sería aproximadamente hasta las 5 de la tarde) y que ella tendría los fines de semana libres, ya que estudia en la universidad esos días.
—Entonces, yo me encargaría de llevar a Lyra a la escuela en las mañanas, claro, eso cuando la inscriba, y tú te encargarías de ir a buscarla y traerla a la casa.
—Sí, y yo podría prepararle algo de comer a la hora del almuerzo, así no tendrías que venir en tu hora libre.
—Claro, eso me parece bien, solo tendría que decirte lo que puede y no puede comer.
—Entonces... ¿Estoy contratada?
—¡Por supuesto! Claro que aún tengo que decirle a Lyra sobre esto, pero estoy segura de que ella no tendrá problema con tener una niñera, y menos si eres tú.
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RECUÉRDAME
Ficção Adolescente¿Qué harías si un día descubres que estás embarazada de tu novio, el cuál se fue a estudiar a otro país, y ahora su madre te pide que abortes y desaparezcas de sus vidas? ¿Qué harías si te ves obligado a viajar a otro país para estudiar, y tiempo de...