RECUÉRDAME

Capítulo 30

Capítulo 30

Raven.

Para este punto siento que si permanezco un día más sin salir de casa me volveré loca. Y juro que he hecho de todo para distraer mi mente; desde armar un rompecabezas, hornear, ver mis series favoritas una y otra vez y limpiar el apartamento todos los días.

Incluso llegué a pedirle a alguien de la empresa que me envíe algo de trabajo para hacer en casa, y lo ha hecho sin problema, de hecho, me preguntó cómo me encontraba y ha deseado que me recupere pronto. Supongo que piensa que no asisto al trabajo porque estoy enferma.

El caso es que, todos mis intentos para distraerme en el apartamento han fracasado, así que hoy he decidido llevar a Lyra al parque luego de recogerla de la escuela. No es el plan más divertido de la historia, pero sé que a ella le hará ilusión que salgamos juntas a algún lado, últimamente ella ha estado muy apagada, siento que ella percibe mi desanime y eso la está afectando de alguna manera.

Le he dado el día libre a Anne, ya que yo me encargaría de llevar y recoger a Lyra de la escuela -que es lo que normalmente ella hace-, pero ella ha insistido en que quiere acompañarnos, según ella, no tiene nada mejor que hacer y le encanta pasar tiempo con Lyra, a lo que no pude negarme. Por lo que ahora Lyra y yo nos encontramos camino al parque -el cual no queda tan lejos y nos permite ir caminando- mientras Anne nos espera allí.

—¿Cómo te fue hoy en la escuela? —Aprovecho la caminata para preguntarle a Lyra.

—Bien, como siempre —Se limita a contestar, concentrada en no pisar las rayas de la acera.

—¿Y ya? ¿No tienes nada más qué decir? —Insisto porque sé que a ella le encanta contarme todos los detalles de lo que hace en la escuela.

—Sí, ya —Vuelve a contestar sin levantar la mirada.

Frunzo el ceño algo extrañada, notando que algo no va bien, así que me detengo un momento y sujeto a Lyra del brazo obligándola a detenerse también. Ella queda frente a mí y yo me agacho para estar a su altura.

—Lyly, ¿te pasó algo en la escuela? —Inquiero y ella niega con la cabeza, pero el que permanezca callada no la hace muy convincente —¿Entonces? ¿qué tienes?

—¿Por qué todos los demás tienen papá y yo no? —Su pregunta me sorprende, dejándome anonadada por unos segundos.

—Lyra, claro que tienes papá, todos tienen uno —Trato de explicarle.

—¿Y dónde está el mío? ¿Por qué no lo he visto nunca?

—¿A qué vienen esas preguntas?

—Es que... hoy la maestra les dio un papel a todos, menos a mí —Confiesa, y yo frunzo el ceño sin entender.

—¿Y qué había en el papel?

—La invitación para la actividad de la semana que viene —Dice y me cuesta un poco recordar que la próxima semana la escuela hará una actividad exclusiva para padres —La maestra no me dio la invitación y dijo que no la necesitaba porque no tengo papá, y los demás niños se rieron de mí.

"Voy a matar a esa maldita maestra" es lo primero que pienso cuando Lyra termina de hablar. No puedo creer que le dijera una cosa así a una niña, pero ya verá ella, yo misma me encargaría de ir al colegio y quejarme sobre esto.

Tengo que tragarme el enojo para no demostrarlo frente a Lyra cuando hablo:

—No te preocupes, mi amor, hablaré con tu maestra para que eso no vuelva a ocurrir —Le digo, aunque verdaderamente espero que la expulsen de su trabajo, una maestra que humilla a sus alumnos debería ser despedida —Y sobre la actividad, puedes pedirle a Nolan que vaya contigo.