Capítulo 32

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Capítulo 32

Raven.

—No es lo que parece —Me apresuro a decir cuando me doy cuenta de que Benson podría estar haciéndose ideas erróneas.

Ante mis palabras él se echa a reír de forma irónica y tanto Nolan como yo permanecemos inmóviles en nuestro lugar, sin saber qué más decir.

—Esto tiene que ser una maldita broma —Habla Benson cuando deja de reírse, pero hay una sonrisa burlona que no abandona sus labios, aunque la situación no parece hacerla nada de gracia.

—¿Lo sabe? —Me pregunta Nolan, y deduzco que se refiere a si sabe lo de Lyra, pero Benson no me deja contestar, porque habla antes de que yo lo haga.

—Todo este tiempo has sabido donde estaba Raven, ¿Verdad? —Le habla a Nolan en un tono dolido y noto que la sonrisa ha desaparecido de su rostro, ahora parece enfadado.

—Te estás haciendo ideas equivocadas, Benson —Nolan habla en un tono tranquilo y eso parece enfurecer aún más a Benson.

—¿Ideas equivocadas? —Inquiere, indignado —¡¿Cómo mierda explicarías esto?!

—Benson, tienes que calmarte —Le aconsejo cuando él levanta demasiado la voz. Tiene el rostro completamente rojo de enfado e incluso se le marca la vena del cuello. Da miedo.

—Tú cállate —Me ordena y cuando sus ojos se posan en los míos siento que me recorre un escalofrío por la espalda, incluso sus ojos parecen inyectados de sangre, como si tuviera ganas de llorar —De todos los malditos hombres que hay en el mundo, ¿En serio tuviste que dejarme por mi hermano?

Sus palabras se clavan en mi pecho de forma dolorosa. Me hiere que piense que lo dejé por irme con su hermano, o por cualquier otro hombre.

—Benson... —Empieza Nolan tomando una postura más a la defensiva, pero Benson no lo deja continuar.

—Nunca dejó de gustarte, ¿Cierto? Te dije que era mi novia, maldita sea, ¡Te dije que la amaba! ¡Te hice buscarla por meses y tú solo me mentiste! —Grita de nuevo y Nolan intenta acercarse, pero él lo señala con el dedo índice haciendo que Nolan se detenga a unos pasos de él —¿Disfrutaste mucho meterte con mi novia mientras yo te pedía que la buscaras? Confié en ti, eres mi hermano, ¡ Joder!

Nolan y yo observamos el momento exacto en que Benson explota y deja correr las lágrimas por su rostro mientras niega con la cabeza. Él se lleva las manos a la cintura colocándolas en forma de jarra, luego levanta la cabeza para mirar al techo y respirar profundamente varias veces. Supongo que intenta controlar las lágrimas.

—¿Vas a dejarnos hablar por fin? —Inquiere Nolan aprovechando el momento de silencio, pero Benson ni si quiera lo mira.

—Tienen una maldita hija juntos, ¿Por eso te escapaste de la casa de mi madre? ¿Te metías con mi hermano incluso cuando yo vivía allá? —Habla en mi dirección.

No sé si es el hecho de que crea que Lyra es hija de Nolan o que suponga que lo engañé cuando vivíamos juntos lo que me hace caminar hasta él a paso rápido y darle una bofetada.

Y creo que me ha dolido más a mí que a él, porque siento como mi mano palpita después de golpearlo, pero eso no me detiene al hablar:

—¡Deja de decir estupideces y escúchanos por una maldita vez! ¡Entre Nolan y yo no hay nada! ¡Nunca lo hubo me creas o no! —Me permito gritar de igual forma, enfadada, y me preparo para decir lo siguiente —¡Y Nolan no es el padre de mi hija, tú lo eres!

—No... —Empieza a negar con la cabeza, negándose a creerme.

—Es tu hija, Benson. Tenemos una hija juntos.

Benson.

En cuanto esas últimas palabras salen de su boca un pitido molesto se forma en mis oídos y me es imposible oír algo más. Mi mirada pasa de Raven a Nolan y los veo mover los labios, pero no escucho nada, pareciera que me he quedado sordo.

De repente empiezo a sentir una presión en mi pecho, como si el oxigeno que hay en este apartamento ya no fuera suficiente. Empiezo a respirar con dificultad y el pitido en mis oídos crece, dejándome desorientado.

"Es tu hija, Benson. Tenemos una hija juntos".

No es verdad, eso no tiene sentido... ¿O sí?

Imprevistamente empiezo a cuestionar todo lo que había supuesto hasta ahora, y mientras más lo analizo más mareado me siento.

Los latidos de mi corazón van tan rápidos que incluso puedo sentirlos en mis oídos, y al mismo compás mi cabeza empieza a palpitarme. Todo me empieza a dar vueltas y me entran ganas de vomitar, siento que si permanezco un segundo más aquí voy a desvanecerme, así que, como puedo, empiezo a caminar hacia el pasillo que da a la puerta y en el transcurso siento como alguien intenta retenerme, y cuando noto que se trata de Nolan lo empujo de forma brusca obligándolo a dejarme ir.

Camino hasta el pasillo y logro divisar la puerta al final, pero me detengo a mitad de camino, queriendo decir una última cosa antes de irme. Y no necesito volver a la sala ya que, al girarme, encuentro a Raven siguiéndome los pasos.

Abro la boca para hablar, pero no logro articular una sola palabra y tengo que hacer varios intentos antes de lograr encontrar mi voz.

—Si eso es cierto... Si esa niña de verdad es mi hija —Empiezo y tengo que detenerme un segundo, porque tan solo el hecho de decirlo es demasiado para mí —Ten por seguro, Raven, que vas a lamentar habérmelo ocultado.

Y no espero respuesta, vuelvo a girarme hacia la puerta y esta vez no dudo ni un segundo en abrirla y salir de allí.

Porque esa es otra razón para dudar de su palabra. ¿Por qué me lo ocultó? Yo no la hubiese rechazado, al contrario, me hubiese hecho cargo de ella y de la bebé, las hubiese cuidado con mi vida de ser necesario, y estoy segura de que ella era consciente de eso, entonces ¿Por qué no me lo dijo en cuanto se enteró? ¿Por qué prefirió escapar?

Por más que lo pienso no logro entenderlo.

Esta vez no tomo el elevador, decido bajar por las escaleras y en cuanto salgo de aquel edificio me detengo un momento, respirando profundamente. ¿Qué se supone que deba hacer ahora? La vida no te prepara para este tipo de situaciones, nada te prepara para esto, y es uno mismo quien debe averiguar cómo arreglar esta situación.

Empiezo a caminar hacia mi auto, pero me detengo cuando noto que del otro lado de la calle esta Lyra -así la llamó Raven, supongo que es su nombre- acompañada de la chica castaña, quien le sostiene la mano.

Las dos están esperando que el semáforo cambie a verde para poder cruzar en el paso de cebra. Hasta este momento no me había detenido a analizarla, sinceramente no le había dado mucha importancia en primer lugar, pero ahora sé que existe la posibilidad de que sea mi hija, y eso hace que se me haga posible ignorarla.

Me permito estudiarla por unos segundos, aunque sea desde la distancia. Al principio creí que tendría unos cinco o seis años, pero si realmente es mi hija debería tener más, ¿Unos siete, quizás? Tendría que hacer la cuenta después.

Su cabello, al contrario del de Raven, es de un rubio oscuro y lo lleva en una trenza que le llega un poco más debajo de los hombros. La mujer castaña a su lado le dice algo que la hace reír, y al hacerlo arruga la nariz de forma adorable.

Nolan tiene el cabello completamente rubio.

Yo tengo el cabello rubio oscuro.

Pero no soy el único hombre en el mundo con esta característica, podría ser hija de alguien más, cualquier hombre en España o fuera de aquí. Y, por alguna razón, me enoja más el hecho de pensar que es hija de otro, y no mía.

Cuando el semáforo por fin cambia a verde y veo que las dos empiezan a cruzar la calle decido entrar a mi coche de una vez por todas e irme de allí. Arranco el motor y me pongo en marcha, decidido a buscar un hotel donde pasar la noche, porque definitivamente la idea de quedarme en casa de Nolan ya no es una opción

NA: 5mentarios. 

Votan, se me cuidan y nos leemos pronto.

Sin redes hoy porque ya perdí la fe de ser influencer. 


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