Capítulo 71

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Capítulo 71

Benson

—¿Puedo ir a dormir a tu casa hoy? Inquiere Lyra desde el asiento de atrás.

Lisa, quien ocupa el lugar de copiloto, me dedica una mirada suspicaz. Al final tuve que convencerla de venir con nosotros ya que había comprado tres entradas para el parque temático, con la esperanza de que Raven aceptara venir. Quedé como un estúpido cuando me dijo que prefería quedarse en casa, pero no la culpo, ella de verdad se veía mal, aunque espero estar exagerando.

Al menos pasamos un día agradable y Lyra lo disfrutó bastante, tanto que casi se echó a llorar cuando le dijimos que ya teníamos que irnos y tuve que prometerle traerla de nuevo para dejarla tranquila.

—Aún no tengo una casa aquí, cariño, Lisa y yo nos estamos quedando en un hotel —Explico volviendo la vista a la carretera oscura.

—Entonces quiero quedarme a dormir en el hotel con ustedes.

—No creo que sea una buena idea —Dudo.

—Por favor, prometo que me voy a portar bien.

Vuelvo a echarle una mirada a Lisa, esta vez en busca de aprobación de su parte.

—Por mí está bien, podrías llevarla a su casa mañana temprano antes de la reunión con el agente inmobiliario.

—Sí, suena bien —Admito y Lyra chilla emocionada Pero tengo que preguntarle a tu mamá primero.

—Vale, ¿la llamas?

—¿Ahora?

—Ujum.

—Me parece buena idea, así vamos directo al hotel y no tienes que parar en la casa de Raven —Comenta Lisa —A menos que tengas demasiadas ganas de verla.

—Lisa —Murmuro en un tono de reprimenda.

—¿Qué? ¿Ahora no puedo bromear contigo? Que sensible.

No le contesto, en vez de eso conecto mi teléfono al manos libre del auto y marco el número de Raven.

Ring. Ring. Ring. Ring. Ring. Buzón de voz.

Frunzo el ceño y vuelvo a marcarle con la esperanza de que esta vez sí conteste, pero obtengo el mismo resultado que la primera vez.

Extraño. Quizás tiene el teléfono en silencio o se ha quedado tan dormida que no ha escuchado la llamada. Vuelvo a intentar una tercera vez, pero el resultado no cambia haciendo que una pequeña espina de inquietud se instale en mi pecho.

—¿Qué pasa? —Cuestiona Lyra.

—No contesta, tendremos que ir hasta allá.

—Oh.

—Está bien, de todas formas, necesitamos buscarte algo de ropa.

—¿Por qué no nos dejas en el hotel y vas tú solo a casa de Raven? Así Lyra se va instalando —Propone Lisa y, por su tono de voz socarrando, sé que sus acciones tienen segundas intenciones.

—Sí, Ben. Ve tú solo a avisarle a mi mamá, yo me quedo con Lisa —Se une mi hija.

Y no me queda más de otra que aceptar.

(***)

Mis nudillos golpean la madera de la puerta con la fuerza suficiente para llamar la atención de la persona que se encuentra adentro y procedo a guardar mis manos en mis bolsillos mientras espero, sin saber qué otra pose hacer.

Los segundos pasan y nada sucede, así que vuelvo a tocar la puerta con un poco más de fuerza e insistencia que la primera vez, pero de nuevo, nadie aparece detrás de ella. Ni si quiera un sonido adentro.

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